Los medios de comunicación dominantes se encargan de recordarte constantemente el coste desorbitado del combustible para ir de un punto A a un punto B, el terrible coste del gas y la electricidad para calentar e iluminar tu casa y la caótica experiencia de viajar al extranjero. Junto a los informes meteorológicos apocalípticos cada 30 minutos porque el sol brilla en pleno verano.

Aunque a primera vista algunas de estas cosas pueden parecer sucesos desafortunados que ocurren al azar, la verdad es que todos ellos ocurren por diseño, y los informes oficiales del gobierno junto con los datos históricos lo demuestran.

Los informes sugieren que todo gira en torno a la realización de los «objetivos de carbono cero». Pero eso es otra comedia en sí misma, así que la verdadera razón tiene algo que ver con el avance de la cuarta revolución industrial, donde no poseerás nada y serás aparentemente feliz por ello. Un programa que a Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, le gusta llamar «El Gran Reinicio».

En el Reino Unido, el coste de repostar un coche familiar medio ha aumentado hasta superar las 100 libras. Se le dice al público que esto se debe a la guerra en Ucrania y a las medidas para reducir la dependencia de Europa del petróleo ruso. Pero si eso fuera cierto, ¿cómo se explica esto? –

En agosto de 2022, el precio del barril de crudo era de 89,10 dólares y el precio medio del litro de gasolina en el Reino Unido era de 1,77 libras.

Pero en junio de 2008, el precio del barril de crudo era de 187,04 dólares y el precio medio del litro de gasolina en el Reino Unido era de 1,04 libras (fuente).

Así pues, el precio del barril de crudo ha bajado un 52,3% respecto al de 2008, pero el precio del litro de gasolina ha subido un 70% respecto a 2008.

¿Te das cuenta ahora cómo te mienten cuando el gobierno y los principales medios de comunicación te dicen que este aumento de los costes se debe a la guerra en Ucrania?

La verdad es que la subida vertiginosa del coste del combustible para ir del punto A al punto B, el horrible coste del gas y la electricidad para calentar e iluminar tu casa, y la exageración de los medios de comunicación en torno a la experiencia caótica que implica viajar al extranjero no son unas desafortunadas coincidencias, sino que están diseñadas.

En 2019, el gobierno británico encargó un informe que fue elaborado por la Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres. Titulado «Cero absoluto», el informe profundiza sobre las necesidades requeridas para cumplir el compromiso legal de cero emisiones en 2050.

Entre otras cosas, el informe establece que todos los aeropuertos deben cerrar entre 2020 y 2029, con la excepción de los aeropuertos de Heathrow, Glasgow y Belfast, que sólo pueden permanecer abiertos con la condición de que los traslados hacia y desde el aeropuerto se realicen por tren.

Luego, todos los aeropuertos restantes deberán cerrar entre 2030 y 2049, ya que para cumplir el compromiso legal de cero emisiones para 2050, todos los ciudadanos del Reino Unido deberán «dejar de utilizar los aviones» durante un periodo de tiempo considerable.

El informe también afirma que el desarrollo de los vehículos de gasolina/diésel debe detenerse. Como todos sabemos, el gobierno del Reino Unido ya ha introducido en la ley que los vehículos de gasolina/diésel no podrán seguir fabricándose después de 2030.

¿Qué mejor manera de conseguir que se cierren los aeropuertos y que todo el mundo se pase a los vehículos eléctricos que provocar un caos absoluto a la hora de viajar al extranjero y aumentar artificialmente el coste de la gasolina y el gasóleo?

La Agencia Internacional de la Energía también ha pedido recientemente a los gobiernos de todo el mundo que «confinen» a los ciudadanos para que reduzcan el uso del petróleo y cumplan los objetivos del «cambio climático».

En la actualidad, la AIE actúa como asesor político de sus Estados miembros, entre los que se encuentran el Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, así como las principales economías emergentes.

En marzo de 2022, la AIE publicó un informe titulado «Un plan de 10 puntos para reducir el uso del petróleo».

Así es como la organización ha descrito el informe

«Ante la crisis energética mundial emergente desencadenada por la invasión rusa de Ucrania, el plan de 10 puntos de la AIE para reducir el uso del petróleo propone 10 acciones que pueden llevarse a cabo para reducir la demanda de petróleo con un impacto inmediato – y proporciona recomendaciones sobre cómo estas acciones pueden ayudar a allanar el camino para poner la demanda de petróleo en una trayectoria más sostenible a largo plazo.»

