Árbol

Guayaquil: árboles y plantas de su entorno: Especies arbóreas ornamentales  | Jardinería, Plantas, Especies

¿Mediste para lograr tu altura?
¿Usaste la geometría para irradiar tus extremidades?
¿Lamentaste las ramas desgarradas por las tormentas?
¿Inventariaste tus hojas al sol?
No hiciste nada de eso, y aún así el hombre con su inteligencia
No puede igualar tu perfección.

¿Cuándo abandonaremos la artificialidad de nuestras agotadoras vidas para adherir en cambio a lo que es natural? Todos los logros del hombre son sólo monumentos a un orgullo abrumador. No ha habido una sóla cosa hecha por el hombre que haya sido una mejora necesaria para la tierra. ¿Necesitábamos la Gran Muralla China? ¿Necesitábamos las pirámides de Egipto?¿Necesitábamos el Coloso de Rodas? ¿Necesitábamos la mecanización, el motor a vapor, la electricidad, la energía nuclear o la tecnología computacional? Todos nuestros logros han sido exclusivamente por el bien de nuestra comodidad y gratificación. Sólo hemos modernizado la loca maraña de oferta y demanda que llamamos civilización.

No necesitamos toda esa «sofisticación» para vivir con el Tao. Nuestra participación en la sociedad nos ciega a este hecho. Ignoramos el orden natural de nuestros propios cuerpos y mentes y nos cerramos a tal punto que sólo el sexo y las drogas son lo suficientemente estimulantes. Lamentamos el estar perdidos y alienados. Irónicamente, las respuestas están justo al lado. Si sólo fueras al árbol más cercano y contemplaras, fácilmente verías el secreto para una vida natural.

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