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Klaus Schwab.

“Para resolver las causas profundas de la pérdida de confianza, necesitamos reforzar la cooperación entre gobiernos y el sector privado, creando las condiciones para una recuperación fuerte y durable”, dijo el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab.

La reunión de élite de líderes políticos, ejecutivos empresariales, creadores de tendencias culturales y jefes de organizaciones internacionales “abordará los problemas que enfrenta un mundo dividido”, con la guerra y el conflicto, las crisis económicas y el cambio climático como temas principales. “No hay duda de que nuestra 53.ª reunión anual en Davos tendrá lugar en el contexto geopolítico y económico más complejo en décadas”, dijo uno de los máximos dirigentes del foro, el noruego Borge Brende, al señalar desafíos como la amenaza de una recesión mundial, el aumento vertiginoso de los precios de la energía y los alimentos, y la “necesidad de abordar mejor el calentamiento global”.

Brende señaló la “participación récord” de 52 jefes de Estado, más de la mitad de ellos de Europa, así como algunos líderes elegidos recientemente, entre los que destacó la presencia de los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de España, Pedro Sánchez; de Filipinas, Ferninand Marcos; de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, además del canciller alemán Olaf Scholz, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Se esperaba que participaran cerca de 300 ministros del gobierno y altos funcionarios globales, como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg y la directora del FMI, Kristalina Georgieva.

El presidente del foro dijo que algunas delegaciones habían pedido que los nombres de sus participantes “no se compartan” de inmediato por razones de seguridad. Brende dijo, por ejemplo, que asistirían delegaciones no especificadas de “alto nivel” de China y Ucrania.

Estados Unidos estará representado por funcionarios de la administración de Biden, incluido el enviado climático presidencial John Kerry, la jefa de inteligencia nacional Avril Haines y la representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai, así como varios gobernadores y legisladores del Congreso.

La reunión ofrece una serie de temas discutidos en cientos de sesiones públicas, así como en tratos secretos por parte de líderes empresariales en los hoteles de lujo a lo largo del Paseo Marítimo de Davos, cerca del centro de conferencias que alberga la reunión.

La agenda de Davos busca la cooperación público-privada en temas como energía, clima, inversión, comercio, tecnologías futuras, y salud, entre otros, siempre en línea con lo dispuesto por la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Como es sabido, detrás de bonitos enunciados suelen esconderse los intereses de este grupo elitista para reconfigurar al mundo a su medida. Como ejemplo de esta hipocresía, el evento ha sido criticado por acoger a los ejecutivos más adinerados del mundo que disertan contra el uso de combustibles fósiles, mientras llegan en jets privados corporativos de mucha mayor cantidad de emisiones de gases que, en proporción, aviones de línea.

El Foro aseguró que pondrá un énfasis especial en la igualdad de género, en la equidad racial y en la diversidad geográfica a lo largo de la semana de discusiones que se celebrarán en Davos, una localidad del cantón de los Grisones, una región remota de Suiza donde el Foro celebra su reunión anual desde sus orígenes.