En la antigüedad, y todavía en la India moderna, una determinada tradición espiritual se transmite de un maestro a un alumno y este, a su debido tiempo, la pasa a su propio alumno. Así que hay un sentido del linaje que nadie reclama personalmente. La verdad es importante, no el maestro. En realidad, no es posible ser maestro porque no hay enseñanza y, por tanto, no hay estudiante.
El papel de un maestro espiritual y el de un maestro corriente son bastante diferentes. El maestro corriente suele enseñar al alumno algo que este no conocía antes, una técnica o un lenguaje, a diferencia del maestro espiritual, quien apunta a una verdad espiritual que siempre está presente en el alumno.
Personalmente, me gusta ofrecerme como un amigo pero en India la palabra gurú explica muy bien el significado. Gurú es “el que revela la luz en la oscuridad” o, por decirlo de otra manera, “el portador de la luz”.
Mirándolo de esta manera, se puede decir que soy un gurú porque todo mi esfuerzo es traer la luz y este es el papel tradicional de un gurú. Pero en Occidente esta palabra tiene una especie de significado extraño con el cuál no me identifico. Al mismo tiempo, gurú es una palabra muy importante.
En Occidente, nos gusta hacerlo todo nosotros mismos. Decimos que «la vida es mi maestra» y no nos damos cuenta de que el gurú también es parte de la vida. Él tiene un papel determinado que tú no puedes desempeñar por ti mismo.
Lo primero que hace un gurú es abrir tu corazón haciendo que te vuelvas hacia adentro. Y, claro, si esto pudieras hacerlo tú mismo, ya lo habrías hecho. Si tu corazón no está abierto, debe ser que necesitas algo de ayuda. Si tu corazón no está abierto, no permitirás que nadie toque tu ego.
Nadie quiere que se toque su ego porque todo el mundo lo ama y está identificado con él. Todos creen que son su ego. Así que estos son dos trabajos muy importantes para el gurú. Otro es que cuando tú mismo te conviertes en la verdad, necesitas que alguien te lo confirme porque esta es una situación poco familiar.
Antes nunca habías sabido o reconocido la verdad y ahora, de repente, sabes y necesitas que alguien te confirme que esa es la verdad. Así que esta también es una función muy importante del gurú.
A continuación, el siguiente trabajo para el gurú, que como ves es un tipo bastante ocupado, acontece después del despertar porque entonces nos sentimos muy vulnerables. Es como renacer y, por eso, es muy beneficioso estar en presencia de alguien que sabe ya que pueden surgir muchas dudas y hay muchas influencias que pueden alejarnos de la verdad.
En mi caso, pasé quince años con Osho aunque, en el momento en que lo conocí, yo no buscaba un gurú. Hice un largo viaje con él y cuando dejó su cuerpo mi trabajo no se había completado. La verdad es que no busqué otro gurú, pero la existencia me recogió y me llevó a Papaji.
Allí, después de tres semanas, comprendí la verdad y me quedé con él casi cinco años más. Durante ese tiempo nunca tuve una pregunta y, aún así, fue una etapa muy importante. Otra persona podría haberse ido de inmediato para permanecer en soledad en algún lugar pero para mí fue maravilloso pasar esos cinco años con Papaji.
Me dio el poder y el conocimiento necesarios para que, cuando a mi vez me llegó el turno, poder ser capaz de llevar luz a aquellos que pasan tiempo conmigo. Después de compartir durante más de veinte años tengo a mi alrededor a algunos que pueden transmitir la luz ellos mismos. De esta manera, la luz va pasando de generación en generación.