Por Michael Mustapich.- El 28 de septiembre de 2022, La agencia de noticias Yonhap TV informó sobre la incautación de las llamadas “cápsulas de carne humana” en Corea del Sur, después de dos años del último suceso relacionado con este contrabando.
Las cápsulas de carne se fabrican a partir de fetos humanos que han sido abortados de manera natural o inducida. En China existe un mercado negro activo que comenzó a exportar este producto a otros países. Se han encontrado en Vietnam y en Corea del Sur, donde la Aduana las incautó por primera vez en 2011, causando gran indignación entre la opinión pública.
Tras los primeros casos de contrabando de esta sustancia. Un equipo del canal de televisión surcoreano SBS realizó una investigación encubierta y expuso el horripilante método de fabricación de estas cápsulas y parte del entramado de este comercio.
Haciéndose pasar por clientes, el equipo viajó hasta una pequeña ciudad del norte de China para comprar las píldoras a una mujer que trabajaba en un hospital.
En su departamento, la mujer extrae del refrigerador los sacos plásticos y dice:
“Después de tomar dos tabletas al día, sentirá la diferencia después de solo una semana”
El olor nauseabundo que despiden las bolsas impregnan la habitación.
En las bolsas se pueden ver fetos abortados, uno de ellos de 7 meses. Para producir las cápsulas, los fetos serán cortados en pedazos y luego se secarán y se trituraran hasta formar el polvo que contienen dentro.
Según la creencia popular, estas cápsulas son capaces de retrasar el envejecimiento e incluso de combatir enfermedades como el cáncer. También se cree que cuanto más cerca del nacimiento está el feto con las que se elaboran, más poderosa es la cura.
La política del hijo único en China hizo que los fetos abortados para elaborar estas píldoras sean fáciles de conseguir en el mercado negro. Los 13 millones de abortos al año junto a la corrupción y al inescrupulo de trabajadores hospitalarios y farmacéuticos posibilitan que el stock de fetos sea constante.
Carne humana
La investigación encubierta se realizó en varias ciudades del norte de China, como Yanji, Jilin, Qingdao y Tianjin.
Las farmacias de medicina tradicional china son, en algunos casos, el lugar donde comprar estas cápsulas de carne humana. En ellas podemos encontrar además otra forma de venta ilegal que es la venta de placentas humanas y los remedios producidos a partir de estas.
Las filmaciones muestran a un farmacéutico abriendo una de estas pastillas mientras explica qué se hizo con un feto de casi 7 meses de gestación. El olor es nauseabundo.
Luego comenta:”Fueron hechos recientemente, estos son realmente buenos para ti” “Tómelo dos veces al día. No tomes demasiado, de lo contrario te sangrará la nariz”
Terminado el acuerdo con el periodista encubierto, el vendedor entregó las pastillas en un recipiente etiquetado con una prescripción para el dolor de espalda.
El comercio de estas pastillas se encuentra más frecuentemente en la China comunista, pero los contrabandistas lograron abrir el mercado, y Corea del Sur es una plaza muy lucrativa. Las cápsulas que antes se vendían en China a cerca de 70 centavos de dólar pueden ascender hasta 30 dólares en el país vecino.
Las incautaciones de estos productos realizados por la aduana hicieron que los contrabandistas perfeccionen sus técnicas, mezclando el producto con hierbas aromáticas para tapar el mal olor que estas emanan y envasándolas con nombres de medicamentos legítimos para evitar ser decomisado.
Salud a cualquier precio
El equipo de investigación del canal surcoreano recopiló también testimonios de gente que consume estas cápsulas por su supuesto poder curativo.
Una mujer coreana que vive actualmente en China dijo que tras intentar curar la afección pulmonar de su hijo en el hospital sin resultado, probó con estas cápsulas y su salud mejoró en un mes.
Otra mujer contaba: “Es realmente una buena medicina. Estarás saltando porque estarás lleno de energía. Pero las pastillas ahora son caras”
Algunos prefieren comprar directamente el feto humano y elaborar las cápsulas por su cuenta, como afirma otra mujer:
“Lo obtendría crudo, lo cortaría, lo quemaría y lo pulverizaría”, “Es ampliamente conocido que es muy bueno para ti”.
La ciencia moderna no ha encontrado pruebas concretas de los efectos terapéuticos de esta sustancia, pero sí que en ocasiones pueden ser muy peligrosas.
La Administración de Drogas y Alimentos de Corea declaró que las “cápsulas de carne humana” son artículos peligrosos que pueden estar infectados con bacterias. Según los resultados de la inspección de las incautaciones en 2012, el examen de laboratorio detectó 18.700 millones de bacterias en cada “cápsula de carne humana”, e incluso se encontró el virus de la hepatitis B.
Ocultar los hechos
El portavoz del Ministerio de Salud de China, dijo en ese entonces que sus oficiales investigarían los informes de comercio, pero que no contaban con pruebas de que las llamadas cápsulas de carne humana se estaban fabricando.
A pesar de las pruebas presentadas por el equipo del canal de TV coreano, las autoridades prefirieron no opinar al respecto.
La negativa a reconocer que existe este comercio por parte del régimen chino, aun cuando la práctica está extendida en China desde hace mucho tiempo, muestra una vez más como el PCCh intenta limpiar su imagen ocultando los hechos a pesar de estar fuertemente comprobados.
El carácter inhumano e inmoral de la venta de cápsulas hechas a partir de fetos humanos no parece afectar a quienes producen o compran este producto. Anteponiendo los intereses económicos o una supuesta mejora en la salud.
En un país donde su propio gobierno ha impulsado campanas brutales de limpieza política, étnica y religiosa, esterilización y abortos forzados, o más aun, el asesinato masivo de personas para la extracción de órganos para trasplante, como en el caso de los practicantes de Falun Gong, pocas esperanzas hay de que se tomen medidas para controlar este atroz comercio ilegal.
Comercio atroz: qué son y cómo se fabrican las cápsulas de carne humana