A lo largo de la historia, la gente ha hablado de personas que tenían capacidades que parecían tener una naturaleza de otro mundo. Estas capacidades han sido temidas, respetadas y muy codiciadas por aquellos que querían alcanzar poder, riqueza, amor o éxito. Es por eso que los psíquicos han vendido sus servicios durante siglos. Saber lo que sucederá tiene serias implicaciones. Significa que puedes prepararte.
Significa que posiblemente puedas cambiar el destino. Significa que las personas pueden tomar decisiones sobre cosas que nadie más debería saber. Esta capacidad hizo famoso al Oráculo de Delfos, hizo que el gobierno de los Estados Unidos solicitara los servicios de Uri Geller y que invirtiera millones de dólares en “programas de espionaje psíquico”. Incluso así la comunidad científica siempre ha desacreditado la capacidad de ver el futuro, sin embargo, ahora científico han demostrado que todos tenemos este poder.
Podemos predecir el futuro
Ya sea escuchando un concierto de Bach o las últimas canciones en Spotify, el cerebro humano no espera pasivamente a que la canción se desarrolle. En cambio, cuando un tema musical tiene una cualidad incierta o no resuelta, nuestro cerebro predice automáticamente cómo terminará la melodía.
Las ideas pasadas sobre cómo el cerebro humano procesa la música sugirieron que los temas musicales se perciben mirando hacia atrás en lugar de hacia adelante. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista científica Psychological Science sugiere que el cerebro humano considera lo que ha sucedido antes para anticipar lo que viene después.
“El cerebro está constantemente un paso por delante y hace coincidir las expectativas con lo que está a punto de suceder”, dijo Niels Chr. Hansen, miembro del Instituto de Estudios Avanzados de Aarhus (Aarhus Institute of Advanced Studies) y uno de los dos autores principales del artículo. “Este hallazgo desafía las suposiciones anteriores de que los temas musicales se sienten terminadas solo después de que ha comenzado la siguiente.”
Hansen y su equipo centraron su investigación en una de las unidades básicas de la música, “la frase musical”: una secuencia o patrón de sonidos que forman un “pensamiento” musical distinto dentro de una melodía. Como una oración, una frase musical es una parte coherente y completa de un todo más grande, pero puede terminar con cierta incertidumbre sobre lo que sigue en la melodía.
La nueva investigación muestra que los oyentes usan estos momentos de incertidumbre, o alta entropía, para determinar dónde termina una frase y comienza otra.
“Solo sabemos un poco sobre cómo el cerebro determina cuándo comienzan y terminan las cosas”, dijo Hansen. “Aquí, la música proporciona un dominio perfecto para medir algo que de otro modo sería difícil de medir, a saber, la incertidumbre.”
Para estudiar el poder predictivo musical del cerebro, los investigadores hicieron que 38 participantes escucharan, nota por nota, las melodías corales de Bach. Los participantes podían pausar y reiniciar la música presionando la barra espaciadora en el teclado de un ordenador. A los participantes se les dijo que luego se les haría una prueba sobre qué tan bien recordaban las melodías. Esto permitió a los investigadores utilizar el tiempo que los participantes dedicaron a cada tono como una medida indirecta de su comprensión del “fraseo musical”.
En un segundo experimento, 31 participantes diferentes escucharon las mismas frases musicales y luego evaluaron qué tan completas sonaban. Los participantes juzgaron que las melodías que terminaban en tonos de alta entropía eran más completas y se demoraron más.
“Pudimos demostrar que las personas tienden a experimentar tonos de alta entropía como terminaciones de frases musicales”, explica Haley Kragness, investigadora postdoctoral en la Universidad de Toronto Scarborough y la segunda autora principal del artículo. “Esta es una investigación básica que nos hace más conscientes de cómo el cerebro humano adquiere nuevos conocimientos no solo de la música, sino también en lo que respecta al lenguaje, los movimientos u otras cosas que suceden a lo largo del tiempo.”
A largo plazo, los investigadores esperan que los resultados se puedan utilizar para optimizar la comunicación y las interacciones entre las personas o, alternativamente, para comprender cómo los artistas pueden “burlarse o engañar” al público.
“Este estudio muestra que los humanos aprovechan las propiedades estadísticas del mundo que los rodea no solo para predecir lo que es probable que suceda a continuación, sino también para analizar flujos de entrada continua y compleja en segmentos de información más pequeños y manejables”, concluye Hansen.
Otros colaboradores del estudio fueron Laurel Trainor (Universidad McMaster, Canadá), Peter Vuust (Universidad de Aarhus, Dinamarca) y Marcus Pearce (Universidad Queen Mary de Londres).
Más que pseudociencia
Durante mucho tiempo la ciencia nos ha dicho que los humanos no podemos predecir el futuro, sin embargo estudios como este nos demuestran todo lo contrario. Es más, científicos están trabajando en las capacidades psíquicas de las personas. En los últimos años, Aram Galstyan, director de la División de Inteligencia Artificial del Instituto de Ciencias de la Información de Viterbi (ISI) de la Universidad del Sur de California ha dirigido a un grupo de investigadores en un proyecto llamado “Anticipación Sinérgica de Eventos Geopolíticos (SAGE), para intentar predecir el futuro utilizando no expertos. El proyecto SAGE se basa en participantes humanos que interactúan con herramientas de aprendizaje automático para hacer predicciones sobre eventos futuros.
Su investigación ha demostrado ser bastante útil y las predicciones de la gente en gran medida acertaron. Los no expertos predijeron con precisión que Corea del Norte lanzaría una prueba de misiles antes de julio; Corea del Norte lo lanzó en mayo. Fue el primer lanzamiento de misiles del país en siete meses, y tuvo lugar pocos días después de que apareció la pregunta en SAGE.
SAGE está financiado por la Actividad de Proyectos de Investigación Avanzada de Inteligencia (IARPA), que invierte en proyectos de investigación para la inteligencia de EE.UU. IARPA está interesada en desarrollar tecnología de pronóstico que haga predicciones, basadas en un gran número de usuarios humanos, que sean más precisas y rápidas que un solo experto en sujetos humanos. Tener la capacidad de predecir eventos geopolíticos podría ayudar a la comunidad de inteligencia a tomar decisiones de seguridad nacional mejores y más informadas. Este es otro ejemplo más de que todos poseemos la capacidad de predecir el futuro, solo que hay que aprender a explotarlo.
¿Tienes la capacidad de predecir el futuro? No dudes en escribir tus experiencias a continuación.
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