La mayoría de las personas están familiarizadas con los cinco sentidos (tacto, vista, oído, olfato y gusto), pero no todos saben que tenemos un sentido adicional llamado interocepción.

Crédito: Zac Durant.

Este es el sentido del estado interno de nuestro cuerpo. Nos ayuda a sentir e interpretar las señales internas que regulan las funciones vitales de nuestro cuerpo, como el hambre, la sed, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.

Aunque no le prestamos mucha atención, es un sentido extremadamente importante, ya que garantiza que todos los sistemas del cuerpo funcionen de manera óptima. Para ello, nos alerta cuando nuestro cuerpo puede estar desequilibrado, por ejemplo, haciéndonos tomar un trago cuando tenemos sed o diciéndonos que nos quitemos el jersey cuando sentimos demasiado calor.

La interocepción también es importante para nuestra salud mental. Esto se debe a que contribuye a muchos procesos psicológicos, incluida la toma de decisiones, la capacidad social y el bienestar emocional.

Este sentido es exclusivamente interno, es la percepción del estado de los órganos internos del cuerpo, que experimentamos en forma de sensaciones.

La interocepción interrumpida incluso se informa en muchas afecciones de salud mental, que incluyen depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. También puede explicar por qué muchas condiciones de salud mental comparten síntomas similares, como trastornos del sueño o fatiga.

Aún así, y a pesar de lo importante que es para todos los aspectos de nuestra salud, se sabe poco acerca de si los hombres y las mujeres difieren en la precisión con la que perciben las señales internas de su cuerpo.

Diferencias entre sexos

Ahora, para obtener una imagen más clara, un equipo científico ha combinado datos de 93 estudios que analizaron la interocepción en hombres y mujeres.

«Nos enfocamos en estudios que analizaron cómo las personas perciben las señales del corazón, los pulmones y el estómago en una variedad de tareas diferentes», explicó Freya Prentice, candidata a doctorado en el Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street del UCL.

Por ejemplo, algunos estudios hicieron que los participantes contaran los latidos de su corazón, mientras que otros les pidieron que determinaran si se produjo una luz intermitente cuando su estómago se contrajo, o probaron si podían detectar una diferencia en su respiración mientras respiraban en un dispositivo que hace que sea más difícil. hacerlo normalmente.

Crédito: Külli Kittus.

«Nuestro análisis encontró que la interocepción, de hecho, difiere entre hombres y mujeres. Las mujeres fueron significativamente menos precisas en las tareas centradas en el corazón (y hasta cierto punto en las tareas centradas en los pulmones) en comparación con los hombres. Estas diferencias no parecen explicarse por otros factores, como el esfuerzo de los participantes durante la tarea o las diferencias fisiológicas, como el peso corporal o la presión arterial», dijo la coautora y profesora de psicología Jennifer Murphy de Universidad Royal Holloway de Londres.

«Aunque encontramos diferencias significativas entre las tareas de latidos del corazón, los resultados para otras tareas fueron menos claros. Esto podría deberse a que solo una pequeña proporción de estudios ha analizado la percepción de los pulmones y el estómago. Puede que sea demasiado pronto para decir si los hombres y las mujeres difieren en su percepción de estas señales», añadió.

Salud mental

Estos hallazgos pueden ser importantes para ayudarnos a comprender por qué muchas afecciones de salud mental comunes (como la ansiedad y la depresión) son más frecuentes en las mujeres que en los hombres a partir de la pubertad.

Se han propuesto varias teorías para explicar esto —como la genética, las hormonas, la personalidad y la exposición al estrés o la adversidad infantil—.

Pero como sabemos que la interocepción es importante para el bienestar, es posible que las diferencias detectadas expliquen en parte por qué más mujeres sufren de ansiedad y depresión que hombres. Esto se debe a que las dificultades con este «sexto sentido» pueden afectar muchas áreas, incluidas la función emocional, social y cognitiva, que son factores de riesgo conocidos para muchas afecciones de salud mental.

Crédito: Tiago Bandeira.

Conocer las diferencias en cómo los hombres y las mujeres perciben las señales interoceptivas también puede ser importante para el tratamiento de enfermedades mentales.

Si bien nuevos estudios sugieren que mejorar la interocepción mejora la salud mental, los estudios también sugieren que los hombres pueden usar señales interoceptivas —por ejemplo, de su corazón— más que las mujeres al procesar sus emociones.

También se han informado otras diferencias, con estudios que sugieren que las mujeres prestan más atención a las señales interoceptivas que los hombres.

Tratamientos

Esto podría significar que los tratamientos que se dirigen o buscan mejorar la interocepción pueden funcionar mejor para algunas personas, o que diferentes técnicas pueden funcionar mejor para otras. Esto es algo que la investigación futura deberá investigar.

Pero aunque sabemos que existen estas diferencias, todavía no sabemos qué las causa. Los investigadores tienen algunas teorías, incluidos los distintos cambios fisiológicos y hormonales que experimentan la mayoría de los hombres y las mujeres. También puede deberse a diferencias en la cantidad de hombres y mujeres a los que se les enseña a pensar sobre sus emociones o señales interoceptivas, como el dolor.

«Comprender mejor todos los factores que afectan la capacidad interoceptiva puede ser importante para desarrollar algún día mejores tratamientos para muchas afecciones de salud mental», concluyen las investigadoras británicas.

El estudio ha sido publicado en la edición de enero de Neuroscience & Biobehavioral Reviews.

Fuente: The Conversation. Edición: MP.