Al final de la obra “República” de Platón, el filósofo Sócrates comparte el mito de Er, un guerrero que murió en la batalla. Doce días después, el hombre vuelve a la vida para contar el otro mundo que había visto. Su alma, dejó su cuerpo para llegar a “un lugar misterioso”, donde otros fueron juzgados por sus hechos y seres luminosos descendieron de lo más alto.
Si bien la experiencia de Er suena como una mera leyenda, personas reales han informado de experiencias sorprendentemente similares, que se extienden a través de culturas y eras enteras en la historia de la humanidad. Desde la antigua Grecia hasta la actualidad, las personas que sobreviven a los encuentros con la muerte en ocasiones relatan una sensación de despojarse del cuerpo físico y entrar en otro reino o dimensión. Algunos describen intensos sentimientos de paz, atravesar un túnel oscuro hacia una luz brillante y volver a experimentar los acontecimientos de la vida con ricos detalles panorámicos. Los científicos y los médicos consideran estos eventos como experiencias cercanas a la muerte o ECM, aunque no comparten la misma opinión sobre su causa. Mientras que algunos médicos creían que era real, la mayoría consideran las ECM como una alucinación causada por el cerebro que intentaba reducir el impacto de la muerte. Lo que ninguno de ellos hizo fue estudiarlo, hasta ahora.
Las ECM’s son reales
Sam Parnia, profesor asistente de medicina de cuidados críticos en la Universidad Estatal de Nueva York, dirigió un estudio sobre la reencarnación y coautor de “Pautas y estándares para el estudio de la muerte y experiencias recordadas de la muerte”, publicado recientemente en la prestigiosa revista científica “Annals of the New York Academy of Sciences”.
“La ciencia de la reanimación ha permitido restaurar la vida de millones de personas después de que sus corazones se detuvieran”, dice el estudio. “Estos sobrevivientes han descrito un conjunto único de recuerdos en relación con la muerte que parecen universales.”
El equipo de investigadores del Dr. Parnia incluía expertos en neurociencias, cuidados intensivos, psiquiatría, psicología, ciencias sociales, humanidades y otras disciplinas. Sabían que la ciencia ahora muestra que las células cerebrales pueden sobrevivir y funcionar durante horas o incluso días después de que el corazón deja de latir y comienza la falta de oxígeno.
Esto permite que las personas que parecen estar muertas sean ‘devueltas a la vida’ con sus cerebros lo suficientemente sanos como para recordar y volver a contar, si es posible, lo que ‘vieron’ o experimentaron durante ese tiempo. Al estudiar la vasta base de datos de estas experiencias relatadas, el Dr. Parnia y su equipo encontraron una serie de puntos en común.
“Las experiencias recordadas que rodean la muerte no son consistentes con alucinaciones, ilusiones o experiencias inducidas por drogas psicodélicas, según varios estudios publicados anteriormente”, continúa diciendo el estudio. “En cambio, siguen un arco narrativo específico que implica una percepción de (a) separación del cuerpo con un sentido de conciencia elevado y amplio y reconocimiento de la muerte; (b) viajar a un destino; (c) una revisión significativa y decidida de la vida, que implica un análisis crítico de todas las acciones, intenciones y pensamientos hacia los demás; una percepción de (d) estar en un lugar que se siente como “hogar”; y (e) un regreso a la vida.”
En un comunicado de prensa, el Dr. Parnia explica que la actividad gamma y los picos eléctricos medidos por electroencefalografía (EEG) a menudo indican los mismos signos que un estado elevado de conciencia durante el tiempo de la ECM. Eso se demostró a principios de este año cuando un hombre anónimo en Estonia murió mientras estaba en una máquina de EEG continuó durante una convulsión y los médicos pudieron registrar inadvertidamente la actividad de un cerebro humano moribundo por primera vez.
Esas ondas cerebrales coincidieron con las oscilaciones de un cerebro en la recuperación de la memoria, el procesamiento de la información y la percepción consciente, las mismas actividades que se ven en los recuerdos de la memoria.
¿Este nuevo estudio es una prueba irrefutable de que las experiencias cercanas a la muerte son recuerdos que pasan ante los ojos? El Dr. Parnia dice que es imposible probar absolutamente la realidad o el significado de las experiencias cercanas a la muerte, pero tampoco es posible negarlas.
“Pocos estudios han explorado lo que sucede cuando morimos de una manera objetiva y científica, pero estos hallazgos ofrecen información intrigante sobre cómo existe la conciencia en los humanos y pueden allanar el camino para futuras investigaciones”, concluye el Dr. Parnia.
Indepenientmente de este u otros estudios, debemos estar agradecidos a todos aquellos que comparten sus experiencias cercanas a la muerte. Gracias a ellos sabemos que la muerte no es el final del camino.