La colección otros Mundos de Plaza y Janés, significó un antes y un después en la divulgación de las tesis alternativas.
Buena parte de estos libros no se han digitalizado, y poco a poco van desapareciendo de Las Bibliotecas al no ser demandados por desconocimiento de los lectores.
Sin duda una colección imprescindible para comprender la evolución histórica de nosotros mismos, de buscar respuestas a esas preguntas que el día a día se empeña en ocultarnos.
maestroviejo
https://selenitaconsciente.com/
El libro El tercer oido fue publicado en el año 1972 y escrito por el autor Belline con el titulo original «LA TROISIEME OREILLE» (© Editions Robert Laffont, 1972) que se publico en la colección otros mundos con una traducción por AURORA RODRIGUEZ.
Impresionantes experiencias de comunicación de un padre con su hijo… desde el más allá.
PROLOGO
Cuando se ha llevado mil veces a un hijo de la mano, para mostrarle pacientemente los escollos, cuando se le ha puesto mil veces en guardia contra todo lo que quema, envenena, corta, asfixia, muerde y araña, cuando se le ha enseñado a resistir a la atracción del vacío y se le ha demostrado que el agua puede traicionar a los que confían en su mansedumbre o en su pulsación mágica; cuando, más tarde, creemos haberlo armado para enfrentarse a otros peligros, cuando se le ha mostrado cómo debe seguir su camino en compañía de otros hombres, cuando se ha procurado abrir sus ojos a la vida y hacerle respetuoso para con todo lo que vive, cuando se cree haberle transmitido lo mejor que hay en nosotros para que a su vez lo transmita, ¡que duro es sobrevivirle! Nada se ha conseguido, nada sigue el orden establecido.
Habíamos llenado el futuro con la presencia de nuestro hijo y gracias a ella nos sentíamos protegidos e imperecederos. Aquel al que tanto habíamos protegido ha entrado solo en la muerte, como si nuestra continua vigilancia se hubiera descuidado un segundo, abriendo una brecha por la que ha penetrado el destino. Intento explicar aquí cómo el abismo que me ha separado de un ser joven infinitamente amado se ha llenado quizá por la fuerza de mi rechazo.