Los experimentos de telepatía en Silicon Valley no tienen nada que ver con la parapsicología o el ocultismo. En este caso, estamos hablando de interfaces cerebro-máquina que permitan a las personas comunicarse directamente a través del pensamiento. Expertos aseguran que estamos solo a un paso de lograrlo.
Aunque en la actualidad se llevan a cabo varias pruebas de telepatía en la región californiana, definitivamente la más conocida y avanzada es la que lidera Mary Lou Jepsen, creadora de una startup llamada Openwater y exejecutiva de Facebook y Google. Esta especie de genio trabaja en el tema desde 2016 y sus avances son notables.
Jepsen tiene un gran prestigio en el mundo tecnológico, entre otras razones porque es propietaria de más de 1.000 patentes. Fue la creadora del laptop/portátil más popular entre los niños de países en vías de desarrollo y lo hizo a través de la fundación One Laptop per Children. Se dice que su afición es apostar por «imposibles». En la actualidad es la investigadora con más prestigio de todos aquellos que realizan experimentos de telepatía en Silicon Valley.
«Podrás capturar un pensamiento, lo que tienes en la cabeza, y podrás compartirlo con el mundo. Se está realizando una investigación cerebral bastante loca que sugiere que podríamos llegar a hacer esto».
-Mark Zuckerberg-
Un antecedente relevante
Uno de los antecedentes decisivos de los estudios de telepatía en Silicon Valley fue el ejecutado por una startup de Barcelona, en 2014. La prestigiosa revista científica Plos One publicó la descripción de este experimento.
Mediante la indagación, dirigida por Carles Grau, Alejandro Riera y Giulio Ruffini, en colaboración con personal de Axilum Robotics, conectaron un dispositivo a un emisor localizado en Estrasburgo. El receptor también tenía un dispositivo similar y estaba en la localidad india Thiruvananthapuram. Los separaban 7 700 kilómetros de distancia.
El grupo investigador logró que, sin decir una palabra, el emisor enviara un mensaje al receptor. La palabra utilizada fue «Hola». De este modo, los cerebros se conectaron, lo cual constituye una comunicación telepática en estricto sentido. Este es uno de los antecedentes de referencia para Silicon Valley.
Los experimentos de telepatía en Silicon Valley
La idea básica de Openwater es sencilla, a la vez que muy audaz. Consiste en reducir el tamaño de una máquina de resonancia magnética , hasta que pueda meterse en un gorro. Se parte de la idea de que los rayos infrarrojos de este tipo de aparatos nos permiten estudiar el funcionamiento de las neuronas y de los flujos eléctricos con los que se comunican.
Jepsen defiende que un dispositivo de este tipo nos permitiría anticipar las palabras que dirá, antes de que las diga. También estaría al alcance de la mano ver las imágenes mentales de esa persona, a través de un ordenador.
En principio, esto posibilitaría leer los pensamientos de alguien, pero la experimentación de telepatía en Silicon Valley va más allá: buscan que sea posible transmitir mensajes mentales, lo cual todavía está en proceso.
Hay más exploraciones de telepatía en Silicon Valley. Una de ellas es la iniciativa de Elon Musk, cuyo nombre es Neuralink y trabaja a través de unos implantes llamados BCI – Brain Computer Interface. Facebook también reveló que trabaja en un método para que la gente pueda escribir con la mente.
¿Qué sucederá?
El gorro de Mary Lou Jepsen está prácticamente listo, aunque todavía no anuncian una solución definitiva para la transmisión telepática de mensajes. De momento, es posible leer la mente de una persona, sin que diga una palabra. Se está perfeccionando el mecanismo para que sea otra mente la que lea esos pensamientos y no un ordenador.
Otro grupo de investigadores que estudia la telepatía pertenece al laboratorio de neurociencia computacional de la Universidad de Stanford, dirigido por el Dr. Krishna Shenoy. El centro ha desarrollado tecnologías que permiten a las personas controlar objetos físicos con la mente, incluyendo brazos robóticos y prótesis (Stanford University, 2020).
Los expertos piensan que abrir la puerta para leer la mente de una persona, significa que tarde o temprano esto permitirá leer las mentes de millones de individuos. Incluso, ya se habla de nubes capaces de almacenar todos esos datos. Los defensores de estas tecnologías señalan que sería de gran ayuda para detectar las «mentes superiores», darles oportunidades y acelerar el desarrollo de la sociedad.
Por su parte, los detractores de los experimentos de telepatía en Silicon Valley no son tan optimistas. Piensan más bien en que esto acabaría con la privacidad de las personas y se convertiría en un mecanismo de control, con el cual vigilarían hasta el pensamiento. Quizás están en lo cierto si se toma en cuenta que el Pentágono también tiene estudios similares y los cataloga como «tecnología militar».
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