¿Eres de los que toma decisiones de manera impulsiva? ¿O perteneces a ese sector de los que necesitan más tiempo, calma y espacio de reflexión para decidir cualquier cosa? Sea cual sea tu estilo, hay un aspecto común: tus ojos revelarán cómo piensas. Si hasta no hace mucho solíamos decir aquello de que los ojos son el reflejo del alma, es momento de descubrir datos más objetivos y hasta sorprendentes.
La Universidad de Colorado Boulder, en Estados Unidos, publicó hace poco un estudio en la revista Current Biology que ha dado la vuelta al mundo. Cuando las personas nos enfrentamos a una decisión, nuestra mirada puede dar una pista objetiva sobre cómo la llevamos a cabo. Tanto es así que los científicos pueden detectar ya quien opta por una elección de manera más racional o de forma emocional.
Asimismo, y si este dato no fuera ya de lo más interesante, se ha abierto otra área de investigación. Los movimientos oculares podrían dar pistas de quién está padeciendo una depresión o evidencia párkinson. La ciencia progresa y cada vez entendemos mucho mejor los siempre intrincados misterios del cerebro humano… Y de nuestra mirada.
“Los movimientos de ojos más lentos pueden ser, según los expertos, síntomas del párkinson, la depresión o la esquizofrenia”.
Los misterios de nuestra mirada
Si hay un elemento de nuestro cuerpo que siempre ha atraído la atención de la ciencia, la paraciencia y la superstición son sin duda los ojos. Allá por el siglo XIX emergió una corriente que se conocía como optografía. Se trataba de una teoría que tuvo su inició trescientos años atrás, justo cuando el fraile del siglo Christopher Scheiner propuso algo un tanto inquietante.
Según él, en la retina de los animales podía quedarse la imagen impresa de lo que vieron antes de fallecer. Con la llegada de la fotografía en 1840, se recogió esta idea y se trasladó al campo de la criminología. Tristemente, los policías que investigaron los crímenes de Jack el destripador en 1888, jamás hallaron indicio alguno analizando los ojos de las víctimas.
Entrados en el siglo XX y el siglo XXI, el interés en nuestra mirada y sus misterios prosiguió, pero esta vez se centró sobre todo en las pupilas. En el 2014, por ejemplo, el Instituto Leiden para el cerebro y la cognición, nos explicó precisamente en un estudio que nuestras pupilas pueden dilatarse cuando tomamos emociones, sobre todo, cuando se entremezcla algún componente emocional…
Cabe señalar que a lo largo de este tiempo también han surgido teorías algo menos válidas y poco fiables, como que el color de nuestros ojos se vincula a nuestra personalidad. Sea como sea, a día de hoy hay un aspecto claro. Nuestros ojos reflejan muchos de los procesos que acontecen en el cerebro y, en especial, aquellos que tengan que ver con los pensamientos y las emociones.
Desde el marketing se sabe que para saber si un producto interesa o no a una persona es importante atender el movimiento de sus ojos.
La forma en que decides y el movimiento de los ojos
Imagínate que te invitan a un restaurante oriental y que te ofrecen una carta de lo más variada y deliciosa con infinitos tipos de sushi. Tú no te darías cuenta de ello, pero tus preferencias ante todas esas opciones tan apetecibles, se vería reflejada en tu mirada. Un movimiento de ojos más intenso en las personas refleja aquellas elecciones que son de su interés.
Esto mismo es lo que nos explica un trabajo de la Universidad de Colorado Boulder. Se denomina vigor sacádico a la oscilación que llevan a cabo nuestros ojos cuando deliberamos y nos inclinamos por una opción y no otra. El dato no puede ser más interesante. Los distintos experimentos llevados a cabo con diversos grupos de personas proponiéndoles diferentes ejercicios de elección reveló este hecho.
Analicémoslo un poco más.
Movimientos oculares involuntarios
Las personas aportamos mucha más información de la que pensamos con nuestro cuerpo. La comunicación no verbal se expresa con movimientos, gestos, posturas y también con el movimiento de los ojos. Sin embargo, no somos conscientes de ello. Los movimientos sacádicos oculares son una pista directa sobre lo que sucede en el cerebro.
Pongamos un ejemplo. Si estamos haciendo una compra en línea y nos ofrecen dos auriculares a un mismo precio y uno de ellos nos propone el envío gratis, se apreciará en nuestros ojos un vigor sacádico más intenso. Pero, tengámoslo en cuenta, son movimientos muy rápidos y duran muchísimo menos de un milisegundo y un parpadeo.
Depresión y enfermedad de Parkinson
Colin Korbisch, autor de este estudio, aporta otro dato no menos relevante. Las personas que presentan un vigor sacádico ocular más lento correlacionan con pacientes que sufren depresión y también párkinson. Es más, esta particularidad es propia de diferentes trastornos psicológicos como la esquizofrenia.
Esta información abre un nuevo campo de investigación. Por ejemplo, tendríamos otra variable para realizar diagnósticos más ajustados.
Un campo por descubrir
Nuestros ojos son algo más que la ventana del alma, son el reflejo de nuestras emociones, de nuestras elecciones y hasta de nuestras enfermedades. Son ese canal que tienen una conexión directa con el cerebro y que no solo nos permiten ver y disfrutar de todo aquello que nos rodea. Reflejan nuestras preferencias e incluso nuestra velocidad de procesamiento.
Cuando lidiamos con un trastorno depresivo o una enfermedad neurológica, sus movimientos se enlentecen y esto abre para la ciencia nuevas áreas de investigación. Estamos seguros de que, en los próximos años, contaremos con nuevas aportaciones que nos permitirán conocer mucho mejor el poder de nuestra mirada.
https://lamenteesmaravillosa.com/segun-estudio-movimiento-ojos-revela-como-decides/