La enfermedad se notificó por primera vez en 2015 en la provincia de Nuevo Brunswick. Un paciente mostraba una mezcla de síndromes, como depresión, ansiedad, dolores musculares y demencia de rápida evolución. Tres años después, se registraron ocho casos de la misteriosa dolencia. Con el paso de los años, cada vez más personas han empezado a padecer la enfermedad.

Los médicos canadienses se han quedado perplejos ante una desconocida enfermedad neurológica que ha afectado a los residentes de una pequeña provincia. La dolencia ha sido descrita por un neurólogo como un «whodunit» médico, que se produce un par de veces por siglo.

El primer caso conocido de la enfermedad se registró en 2015, pero la noticia se hizo pública hace poco, cuando se filtró a la prensa en marzo un memorándum escrito por el médico jefe de Nueva Brunswick sobre la enfermedad.

La misteriosa dolencia presenta varios síntomas: insomnio, deterioro de las funciones motoras, trastornos visuales y alucinaciones, incluidas visiones de muertos. Se sabe que al menos 48 personas han padecido la enfermedad, que en Nueva Brunswick recibe el extraño nombre de Síndrome Neurológico de Etiología Desconocida (NSUE). Seis personas han muerto a causa de ella.

Los pacientes tienen entre 18 y 84 años. Gabrielle Cormier, de 20 años, participaba en competiciones de patinaje artístico y quería ser patóloga. Hace dos años, empezó a sentir una fuerte fatiga, tenía visiones que parecían la estática de la televisión y empezó a chocar con las cosas. Ahora Gabrielle camina con un bastón y sufre alucinaciones, fallos de memoria y movimientos espasmódicos involuntarios.

«Estaba empezando lo que se supone que es el mejor capítulo de su vida y entonces desapareció. No sé si moriré o viviré el resto de mi vida con estos síntomas», declaró al New York Times.

Teorías conspirativas y posibles pistas
La noticia ha provocado la preocupación de los canadienses y ha dado lugar a numerosas teorías conspirativas, con personas que culpan a las torres de telefonía móvil, a las vacunas contra el coronavirus e incluso al fracking.

«La gente está alarmada. Se preguntan: ‘¿Es ambiental? ¿Es genético? ¿Es el pescado o la carne de ciervo? ¿Es otra cosa? Todo el mundo quiere respuestas», dice Yvon Godin, alcalde de Bertrand, un pueblo de la península de Acadia, donde la gente se ha visto afectada por la misteriosa dolencia.
Los médicos que investigan la enfermedad discuten sobre si se trata de una nueva dolencia o de una enfermedad conocida que no ha sido diagnosticada. El Dr. Alier Marrero, que observó el primer caso conocido de NSUE, dijo que las pruebas mostraban atrofia cerebral y disfunción neurológica, pero señaló que ninguno de los resultados ha conducido a un diagnóstico claro.

Al principio, los médicos sospecharon que la misteriosa dolencia podía ser una forma de enfermedad priónica, pero las autopsias posteriores desmintieron esta hipótesis.

Otra teoría sugiere que la enfermedad está causada por una toxina conocida como BMAA. Ésta es producida por las algas verde-azules y se ha relacionado con trastornos cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson. Otras teorías incluyen la exposición a bacterias, hongos y ácido domoico, una neurotoxina que se encuentra en el marisco.

El Dr. Marrero dijo que había consultado con destacados científicos de todo el mundo que también luchan por entender qué causa la enfermedad. «No es algo que hayamos visto antes», declaró al New York Times.

Los médicos que investigan el misterioso síndrome también subrayan que la oscuridad que lo rodea refleja cómo algunas afecciones neurológicas pueden desconcertar incluso a los mejores científicos del mundo. Los investigadores también señalan que la lentitud de la respuesta a la desconocida dolencia demuestra lo difícil que se ha vuelto tratar otras afecciones médicas cuando toda la atención de los servicios sanitarios se ha dirigido a la pandemia de coronavirus.

Médicos canadienses desconcertados por un brote de una enfermedad neurológica desconocida