Este jueves 8 de diciembre, nueve minutos después de la medianoche, hora de Venezuela (04:09 hora universal), es el momento exacto de la Luna Llena, que en esta ocasión ocurrirá en perfecta conjunción con el planeta Marte.
Esta Luna Llena ocurre a 16 grados del signo de Géminis, donde también se ubica Marte, que se encuentra realizando su movimiento retrógrado, y en ese momento, ambos reciben la oposición del Sol, que se encuentra a 16 grados de Sagitario.
La Luna Llena activa nuestro mundo subconsciente, hace crecer nuestra marea interna, y en Géminis, signo que se relaciona con nuestros procesos del pensamiento y comunicación, permite que afloren ideas que guardamos en nuestro mundo interior y que no hemos llevado a la luz de nuestra conciencia.
La presencia de Marte en retroceso junto a la Luna Llena, agita más esa marea interna y puede ocasionar una verdadera tormenta, especialmente una “tormenta de ideas” que nos lleve a redefinir nuestro modo de ver las cosas, y dar un vuelco en el rumbo que llevamos, para emprender nuevas metas, o darle mayor impulso a las que ya tenemos.
Mientras la Luna avanza, Marte retrocede, ambos se encuentran en el momento exacto del plenilunio, y luego cada cual sigue su camino en sentidos opuestos, generando un campo de energías turbulento pero muy vital, marcando una simbiosis entre acción y pensamiento.
Esta unión nos recuerda la frase: “La acción sin el pensamiento es ciega; el pensamiento sin la acción es estéril”. En la unión de ambos está el potencial creativo, y este momento cósmico es excelente para desarrollarlo al máximo.
Si bien el Sol desde Sagitario, opuesto a Marte y a la Luna, puede generar grandes choques de poder, medición de fuerzas, ruptura de ciertos pactos, reacciones marcadas por impulsos emocionales y una fuerte confrontación verbal, a la vez, en medio de la tensión se abre una oportunidad de conciliación, de negociación diplomática.
Si bien esta Luna Llena nos puede acelerar la mente para tener grandes ideas, y nos puede dar el impulso para llevarlas a cabo, también podemos sentir un efecto contraproducente que nos lleve a estresarnos en exceso, dormir mal y agotarnos demasiado.
Por eso debemos acompañar este exceso de energía que se manifiesta en nuestro mundo mental, con actividad física que nos permita descargar las tensiones acumuladas; es buena idea trotar, caminar, hacer ejercicios de respiración, entre otras cosas.
Asimismo, no es recomendable acumular molestias y rabias; expresemos lo que nos moleste y luego “pasemos la página”. Aprovechemos estas energías para revitalizarnos y activar nuestros emprendimientos.
Ilustración: Pedro González Rondón