Sona Dimidjian, Directora del Instituto, Renée Crown Wellness Institute y Profesora, Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Colorado Boulder habló a continuación. Declaró que las enseñanzas de Su Santidad han inspirado a personas de todo el mundo a sentir curiosidad por los beneficios de la compasión en la educación. Mientras tanto, sus conversaciones con los científicos han inspirado nuevas investigaciones que han demostrado los impactos positivos del entrenamiento de la compasión.

Afirmó que ella y sus colegas habían querido crear un programa que profundizara sus prácticas de compasión como base para toda su enseñanza y para crear escuelas seguras, inclusivas y justas. Trabajaron en asociación con educadores y expertos en la práctica de la compasión para diseñar un programa de un año llamado «Cultivar la compasión y la dignidad en nosotros mismos y en nuestras escuelas», en un esfuerzo por llevar la compasión a la corriente principal de la educación. Invitó a Su Santidad a hablar sobre la importancia de la compasión en la educación,

“Gracias”, comenzó, “me hace un gran honor al darme esta oportunidad de hablar sobre los valores internos. Es bastante simple; Creo que todos los seres sintientes, de hecho, todos los seres vivos de nuestro planeta, incluidas las flores y los árboles que, según nuestra percepción, no tienen conciencia, aprecian estar en paz. Quizás fue un ruso quien me dijo que si regañas a una planta todos los días y hablas con dulzura a otra similar, se desarrollan de manera diferente. En pocas palabras, si cuidamos las plantas, crecen bien. Si los descuidamos, mueren.

“Todos los mamíferos de nuestro planeta quieren sobrevivir y estar en paz es crucial para sobrevivir. La realidad es que nada más nacer, nuestras madres nos cuidan y nos tratan con compasión. Si fuera de otra manera, moriríamos. Gradualmente, a medida que crecemos, desarrollamos relaciones compasivas con los miembros de nuestra familia, que a su debido tiempo se extienden a otros miembros de la comunidad.

“En el pasado, se ha producido una gran cantidad de violencia y asesinatos por ira y odio. Algunas personas pueden pensar que la ira aporta energía a una situación, pero solo es efectiva a corto plazo. En estos días los seres humanos quieren la paz porque la paz es la base de la vida. Para desarrollar un mundo más pacífico también debemos mirar hacia adentro. Cuando nuestras mentes están en paz, en una crisis, incluso si hay un arma a mano, no estaremos dispuestos a usarla.

“En última instancia, la base de la paz mental es la bondad amorosa. Todos los días, tan pronto como me despierto, medito en la compasión, y me trae paz y tranquilidad. No se trata solo de estar libre de perturbaciones, sino de ser movido por el amor y la compasión. La paz mental no es solo un tema religioso; sustenta la supervivencia de la humanidad. Incluso aquellos que nos preocupan son seres humanos y merecen nuestra compasión.

“Aunque pueda parecer que la ira trae energía, si la miramos más de cerca, veremos que es la paz interior la que nos trae la fuerza interior. La energía que trae la ira no solo es de corta duración, sino que también puede volverse autodestructiva.

“En mi experiencia, la práctica de la compasión es muy útil. Todo el mundo quiere vivir una vida pacífica y la compasión es un factor clave para cumplir ese deseo. Ya sea que esté preocupado por promover su propio bienestar o el bienestar de los demás, en el fondo se trata de tener una intención altruista. De manera similar, ya sea que esté preocupado por su bienestar inmediato o a largo plazo, si puede cultivar una mente genuinamente altruista, un corazón bondadoso, a corto plazo sentirá una sensación de paz dentro de usted. El beneficio a largo plazo se manifiesta en el bienestar físico y una buena salud sólida.

“Ya sea en relación con el bienestar individual o el bienestar de la sociedad, reconocemos que cuando alguien cultiva activamente un corazón bondadoso, cambia la atmósfera que lo rodea. Por eso podemos decir que una intención altruista, un corazón bondadoso, es una fuente de bienestar general.

“En mi propia vida, muy a menudo en las primeras horas de la mañana, imagino al Buda en forma de estatua ante mí diciéndome las siguientes palabras:

«Todos los que sufren en el mundo lo hacen por el deseo de su propia felicidad. Todos los felices del mundo lo son por el deseo de la felicidad de los demás». 8/129

«Para aquellos que no cambian su propia felicidad por el sufrimiento de los demás, la Budeidad es ciertamente imposible; ¿cómo podría haber felicidad en la existencia cíclica?

Pasando así de la felicidad a la felicidad, ¿qué persona pensante desesperaría, después de montar el caballo, la mente despierta, que se lleva todo el cansancio y el esfuerzo? 30/7

“Si cultivas un corazón bondadoso, a corto plazo te traerá tranquilidad y un sistema inmunológico más resistente. Por otro lado, si su mente está agitada y perturbada, ni siquiera podrá disfrutar de su comida. Y si estás realmente enojado, incluso podrías romper el plato en el que te sirvieron.

“Los versos anteriores provienen de un libro del maestro indio Shantideva. Los recito todos los días, incluidos los siguientes:

“¿Por qué decir más? Observe esta distinción: entre el tonto que anhela su propio beneficio y el sabio que actúa en beneficio de los demás. 8/130 «

Su Santidad comentó que incluso los animales aprecian la bondad. Si eres amable con un perro, mueve la cola. Si lo regañas, se le cae la cola. Sugirió que cuando somos jóvenes la bondad amorosa es crucial, pero a medida que crecemos, le prestamos menos atención. Esto es un error. Después de todo, el propósito de la educación debería ser contribuir a nuestra tranquilidad. Por lo tanto, debemos prestar más atención a la cordialidad.

