Todos los días desaparecen personas en nuestro planeta. Algunas desaparecen solas, otras reciben «ayuda» y a otras les ocurren cosas inexplicables. Les suceden a personas absolutamente aleatorias y en la mayoría de las veces son ciudadanos comunes. Los investigadores dicen que la razón de esto, es el deseo de las personas de estar donde no deberían, en zonas anómalas.
Un extraño caso sucedió en la frontera entre Portugal y España, cerca de la ciudad de Vigo. Un grupo de 5 estudiantes fue a descansar del ajetreo de la ciudad y se dirigió a un descampado. Así se llama la zona, donde no hay árboles ni arbustos, solo raros manojos de hierba. El lugar se considera anómalo: a menudo se ven ovnis aquí, y la gente suele perderse y luego regresan inconscientes.
Los médicos locales creen que la razón es la ausencia de sombra. El sol calienta mucho en verano y es fácil sufrir una insolación. Y, como resultado, afecta la orientación y la memoria a corto plazo. Los investigadores dicen que no es el calor en absoluto. Y el caso de 1992 lo confirma. Entre los estudiantes que se fueron de vacaciones estaba Emilia Sorrento, de 19 años. Fue su nombre el que aparecería en las portadas de todos los periódicos locales unos días después.
Durante la primera noche en las tiendas de campaña, la chica simplemente desapareció. Todas sus pertenencias estaban en su lugar. La carpa estaba cerrada por dentro y todos pensaban que estaba dormida. Pero cuando los chicos abrieron la cremallera, no estaba ahí. Intentaron encontrarla, pero aunque la visibilidad era excelente, Emilia no aparecía. Los intentos de ver las huellas no dieron ningún resultado. Una vez reunidos, los estudiantes se dirigieron a la comisaría más cercana.
A su lugar de descanso llegaron policías, médicos forenses y otros peritos. Pero no……
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