Tina Hines se desempeñaba como ama de casa y llevaba una vida completamente normal. Hasta el día que la muerte tocó a su puerta. Y aunque logró vencer el catastrófico episodio, volvió con un extraño mensaje que ella y su familia jamás olvidarían. Tras 30 años de feliz matrimonio, unos hijos amorosos y un estilo de vida saludable la vida de esta mujer de Arizona cambió para siempre.
Las muertes de Tina Hines.
Para la familia Hines, el 12 de febrero del 2018 será recordado como un día lúgubre. Aquella fecha, Tina y su esposo, Brian, organizaron una pequeña caminata a las afueras de Phoenix. El camino de ida resultó según lo planeado: Sol, aire fresco y un montón de actividad cardiovascular. Pero, el panorama cambió drásticamente cuando el señor Hines escuchó un golpe sordo a sus espaldas.
Al dar la vuelta, Brian encontró a Tina totalmente desplomada en el suelo. Por si fuera poco, la mujer ni siquiera respiraba. ¿Cómo pudo suceder algo tan grave a una persona saludable como Tina? Inmediatamente, el esposo contactó a los servicios de emergencia esperando un milagro.
Tina Hines recibió los primeros auxilios de una cuadrilla de bomberos. Incluso los rescatistas se asustaron, la mujer estaba en muy mal estado y no mostraba signo alguno de recuperación. Sin embargo, en el trayecto al hospital realizaron resucitación cardiopulmonar. Era demasiado tarde, y antes de que lograran llegar a la sala de emergencias, el corazón de Tina se detuvo. La mujer no mostraba signos vitales, pero los bomberos acudirían al último recurso.
Volviendo a la vida.
Gracias a un desfibrilador, uno de los socorristas reanimó el corazón de Tina. La mujer volvió a la vida, aunque sólo por unos minutos. Sufrió un segundo paro cardíaco, pero la trajeron una vez más. Posteriormente, el corazón de Tina se detuvo por tercera ocasión. Cuando finalmente atravesó las puertas del hospital, la vida de la señora Hines pendía de un delgado hilo.
Incluso el experimentado equipo médico en la sala de emergencias estaba impresionado. El corazón de la mujer se detuvo dos veces más. En esa quinta reanimación, Tina Hines presentaba muerte clínica desde hacía 27 minutos. Tras una nueva descarga del desfibrilador, el equipo médico esperaba volver a ver una línea recta en el monitor. Sorpresivamente, su corazón se estabilizó.
Al recuperar la conciencia varias horas después, Tina Hines parecía totalmente serena. En aquella debilidad por tanto esfuerzo físico, no podía hablar. Sin embargo, con señas logró comunicar a sus familiares que necesitaba una hoja de papel y un bolígrafo. Se dieron cuenta que tenía un mensaje y atendieron su solicitud, dejando los materiales a su lado.
La visión del más allá de Tina Hines.
Los Hines observaron a la matriarca con asombro garabateando un mensaje en la hoja de papel. Distinguieron algunas letras, pero no descifraban el mensaje que la mujer pretendía comunicar. Finalmente, Tina Hines recuperó fuerzas y explicó a su familia que intentó escribir: “es real”. Completamente desconcertado, Brian le preguntó a qué se refería. Y en ese momento Tina empezó a describir su visión del paraíso.
“Era real. Los colores vibrantes”, recordó. Durante esa muerte clínica de casi media hora, Tina aseguró a su familia atestiguar el más allá desde la perspectiva más ideal. Observó las luces brillantes del cielo y las enormes puertas nacaradas que daban paso al paraíso. Por si fuera poco, no estaba sola.
A medida que la visión de Tina Hines adquirió detalles más claros, el propio Jesús la recibió en las puertas celestiales. La mujer describió al hijo de Dios con un intenso brillo y una presencia sobrecogedora. Aquellos trágicos paros cardíacos, reafirmaron la fe de la mujer. En su corazón, que latía con más fuerza que nunca, se sabía protagonista de un auténtico milagro. Los Hines, que estuvieron a nada de perder a Tina, respaldaron esta conclusión.
El tatuaje de la sobrina.
Una memorable muestra de cariño hacia esta mujer provino de Madie Johnson, sobrina de Tina. La joven se sintió particularmente conmovida por la historia y decidió llevar una marca permanente que le recordará los altibajos de esa familia. Inspirada por el milagro que sucedió en el hospital, Johnson se tatuó los garabatos de Tina. La joven explicó que ·llevar esas líneas sobre la piel le proporcionan una esperanza tangible sobre la vida eterna”.
Conclusiones.
Los detractores consideran que lo observado por Tina no es más que una reacción del cerebro frente a una experiencia de casi muerte. A la mujer no le molesta, simplemente está agradecida de tener una segunda oportunidad en esta vida.
Desde una perspectiva científica, cierta evidencia sugiere que la conciencia se mantiene activa después de la muerte. Algunos investigadores suponen que nuestro cerebro no se apaga tras la muerte clínica o, al menos, no inmediatamente.
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