En un nuevo paso para un futuro transhumanista, un estudio publicado por la revista Nature, da muestra del cultivo de tejidos humanos en esqueletos robóticos en movimiento. El experimento fue probado en un biorreactor aplicado al hombro artificial de un robot humanoide que realizaba 30 minutos de ejercicios diarios.
El cultivo de tejidos humanos en placas de Petri plantea para los desarrollos del transhumanismo una importante desventaja y es que las células crecidas en entornos estáticos no están entrenadas para doblarse y moverse como las naturales, por lo que el estudio ha propuesto un nuevo concepto de ingeniería de tejidos precisamente para conseguir esto, que sean más flexibles, informa el sitio web BGR.
La técnica, desarrollada en la Universidad de Oxford, hace crecer a las células directamente sobre esqueletos robóticos en movimiento. Los investigadores construyeron una articulación de hombro artificial que reproduce con precisión los movimientos del hombro humano, encima de esta se aplicó un biorreactor que incluía cadenas de filamentos biodegradables que se extendían entre dos puntos de anclaje. Alrededor de estos filamentos se instaló una cámara que los científicos llenaron con un líquido rico en nutrientes, lo que impulsó el crecimiento de las células.
En el transcurso de dos semanas, el crecimiento de las células estuvo estimulado por medio de 30 minutos de ejercicios al día para que aprendieran a moverse. Al cultivar un tendón o un tejido muscular sobre el robot humanoide, se podría esperar que esas células sean más flexibles y se estiren como las células humanas desarrolladas en el cuerpo de forma natural.
Los desarrolladores esperan que en el futuro, su enfoque pueda ser usado en la producción tanto de injertos de tejido funcional como en el desarrollo de “sistemas robóticos avanzados”.