Las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) resultan muy familiares en el mundo de las anomalías. Lo que no resulta tan corriente es que una vivencia de este tipo dure varios días. Según recoge el diario The National, en el estado nigeriano de Nasarawa un médico de la comunidad Gidan Angalu, en el municipio de Toto, «resucitó» a los tres días de haberse certificado su fallecimiento y justo cuando estaba a punto de ser enterrado. Godwin Ugeelu Amadu murió con 59 años de edad el 5 de septiembre de 2022. Sus restos siguieron el procedimiento habitual: el depósito de cadáveres y la preparación de sus exequias. Unos funerales que, según el expreso deseo del difunto, no debían incluir ningún embalsamamiento.

Cuando todos los allegados asistían en el cementerio al enterramiento, el doctor Amadu se levantó del ataúd

«ESTUVE EN EL CIELO»

Cuando todos los allegados asistían en el cementerio al enterramiento, el doctor Amadu se levantó del ataúd. Tan sorprendente suceso no terminó ahí. En una entrevista concedida al periódico The National, el «resucitado» relató con enorme viveza lo experimentado mientras creyó estar en el más allá: «Mi viaje al cielo fue tranquilo. (…) La nube se abrió y vi algo parecido a un gigantesco satélite dorado. No sabría decir si esto es lo que la Biblia llama el cielo, pero allí me recibió un ángel de 75 pies de altura que estaba de pie frente a la puerta. El ángel tenía una hermosa espada y llevaba algo parecido a un cabello dorado. Cuando miré a mi alrededor, descubrí que había otros dos ángeles detrás de él que sostenían panfletos y libros que contenían las palabras de Dios. Los tres ángeles mantuvieron una breve discusión entre ellos y luego me permitieron entrar en la ciudad del cielo. Al entrar en la ciudad, me encontré con un amigo de la infancia que murió hace 22 años. Se llamaba Choko Aguma. Fue él quien me llevó a recorrer la ciudad, donde todo el mundo se dedicaba a adorar a Dios».

El cielo es realmente un lugar interesante y desearía no haber vuelto nunca al mundo

Amadu dio muchos detalles de ese mundo celestial donde creyó reconocer el trono de Dios. Un lugar pacífico, tranquilo, silencioso y muy luminoso. Repleto de miles de ángeles de gran estatura que no paraban de conversar sobre Jesucristo. «Allí la comida se sirve gratis y en gran cantidad –aseguró–. El cielo es realmente un lugar interesante y desearía no haber vuelto nunca al mundo. Pero ahora que he vuelto dedicaré el resto de mi vida en la tierra al servicio de Dios». También refirió que durante su estancia en las alturas pudo reencontrarse con viejos amigos y familiares, aunque no localizó a sus padres.

«ME DABA MIEDO ACERCARME A ÉL»

El acontecimiento ha sido gratificante para este finado transitorio, pero muy desconcertante para sus seres queridos. Algunos de ellos mostraron ciertos reparos en acercarse a Amadu tras frustrarse el sepelio. Así, su esposa compartió con The National que «al principio me daba miedo acercarme a él. Eso hizo que mi hijo mayor pasara un tiempo con nosotros en el pueblo para asegurarse de que no tuviéramos miedo. Pero poco a poco nos estamos recuperando del shock para relacionarnos con él. Lo más alentador es que reza todo el tiempo desde que resucitó. Es todo un hombre de Dios, aunque no he empezado a dormir con él en la misma casa y él no lo ha pedido».

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