A esta hora de la mañana, el ejército insurgente talibán se encuentra a escasos 87 kilómetros de Kabul, capital de Afganistán y última línea de defensa del gobierno constituido y defendido por Estados Unidos. Su caída es ya cuestión de días, no de semanas. La progresiva retirada de tropas anunciada por la administración Trump primero y por el ejecutivo de Biden después se ha saldado con el inevitable avance de los talibanes. Veinte años después, Afganistán vuelve al punto de partida.
La situación. La retirada de tropas ha vaciado de poder militar al gobierno afgano, muy débil. Sólo en julio, días después de que los efectivos británicos abandonaran el país, las fuerzas talibanes capturaron cinco grandes ciudades en apenas tres días. Estos mapas de la BBC ilustran con claridad la rapidez de su avance: si a mediados de julio controlaban 90 distritos, a mediados de agosto eran ya 132. Seis de los doce puntos fronterizos más importantes de Afganistán son suyos.
En 2013, apenas una docena de regiones estaban bajo control talibán.
Las muertes. Estados Unidos y una coalición internacional sancionada por Naciones Unidas invadió Afganistán en las semanas inmediatamente posteriores al 11S. La guerra se ha extendido a lo largo de veinte años, la más larga en la historia estadounidense. Ha sido sangrienta: las cifras más generosas hablan de 240.000 fallecidos entre civiles, soldados e insurgentes talibanes; otras reducen el conteo a los 170.000 muertos. Alrededor de 50.000 civiles habrían perdido la vida.
Los costes. Al igual que las víctimas mortales, también son difíciles de contabilizar. Hace tres años, el Departamento de Defensa estimó en 1,3 billones de dólares el gasto destinado a todos los conflictos bélicos abiertos tras el 11 de septiembre de 2001. Es mucho dinero, pero sólo es una parte del total. Aquí se ofrecen otras cifras: entre 2010 y 2012 el Congreso presupuestó unos $100.000 millones anuales sólo para Afganistán; disparando el coste total entre 2001 y 2020 a los $978.000 millones (Afganistán y Pakistán, donde Estados Unidos tiene sus principales bases, incluido).
Pero una guerra no sólo es el suelo de las tropas o la inversión en helicópteros. También son pensiones para los veteranos, intereses de la emitida para pagar armamento o subcontratas. El Instituto Watson cuenta con un informe muy completo y exhaustivo donde se dispara el coste de la guerra afgana a los 2,2 billones de dólares. Sumando Irak, Yemen, Siria y otros conflictos, Estados Unidos se habría gastado unos 6 billones de dólares desde 2001 y hasta nuestros días. Casi nada.
¿Para qué? En muchos lugares, para que el status quo sea idéntico al existente en 2001. EEUU nunca derrotó del todo a los talibanes. Tanto ellos como sus aliados lograron confinarlos a la lejanía de las montañas, pero no erradicaron ni su llama ideológica ni su capacidad operativa. Los costes de una guerra que se ya han combatido padres e hijos han llevado a una retirada precipitada y a un fracaso sin paliativos. Afganistán será talibán en septiembre de 2021 como lo era en septiembre de 2001.
Dejando atrás. Hay muchas incertidumbres. En torno a los traductores y colaboradores con la administración afgano-americana, en torno a los refugiados, en torno a lo que implica el regreso talibán para la región. Pero hay una certeza: los talibanes regresarán en plenitud. En la retirada estadounidense, se están haciendo con helicópteros Mi-8/17, humvees y (MaxxPro) MRAPs (vehículos militares de alta tecnología), drones y con todo tipo de armamento abandonado.
Vuelven. Y más armados que antes. A estas alturas, Estados Unidos ya sólo tiene un objetivo: evitar una vergonzosa evacuación de su embajada ante la inminente llegada de los talibanes a Kabul. Veinte años que lo cambiaron todo para que muy pocas cosas cambiaran.
