La institución reguladora de la práctica de la psicología en Ontario, el Ontario College of Psychologists, ha ordenado al polémico psicólogo Jordan Peterson a someterse a un proceso de reeducación. Especifícamente, Peterson deberá de completar un curso obligatorio de entrenamiento de comunicación enfocado en redes sociales, diseñado e impartido por expertos en dicho campo. La medida tiene el fin de hacer a Peterson «reflexionar, revisar y mejorar su profesionalismo en sus comunicados públicos». De no cumplir con el programa, el psicólogo perderá su licencia para ejercer esta profesión.

Evidentemente, el Ontario College of Psychologists se siente indignada por los comentarios políticamente incorrectos de Peterson, quien lleva ya unos cinco o seis años generando polémica a su alrededor. Sus opiniones son especialmente cáusticas en Canadá, un país conocido por ser sumamente inclusivo, igualitario y sensible a temas que han sido identificados en nuestra época como «woke«.

De cualquier manera, la institución podría haber pensado algo mejor que un «curso de reentrenamiento de comunicación en redes sociales» , algo que suena totalmente ridículo y que además tiene semejanza con los campos de reeducación e internamiento de la China comunista de Mao Tse-Tung, durante la llamada Revolución Cultural. Además, como el mismo Peterson señala, un curso como ese carece de todo carácter científico.

En última instancia, el comunicado del Ontario College of Psychologists sólo le ha dado mayor combustible al discurso de Peterson en contra de la censura, pues para el profesor, la medida es parte de una campaña neomarxista orquestada desde las universidades en contra de la libertad de expresión.  Peterson ha podido decir que aunque le cueste la vida no participará en dicho curso, el cual le parece «algo peor que la muerte».

Al respecto destaca que Peterson ha ganado tal fama, que no tendría muchos problemas si perdiera su licencia, pues debido a su trabajo como escritor, conferencista e incluso como celebridad de Internet, en realidad ya casi no ejerce como psicólogo profesional (ofreciendo consultas a pacientes, por ejemplo). Su trabajo actual se podría definir más bien como coach o consejero superacional de las masas en las redes sociales y de manera privada (por buenas cantidades de dinero).

Y, además, en la era actual, casi cualquier tipo de controversia, siempre y cuando no sea una cancelación total, parece rendir dividendos, especialmente en entornos tan polarizados. En este caso Peterson, además, ha recibido el apoyo de Elon Musk, con quien tiene una buena relación aparentemente y quien antes reestableció su cuenta de Twitter. Peterson había sido «cancelado» de Twitter luego de comentarios en contra del actor Elliot Page que fueron percibidos como transfóbicos.

Por último cabe mencionar que Jordan Peterson ha sido especialmente crítico de la política de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, tanto por su manejo de la pandemia como por su posición «woke». La acusaciones en contra de Peterson parecen tener que ver en parte con sus comentarios en contra de la severidad de medidas contra el covid-19.

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