Somos animales sociales que tenemos que convivir. Esa es la realidad. Los siete mil millones de seres humanos debemos vivir como hermanos y hermanas. Si solo pensamos en política, dinero y armas, nunca podremos resolver ninguno de nuestros problemas.

“Por lo tanto”, concluyó Su Santidad, “estoy dedicado a promover la cordialidad en nuestro día a día. Esto es a lo que debemos prestar atención ”.

Sona Dimidjian presentó a varios maestros y educadores que tenían preguntas que hacer. Para empezar, Su Santidad reconoció la necesidad de mantener las buenas intenciones al frente de la mente. Señaló que la paciencia y la tolerancia, por ejemplo, se derivan de la compasión, pero solo son relevantes y efectivas cuando nos enfrentamos a dificultades. No necesitamos ser pacientes cuando las cosas van bien. Esto es similar a tomar medicamentos únicamente cuando estamos enfermos.

Señaló que es reconocer el sufrimiento de los demás lo que nos impulsa a ser compasivos. El sufrimiento no se puede superar utilizando la fuerza y ​​desplegando armas. Tenemos que cultivar una mente compasiva y esta, la fuente de la paz interior, es lo que nos conducirá a un mundo más pacífico.

Además de estar ansioso por aprender sus lecciones, Su Santidad observó que los estudiantes, simplemente como seres humanos, aprecian la compasión. Cuando su maestro revela una actitud compasiva, combinada con un sentido de responsabilidad y preocupación por las perspectivas más amplias de sus estudiantes, responderán positivamente. Sin embargo, si sienten que el maestro no tiene tal preocupación y solo se preocupa por ganar su salario, los estudiantes no podrán salir de la clase lo suficientemente rápido.

“Durante mis propias lecciones de niño con mi tutor”, divulgó Su Santidad, “me mostró una gran amabilidad. Y como resultado, quería pasar más tiempo con él. Tal afecto juega un papel clave para hacernos sentir felices y seguros.

“Si se me permite decirlo, el Dalai Lama es popular, no porque quiera serlo, sino porque la gente siempre ve una sonrisa en mi rostro. Y eso es porque cultivo el cariño «.

Su Santidad reiteró que si los maestros no solo enseñan de acuerdo con el plan de estudios, sino que también están genuinamente preocupados por el bienestar de sus estudiantes, florecerán relaciones estrechas entre ellos. Y cuando un maestro está genuinamente dedicado al mejoramiento de la humanidad, naturalmente tratará a sus estudiantes con dignidad.

Con respecto a la justicia y la compasión, en el pasado se hablaba menos de valores internos. En cambio, la gente se basó en la sospecha y el uso de la fuerza. Pero el mundo ha cambiado y ahora la amabilidad tiene un papel mucho más importante. Las actitudes son más realistas y más maduras. Existe una comprensión más clara de la importancia de lograr la tranquilidad. También hay una mayor conciencia de que la compasión es fundamental en la naturaleza humana. Cultivar una motivación más compasiva conduce a una mayor verdad y honestidad.

Al abordar las preocupaciones de hacer que toda una escuela sea más compasiva, Su Santidad repitió que, dado que la educación tiende a tener objetivos materialistas, también debe valorar e incluir la calidez de corazón. La compasión produce paz mental y esa paz interior fomenta la salud y el bienestar entre profesores y estudiantes. Declaró su firme convicción de que es posible adoptar un nuevo enfoque de la educación que tenga sus raíces en la cordialidad.

Añadió que la compasión es la base del coraje y la determinación. Estas cualidades son necesarias porque el sufrimiento no se puede superar de inmediato. Tenemos que ser realistas. Debemos buscar sus causas y desarraigarlas. Esto es algo que los seres humanos podemos hacer porque tenemos inteligencia y confianza en nosotros mismos.

Su Santidad reiteró que lo más importante para enseñar a los niños acerca de la compasión es la necesidad de combinar la inteligencia humana con el cariño.

Sona Dimidjian agradeció a Su Santidad por su contribución a la conversación que había tenido lugar y le pidió a Stephen Butler, Director Ejecutivo del Compassion Institute, que ofreciera algunas reflexiones finales. También agradeció a Su Santidad por la idea de que la calidad humana fundamental de la compasión tiene el poder de transformar nuestras vidas y el mundo. Expresó el deseo de que Su Santidad tenga una vida larga y estable y que todos trabajemos al máximo para establecer la compasión como semilla, alimento y fruto de una humanidad más amable y solidaria.

En conclusión, Su Santidad respondió que para que los seres humanos sean más felices, la educación debe combinarse con la cordialidad. El objetivo es que las personas cultiven mentes más sanas y pacíficas. El miedo da lugar a la ira y la ira destruye la paz mental. Cuanto más compasivos seamos, menos temerosos seremos y mayor será nuestra fuerza interior y confianza en nosotros mismos. El punto es ser una persona feliz, segura de sí misma y valiente.

“Si aquellos de ustedes que han participado en el debate de hoy o simplemente lo han escuchado”, comentó Su Santidad, “sienten que todo lo que hemos dicho es razonable, por favor, piénselo, familiarícese con él y compártelo con nosotros. su familia y amigos.

«Gracias. Hasta luego.»

https://www.dalailama.com/news/2021/compassion-and-dignity