Desde que la crisis empezó a sacudir la vida cotidiana de los españoles, las ONG se vieron obligadas a acuñar un nuevo término para definir el perfil de las personas que, de repente, acudían en masa en busca de su ayuda.
Ana Flotats/Prensa
Los llamados «nuevos pobres» no eran indigentes, ni analfabetos procedentes de familias desestructuradas que se encontraban a un paso de la exclusión. Se trataba de personas que se habían quedado sin trabajo y, por tanto, sin posibilidad de afrontar algunos pagos: desde comida hasta facturas o material escolar para sus hijos. Seis de cada diez personas a las que atiende hoy Cruz Roja en España ya responden a este perfil. En 2006, antes de la crisis, los nuevos pobres eran sólo el 45% del total.
«Si la situación económica no mejora, es probable que esta gente, que ahora sufre un riesgo de vulnerabilidad moderado, pase de nivel y se acerque un poco más a la exclusión social», advirtió ayer el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel, durante la presentación en Madrid del informe anual de la ONG.
Cruz Roja Española ha atendido este año a casi dos millones de personas, lo que significa un 120% más que en 2008. Uno de los denominadores comunes entre la población que pide ayuda a esta ONG es la falta de empleo. Siete de cada diez demandantes de ayuda no tiene trabajo. De hecho, el 73,4% de la población atendida identifica el ámbito económico como el factor de mayor riesgo. Precisamente, el último informe anual de esta ONG se titula El impacto del desempleo en la vulnerabilidad social. «Hasta hace dos años, el problema principal de las personas atendidas por Cruz Roja era de tipo social (vejez, drogadicción, cárcel), pero ahora es la economía lo que les hace más vulnerables», señaló Bruel. El coordinador general de la ONG destacó además que el 91,3% de las personas encuestadas para realizar el informe (de un total de 123.000) se encuentra en situación de pobreza relativa, es decir, que vive en un hogar en el que sólo entran 700 euros al mes. La media de ingresos mensuales es de 528 euros por familia.
Fracaso escolar
El estudio anual, que Cruz Roja realiza desde 2006, recalca también que el 41,9% de la población atendida por la organización no puede mantener encendida la calefacción en invierno, frente al 7,2% de la población general. Este porcentaje surge del llamado indicador de privacidad material, que también señala, por ejemplo, que el 24,8% no puede comer alimentos con proteínas cada dos días (un dato diez veces superior que la tasa del resto de la población) y que el 82,1% no es capaz de hacer frente a imprevistos económicos.
Otro de los datos alarmantes del informe es que el 40% de los niños y jóvenes atendidos por Cruz Roja sufre fracaso escolar y el 15%, absentismo escolar. «Que un niño deje de ir al colegio es un tobogán hacia la exclusión», sentenció Bruel, que insistió en que la máxima preocupación de la ONG ahora es garantizar la cobertura imprescindible para evitar que «la gente entre en el ciclo de la exclusión».
Fuente: Kaos en la Red