El informe «Lindano. Presente de un legado tóxico» analiza la presencia del lindano, y de otros isómeros del hexaclorociclohexano generados en su fabricación, en las demarcaciones hidrográficas españolas durante el año 2019. Se trata de una sustancia peligrosa que fue utilizada masivamente como insecticida con fines agrícolas y no agrícolas. Desde su prohibición se considera un residuo tóxico presente aún en las demarcaciones hidrográficas españolas en 2019.
Año tras año, los resultados siguen mostrando que la contaminación con lindano de las aguas superficiales y subterráneas españolas requieren una urgente descontaminación de residuos, suelo y agua. De hecho, en algunas cuencas, la presencia de este tóxico ha aumentado.
El documento presentado por Ecologistas en Acción apunta la necesidad de incrementar la vigilancia y establecer medidas de reducción y eliminación de este peligroso tóxico. Por ello, la organización ecologista reclama a las administraciones responsables de los ríos y aguas subterráneas, así como al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, acciones urgentes que reduzcan la exposición a un contaminante que pone en grave riesgo la salud humana, causando, a su vez, un considerable deterioro en el medio ambiente.
Sustancia tóxica
La fabricación del lindano comercial es altamente ineficiente ya que por cada tonelada de esta sustancia (isómero gamma) se obtienen entre seis y diez toneladas de otros isómeros (las otras formas de hexaclorociclohexano, es decir alfa, beta, delta, épsilon…).
La toxicología regulatoria de la Unión Europea considera esta sustancia como tóxica si se ingiere, muy tóxica para la vida acuática con efectos duraderos, perjudicial en contacto con la piel, nociva si se inhala, que puede causar daños a los niños lactantes e igualmente producir daños a los órganos por una exposición prolongada o repetida.
El lindano ha sido clasificado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) como cancerígeno en seres humanos (grupo 1). La misma agencia indica que existen suficientes pruebas en seres humanos en lo relativo a su carcinogenicidad respecto al linfoma no hodgkidiniano.
Es una sustancia organoclorada prohibida desde 2008 en la UE y clasificada como sustancia peligrosa prioritaria. Está recogida con el n.º 18 en el anexo X de la Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/CE).
El lindano tiene una gran persistencia y, por tanto, su biodegradación es lenta. La toxicidad causa efectos adversos en la mayoría de las especies animales y en el medio natural en general. También presenta una elevada volatilidad. Además su alta afinidad por las grasas, al unirse fácilmente a este tipo de tejido facilita que estos compuestos se acumulen en la cadena trófica y que su concentración se eleve en niveles tróficos superiores. De hecho, en los años 70 del pasado siglo se llegó a detectar la presencia de estos compuestos en la grasa de los pingüinos de la Antártida.
Prohibido por la UE en 2008 el lindano sigue presente en las demarcaciones hidrográficas españolas