Éste es el primer superdeportivo volador que puede convertirse en realidad, una máquina diseñada para que individuos con mucha pasta vuelen entre ciudades cercanas en lugar de usar un helicóptero, avión privado o un coche.
Se llama Volar, un nombre que queda muy bien entre los anglosajones aunque para los hispanohablantes nos suena bastante absurdo. Lo quiere fabricar la compañía británica Bellwether Industries, que afirma que acaba de probar con éxito el primer prototipo, fabricado a escala 1:2.
Cómo funciona y para qué sirve
De hecho, la compañía asegura que ha realizado ocho vuelos de prueba en Dubai y que ‘pronto mostrarán vídeo’ de estas pruebas. Según Bellwether — una startup que comenzó a andar en 2019 pero cuyos fundadores comenzaron a construir conceptos similares en 2013 — estos tests han sido realizadas después de un año de vuelos con modelos con cordón umbilical.
Aunque ahora lo hayan probado sin cordón, los vuelos de prueba en Dubai no han sido muy inspiradores: el Volar estaba controlado por piloto remoto, voló a cuatro metros del suelo y a una velocidad de sólo 40 kilómetros por hora.
Bellwether afirma que la versión actual tiene dos asientos pero la final tendrá de cuatro a cinco asientos. Está diseñado, dicen, para que ejecutivos de alto poder adquisitivo — el precio de la primera versión, que esperan tener en 2030, será “el equivalente de un jet privado” — sustituyan sus BMW 750 y Porsche Panameras en trayectos de 60 a 90 minutos.
El supercoche volador, aseguran, volará a una altitud máxima de 915 metros con una velocidad punta de 220 kilómetros por hora, lo que le haría unas dos veces más rápido que otros coches voladores actualmente en desarrollo.
¿Realidad o ficción?
Al contrario que estos últimos — que parecen copias gigantescas del drones chinos del AliExpress — el Bellwether Volar tiene un diseño que parece salido de una película de ciencia ficción como Blade Runner.
Pero, como Blade Runner, quizás sólo sea ciencia ficción pura por ahora. Una velocidad punta de 220 kilómetros por hora es, ahora mismo, completamente inverosímil en una máquina con este diseño. La duración de vuelo estimada de 60 a 90 minutos con una carga también parece totalmente de ciencia ficción, aunque Kai-Tse Lin — su cofundador y CEO — dice que en estos momentos están ‘abiertos a otras fuentes de energía’, insinuando que no van a depender sólo de baterías y que probablemente tendrán que utilizar células de hidrógeno.
Por otra parte, las tecnologías de materiales, baterías y células de combustible están avanzando a un ritmo casi exponencial. No me extrañaría que, aunque ahora mismo todo esto no es más que vapoware y buenas intenciones, este Volar fuera enteramente posible para su fecha de lanzamiento proyectada de 2030. Otra cosa es que venga de Bellwether — si es que sobrevive — u otro fabricante.
Pero, por lo menos, están pensando más allá de los helicópteros-drones eléctricos con múltiples rotores con los que nos bombardean las startups de Silicon Valley. Y da gusto verlo.
https://www.periodicoelnuevomundo.com/2022/01/el-primer-supercoche-volador-parece.html