Imagen: Reuters
https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/240-000-muertos-billon-dolares-despues-afganistan-vuelve-a-estar-manos-talibanes
No no, para que muy pocas cosas cambiaran no. El cambio ha sido brutal, aunque no siempre visible.
En septiembre de 2001 la heroína había prácticamente desaparecido de EEUU y Europa. Afganistán produce el 96 % de la heroína del planeta, conviene saberlo ya que es el único motivo por el que los estadounidenses fueron allí. En los últimos 20 años la heroína ha vuelto con fuerza, tanto en EEUU como en Europa. El negocio ha sido sideralmente más grande que lo gastado en la guerrita.
Durante la ocupación rusa de Afganistán, la heroína corrió como agua por Rusia. Arruinó vidas, familias y pueblos enteros. Y dió origen ( junto al petróleo checheno ) a las mafias rusas tan extendidas hoy dia.
Los talibanes, entre otras cosas bastante desagradables, prohíben el cultivo de adormideras bajo pena de muerte a los que no obedezcan. Ahora es previsible una nueva bajada de la heroína disponible, el encarecimiento de la que aún salga vía Pakistán y la aparición de otra droga que ocupe el nicho de negocio. O una nueva vuelta a dominio ruso, algo menos probable.
Después de 20 años de engordar los bolsillos de los narcotraficantes, dejamos un pueblo roto, empobrecido, analfabeto y en manos de unos fanáticos violentos y criminales. Y nos vamos sin importarnos lo que pueda pasarle a las buenas personas, que las hay, que viven ( es un decir ) allí. Otra vergüenza más para Occidente y EEUU especialmente, como ya hizo en Vietnam, Korea, Angola, Líbia….. y después vendrá Irak, Siria, Yemen,….. Y seguiremos riéndoles las gracias porque son los jefes del planeta.
¿ Para pocos cambios ?
Hagamos unos numeritos para pasar el rato.
» El Narco Malang Amani -no es su verdadero nombre- es un narcotraficante de nivel medio. Por lo general, compra pequeñas cantidades de opio a comerciantes locales o directamente a agricultores de confianza en el este de Afganistán.
Amani, de 59 años, ha dedicado los últimos 18 al tráfico de drogas y añora los tiempos después del colapso del régimen talibán en los que el contrabando era «fácil y rentable»: uno podía conducir un automóvil lleno de opio durante 600 kilómetros desde Nangarhar hasta la meridional Kandahar sin problemas, pagando a la Policía «una pequeña cantidad o un regalo». »
» Según datos de la Oficina de Crimen y Drogas de Naciones Unidas (UNODC), la producción de amapola no ha hecho más que aumentar: desde 185 toneladas en 2001 bajo el régimen talibán y 3.400 toneladas en 2002 (la primera cosecha en presencia de las fuerzas extranjeras), a 6.400 toneladas en 2019. El cultivo de amapola aumentó también de 800 hectáreas en 2001 hasta 163.000 en 2019. »
— El precio de 1 gramo de heroína en EEUU es de 307 dólares ( 270 euros )
— Una tonelada son 1.000.000 gramos
— Un billón americano son mil millones. No un millón de millones.
……
¿ Te parece mucho dinero un billón invertido ?
Venga va, ¿ es que nadie va a contar nunca la verdad de las cosas ?
Pd : Otro día hablamos de la droga que mueve la Iglesia Católica en el mundo. Igual nos sorprendemos, para mal.
Por si las matemáticas no son tu fuerte o te da pereza hacer el cálculo.
A una media de 5.000 toneladas por año ( los que menos por los que más ), en 20 años de juerga afgana tenemos 100.000 toneladas.
Una tonelada proporciona 307.000.000 de dólares ( 270.000.000 de euros )
La aventura afgana ha reportado 30.700.000.000.000 de dólares ( 27.000.000.000.000 de euros ).
¿ A que puesto en números se entiende mejor ?