El viernes 14 de enero, Mercurio, el planeta de las comunicaciones y los procesos mentales, entró en su fase de retrogradación.
Cuando un planeta se coloca retrógrado, quiere decir que va hacia atrás en el zodíaco, y si bien es un movimiento ilusorio, desde el punto de vista psicológico sus efectos son muy tangibles.
Mercurio empezó a retroceder en el signo de Acuario, y el 26 de enero, entra de regreso a Capricornio, donde seguirá retrocediendo hasta el 4 de febrero, cuando volverá a avanzar, es decir, estará en su movimiento directo.
La mayoría de cada año, Mercurio se encuentra en movimiento directo; generalmente tres veces al año, se coloca retrógrado, por espacio de 21 días.
Cuando Mercurio retrograda, es un momento ideal para la reflexión, para concebir ideas que luego podemos llevar a la práctica, para planificar cambios en algunas áreas de nuestra vida, es decir, que en general, es un tiempo de renovación en lo interno de nuestra mente, para que luego se haga realidad en lo externo.
Por supuesto, que al hacer mayor énfasis en lo interno, con Mercurio retrógrado tendemos a descuidar un tanto lo que nos rodea, y se generan las célebres fallas de comunicación, por eso, en este ciclo, debemos hacer un esfuerzo adicional para prestar atención a nuestro entorno.
La retrogradación de Mercurio en Acuario nos puede hacer concebir ideas geniales, atrevidas, que pueden romper con lo tradicional y lo trillado; asimismo favorece un proceso de reformulación con nuestro círculo social, y nos puede generar el deseo de integrarnos a nuevos grupos y hacer nuevas amistades.
Cuando Mercurio entre a Capricornio en retroceso, nos ayudará a romper estructuras mentales que nos mantienen en posturas rígidas frente a ciertas áreas de nuestras vidas, es el primer paso `para un cambio a fondo en nuestra rutina de vida y en el rumbo de nuestro destino, y eso nos puede dar más adelante un empujón para destacar en nuestras actividades profesionales y laborales.
Recordemos que la fase de retrogradación no es para iniciar los cambios, es para concebirlos, planificarlos, para generar el entusiasmo interno que nos ayude luego, cuando Mercurio avance, a hacer realidad todos esos proyectos que hemos concebido.
Pudiera ocurrir que aquello que hemos ideado en la fase de retrogradación de Mercurio, luego lo dejemos de lado y no se quede más que en fantasías, por eso, es importante tomar conciencia de las energías presentes, para mantener la motivación y aprovechar el empujón que nos lleve a hacer realidad aquello que hemos concebido en la mente.
Cuando Mercurio vuelva a avanzar el 4 de febrero, lo hará en Capricornio, y eso será favorable para llenarnos de la disciplina y perseverancia necesarias para hacer realidad todo lo que hayamos ideado.
Esta retrogradación de Mercurio es muy especial: se da la feliz coincidencia de que también Venus se encuentra retrocediendo; ambos coincidirán en esta fase hasta el 29 de enero, cuando Venus vuelve a avanzar, mientras Mercurio seguirá retrógrado unos días más hasta el 4 de febrero.
Esta coincidencia entre el 14 de enero al 29 del mismo mes, de Mercurio (mente) y Venus (sentimiento) en retroceso, será excelente para que todo aquello que concibamos, cambios, proyectos, nuevas metas, tengan una importante carga afectiva que nos ayudará a hacer realidad nuestros propósitos, pues todo aquello que tiene “corazón” florece con más fuerza.
Además, la unión energética de Venus y Mercurio (estarán en el mismo signo, Capricornio, entre el 26 al 29 de enero, en fase retrógrada) intensificará la tendencia a una renovación a fondo en nuestras relaciones humanas, que es el punto clave para todo proceso de cambio en nuestras vidas, un verdadero refrescamiento que nos dará mayor motivación y nos sacará de la rutina. ¡No dejes pasar esta oportunidad!
http://termometrozodiacal.blogspot.com/2022/01/un-mercurio-retrogrado-muy-especial.html