Hoy en día, el estrés y un ritmo de vida cada vez más frenético forman parte de la vida cotidiana. La necesidad de encontrar un equilibrio entre el trabajo, las obligaciones y el disfrute del tiempo libre da lugar a una nueva filosofía llamada nesting, que nos anima a aprovechar más a menudo la comodidad de quedarnos en casa sin hacer nada.
En qué consiste exactamente el nesting y cómo utilizarlo en casa
El concepto de nesting tiene su origen en las naciones del norte de Europa, donde sus habitantes prefieren pasar el tiempo en casa sin tener que desplazarse con frecuencia para realizar diversas actividades. Porque no hay mejor lugar para descansar que nuestro propio hogar cuando el cuerpo y la mente lo necesitan.
¿Quiere saber más sobre la teoría del nesting?
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Nesting: ¿En qué consiste?
La palabra “nest” es el origen de la palabra inglesa “nesting”. Podría traducirse como “anidar”, que nos invita a quedarnos en casa y no hacer nada, al tiempo que ralentizamos el frenético ritmo de vida que llevamos.
El agotamiento también viene provocado por el esfuerzo físico y mental al que nos sometemos a diario como consecuencia de nuestro trabajo, o incluso cuando intentamos aprovechar al máximo nuestro tiempo libre. Por eso es necesario desconectar de vez en cuando y quedarse en casa sin hacer nada.
Estar ocioso no implica necesariamente aburrimiento.
No consiste en nada más complicado que simplemente recrearse en los pensamientos, dedicarse a meditar o escuchar música concentrándose únicamente en la melodía. A fin de cuentas, practicar la atención plena mientras se reside en el entorno que ofrece el mayor nivel de confort es el propio hogar.
¿Cómo se puede aprender a anidar en casa?
Aunque pueda resultar seductor holgazanear viendo la tele todo el día, este no es el objetivo principal del nesting. Implica una actitud particular y una relación muy concreta con el entorno, como cualquier otra filosofía.
El nesting implica pasar a la acción de una manera concreta, que por supuesto varía en función de la persona y de la situación en la que se encuentre.
Un fin de semana tranquilo
Empieza por reservar un día entero o un fin de semana para ti y no organizar ningún viaje. Son días para dedicarlos a hacer las cosas que te gustan, sin preocuparte por el trabajo, las tareas domésticas, las obligaciones con los demás o cualquier otra cosa que te estrese.
Hacer una lista de las actividades que te gustaría hacer en casa te permitirá tomártelas con calma y responder a las señales de tu cuerpo. Es aceptable aburrirse o incluso cambiar de actividad antes de terminar la anterior. Si la otra persona está en tu onda, también puedes practicar el nesting en compañía.
Vivir el momento y mantener la mente relajada en todo momento, sin tener en cuenta todas las demás cosas que tienes que hacer, es la clave de esta práctica. Puedes asegurarte de que tu mente está completamente desconectada durante un día o un fin de semana entero, no poniéndote plazos ni teniendo prisa por terminar nada.
El valor de tu casa
El entorno juega un papel crucial en la práctica del nesting. Tu casa debe estar impecable y organizada antes de tu día de desconexión para que puedas desconectar por completo (así que antes de disfrutar del relax, puedes aplicar el método Marie Kondo).
Haz que tu casa parezca un templo con una buena iluminación, una temperatura agradable y una decoración que inspire paz y buenos pensamientos.
Si tu casa aún no es el lugar más relajante para desconectar, es hora de que te pongas manos a la obra para convertirla en ese “nido” acogedor del que puedas disfrutar en tus momentos de paz sin tener que desplazarte a otro lugar para desconectar.
Muy buena idea para hacerlo cada tanto tiempo, a veces sólo hace falta desconectar y disfrutar.