La geoingeniería a gran escala podría mitigar lo desatado por el cambio climático, pero las consecuencias podrían ser igualmente desastrosas.
Es mucho más barato cambiar artificialmente el clima mundial de lo que probablemente piensas. Tan barato, de hecho, que una científica cree que algunos países pronto podrían aplicar la geoingeniería al planeta en respuesta al cambio climático.
Kate Ricke, investigadora de la Institución de Oceanografía Scripps, le dijo a Wired que dado que la geoingeniería es realmente tan asequible, los países inevitablemente optarán por hacerlo. Sin embargo, las consecuencias de hacerlo podrían ser… bueno, como mínimo complicadas.
«Simplemente me cuesta ver con la economía el cómo se puede evitar», dijo Ricke a la revista. «Para mí, eso significa que es realmente urgente hacer más investigaciones al respecto».
Para realizar la geoingeniería del planeta, todo lo que tiene que hacer una nación es inyectar aerosoles como sulfatos en la estratosfera. Allí, los aerosoles se dispersarían por toda la atmósfera de la Tierra, donde rebotarían la radiación del Sol, enfriando así, en teoría, el planeta.
Puede parecer ciencia ficción, pero este mismo fenómeno se puede ver cuando las temperaturas globales bajan después de una gran erupción volcánica.
No obstante, este tipo de modificación artificial podría resultar en un empeoramiento de las condiciones climáticas en ciertas partes del mundo. También podría causar una dependencia global de la geoingeniería —lo que significa que si alguna vez somos incapaces de rociar sulfatos en la atmósfera, podríamos ver eventos de extinción masiva y los cultivos morir—.
Más investigación
Es por eso que Ricke insta a la comunidad científica a dedicar más investigación a la geoingeniería, especialmente si va a ser inevitable.
«Para tener una toma de decisiones colectiva a escala global, se necesita una ciencia que todos consideren legítima», señaló, agregando que «no estamos en ese punto, ni mucho menos, con la geoingeniería».
Al final del día, parece más una solución de curita para el mayor problema del cambio climático, una que podría permitirnos evitar hacer el arduo trabajo de disminuir las emisiones de carbono de raíz. Y si miramos a lo que nos advierte la ficción sobre este tipo de prácticas, el panorama no mejora para la humanidad.
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