Los ciclos biológicos del ser humano, están íntimamente ligados a los de la naturaleza, y al universo entero, y ello incluye lo que pensamos.
Sabemos que el pensamiento tiene poder, y aún más si aprendemos a sincronizarlo con el ritmo de la naturaleza.
Por ejemplo, si sintonizamos nuestros pensamientos con las fases lunares, estamos en capacidad de lograr que estos se materialicen.
Al momento de escribir este artículo, estamos en la fase de Luna Llena, cuyo día de mayor plenitud es el 5 de febrero, y se mantiene esta energía el 6, con nuestro satélite en el signo de Leo, recibiendo el brillo del Sol desde Acuario.
Durante toda esta semana se mantiene esta influencia del plenilunio, y es un ciclo favorable para conseguir un equilibrio entre nuestro mundo consciente e inconsciente y lograr así que nos vengan grandes ideas que iluminen nuestro rumbo. Bajo la influencia de la Luna en Leo, es importante pensar a lo grande.
El 13 de febrero entramos en la fase menguante, la cual nos da la perspectiva concreta de aquello en lo que nos debemos enfocar para obtener un logro y dejar atrás las cosas que ya cumplieron su función. La Luna Menguante estará en Escorpio, que nos ayudará a enfocarnos con pasión en nuestro objetivo, y a desprendernos de lo que ya no sirve.
Después del Cuarto Menguante, deberemos prepararnos para la próxima Luna Nueva del 20 de febrero; allí sembraremos en el subconsciente nuestra gran meta, y como en esta fase, la Luna estará en Piscis, esa siembra será muy fértil, porque este es el signo que más profundo llega al mundo de la subconsciencia.
En el poder del pensamiento confluyen mente y cuerpo, es decir, podemos visualizar, atraer con la mente (y eso es bueno hacerlo en Luna Nueva), pero debemos también actuar en concordancia, ir en busca de lo que deseamos; la mente nos abre camino, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a que las cosas nos caigan del cielo, debemos aplicar una acción física, tener una determinación y ponerla en práctica, para que se concrete nuestra meta o deseo.
Y es en el Cuarto Creciente, el mejor momento para aplicar esa acción física que nos lleve en procura de nuestro objetivo. El próximo Cuarto Creciente es el 27 de febrero, y se dará en Géminis, y al día siguiente, esa Luna hará conjunción con Marte, el planeta de la acción, del emprendimiento, por consiguiente, será el momento ideal para avanzar con fuerza en procura de una meta.
El Cuarto Creciente es el momento en que las energías estelares aumentan y todo aquello que con esfuerzo estamos realizando comienza a crecer, a surgir; es el momento de mayor empuje, de más acción.
Una herramienta de mucho poder para la obtención de nuestros deseos es el pensamiento, el cual es un arma de doble filo que muchas veces de manera inconsciente utilizamos en nuestra contra. Los pensamientos encierran una energía, una vibración, una correspondencia en el cosmos; son la potencialidad de lo que luego será algo físico.
El pensamiento es una vibración sutil que luego se expresa de manera sonora a través de la palabra hablada.
Cada pensamiento encierra una vibración, una cualidad, un poder, podemos hacer uso consciente de ellos, darle real sentido, armonizar nuestro entorno y nuestra vida en general. Todo en el universo está en movimiento, todo vibra, sólo que hay vibraciones más densas y hay vibraciones más sutiles.
Cada ente en el universo tiene correspondencia con una determinada vibración, así ocurre con los pensamientos: cada uno de ellos tiene un significado arraigado en nuestra mente, ya sea de forma consciente o inconsciente, que vibra de una determinada manera y atrae vibraciones similares; si utilizamos los pensamientos de manera consciente podremos atraer armonía, éxito y felicidad a nuestras vidas.
Tomemos consciencia de lo que pensamos, no seamos esclavos de nuestros pensamientos, aprendamos a ejercer control sobre ellos. Sorprendámonos a nosotros mismos cada vez que pensemos algo negativo.
Cambiemos nuestra programación mental a través de la toma de conciencia del pensamiento, pues somos lo que pensamos, y los pensamientos van moldeando nuestro mundo externo. Tratemos cada día de que nuestras afirmaciones sean positivas, armoniosas, y llenas de fe en lo que deseamos, y junto a esto, sintonicemos nuestros pensamientos y deseos con los ritmos del universo.
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