Y aquí hay una infografía de su plan propuesto de 10 puntos –

                                                                       Fuente

Reducción de los límites de velocidad en las autopistas en unos 10 kilómetros por hora; más trabajo en casa; cambios en las calles para fomentar los desplazamientos a pie y en bicicleta; domingos sin coches en las ciudades y restricciones en los demás días; reducción de las tarifas de transporte; políticas que fomenten el uso compartido del coche; reducción de los viajes de negocios en avión.

Esto se parece mucho a una versión «climática» de los confinamientosde Covid-19, ¿no es así?

Proponemos que ya estamos en medio de confinamientos «climáticos» furtivos y el público simplemente no se ha dado cuenta todavía.

¿Es sólo una coincidencia que cuatro meses después de la publicación del informe “Cero Absoluto” 2019, el gobierno del Reino Unido introdujo la Ley de Coronavirus y puso en marcha un confinamiento nacional que diezmó la industria de los viajes?

Una lectura rápida del informe sugiere ciertamente que la verdadera razón de los confinamientos puede haber sido que el gobierno pueda cumplir su compromiso legal de reducir las emisiones.

¿No te parece extraño que las políticas draconianas de Covid-19 también hayan contribuido al clima y que ahora se pregonen las mismas soluciones para hacer frente a la invasión rusa de Ucrania y alcanzar objetivos climáticos absurdos?

Estas «soluciones» propuestas para el cambio climático, Covid-19 y ahora la guerra de Rusia son todas exactamente las mismas: golpear a los pobres y a la clase media con más restricciones para viajar, menos libertad y aún más entrega de poder a los reguladores gubernamentales no elegidos.

No se trata de tu salud ni de la salud del planeta, sino de la riqueza y, en última instancia, del control.

«No poseerás nada y serás feliz», declara una predicción del Foro Económico Mundial («FEM») anunciada por primera vez en 2016.

Imagine un mundo en el que la propiedad privada ha sido abolida en gran medida y sustituida por la «servitización«. Ya no eres dueño de nada. Se paga una tarifa para el alquiler de los mismos. La sociedad ya está siendo empujada en esta dirección.

Imagina si casi todo lo que posees funciona así.

Pagas una cuota de suscripción para utilizar lo que sea comunal. No tienes propiedad. Las corporaciones lo hacen, o el Partido lo hace. Todo el mundo paga dinero, una y otra vez, para utilizar la misma unidad de producción. El metaverso de Zuckerberg es prácticamente la máxima expresión de este fenómeno de búsqueda de rentas.

A los arquitectos de las altas finanzas les interesa que siempre consumas cosas una y otra vez, aunque no las necesites realmente.

Es por eso que, aunque todavía veamos a las cabezas parlantes proclamando nuestra inminente perdición si no hacemos algo por el medio ambiente, miles de millones de dólares en artilugios tecnológicos son producidos por trabajadores de talleres clandestinos en China, enviados al oeste en gigantescos buques portacontenedores que queman aceites combustibles muy calientes que contaminan millones de turismos, consumidos por vanidad, y luego arrojados al vertedero al cabo de unos años junto con todos los demás smartphones, portátiles y tabletas de dos años.

Este modelo ha funcionado durante un tiempo, pero tiene un defecto fatal. La gente financió su consumo asumiendo una deuda masiva e insostenible. Estas burbujas de deuda siempre estallan.

¿Cómo se concibe una sociedad financieramente metaestable en la que la gente siempre está pagando por las cosas? ¡Simple! Usted impide que la gente común acumule riqueza sustituyendo la propiedad por un modelo de suscripción y haciendo que los ahorros de la gente caduquen.

Los principales medios de comunicación nos recuerdan constantemente que el coste del combustible para ir del punto A al punto B se ha disparado, que el coste del gas y la electricidad para calentar e iluminar nuestra casa es terrible y que viajar al extranjero es una experiencia caótica.

Aunque a primera vista estas cosas pueden parecer sucesos desafortunados que ocurren al azar, la verdad es que todos ocurren por diseño, y los informes oficiales del gobierno y los datos históricos lo demuestran.

Los informes sugieren que se trata de alcanzar los «objetivos de carbono cero». Pero eso es otra comedia en sí misma, se trata de avanzar en la cuarta revolución industrial, donde no se posee nada y se es aparentemente feliz con ello.

Una agenda que a Klaus Schwab, el fundador del Foro Económico Mundial, le gusta llamar «El Gran Reinicio».

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Traducción: verdadypaciencia

http://www.verdadypaciencia.com/2022/08/los-documentos-gubernamentales-demuestran-que-la-crisis-del-coste-de-la-vida-se-esta-aplicando-para-avanzar-en-el-gran-reinicio-del-fem-del-foro-economico-mundia.html