Se come una obra de arte valorada en 110.000 euros porque no había desayunado

La obra de Maurizio Cattelan es un plátano pegado a la pared con cinta adhesiva

El cazador ha vuelto a ser cazado. Noh Hyun-soo, un estudiante de bellas artes surcoreano, se ha comido de nuevo el plátano pegado a la pared con cinta adhesiva por Maurizio Cattelan, una provocadora obra de arte del controvertido creador italiano puesta a la venta por 110.000 euros. Es la segunda vez que esta instalación de Catellan desata el hambre de arte provocador. Pasó lo mismo hace cuatro años en la feria Art Basel de Miami, cuando la pieza estaba ya vendida.

Lo ocurrido en el Museo de Arte Leeum de Seúl fue como una ‘performance’ para ir más allá de la osadía del audaz artista italiano. Noh Hyun-soo contemplaba la conocida instalación de Cattelan, compuesta por un plátano pegado a la pared con una tira de cinta americana. La despegó del muro, se comió casi toda la fruta con parsimonia y devolvió la cáscara a la pared, como se aprecia en los vídeos difundidos en redes sociales y recogidos por la BBC y la cadena corean KBS.

La obra se titula ‘Comediante’, lo que ofrece pistas sobre las intenciones de Cattelan, nacido en Padua hace 62 años. Pero esta vez el joven estudiante fue más allá y decidió ser el protagonista de la comedia. Ante la atónita mirada y el murmullo de los visitantes del museo, Noh Hyun-soo devoró la banana que formaba parte de la exposición ‘NOSOTROS’. Dijo que lo hacía porque se había saltado el desayuno y tenía el estómago vacío. Pero ante la policía reconoció que se trataba de un acto premeditado. “Dañar una obra de arte también podría verse como una obra de arte, pensé que sería interesante. ¿No está pegado allí para comérselo?”, se preguntó Noh Hyun-soo, para quien el trabajo de Cattelan no es otra cosa que “una rebelión contra la autoridad”.

Provocador nato

Y no le falta razón. Cattelan, es un provocador nato que en ‘La Nona Ora’ (1999) mostró al Papa Juan Pablo II aplastado por un meteorito. Facturó ‘America 2016 Gold’, un retrete de oro macizo exhibido durante un año en los aseos públicos del Guggenheim de Nueva York y ofrecido luego al presidente Donald Trump en lugar de un cuadro de Van Gogh para decorar la Casa Blaca. En ‘Him’ representó a Hitler con cuerpo de niño y las manos cruzadas en actitud orante. Vendida por 15 millones de euros, es una de las piezas más conocidas de Cattelan y su récord de cotización. En la pieza ‘Sin miedo al amor’, el artista emerge del suelo del parisino Hotel de la Monnaie.

Las acción del joven coreano no tuvo consecuencias penales, ya que el museo decidió no reclamar daños y perjuicios.

De acuerdo con el artista, se sustituyó el plátano demediado por otro, como se hace, por cierto, cada tres días para evitar que la fruta se pudra en las paredes del museo.

“No hay problema”, dijo Cattelan. que se tomó el incidente humor. Había vivido una situación semejante 2019 cuando un ‘performer’ neoyorquino, David Datuna, también arrancó el plátano de la pared y se lo comió en la feria Art Basel en Miami. La pieza que se exhibía en la galería Perrotin estaba ya vendida y el vídeo se hizo viral, como ha ocurrido esta vez. Datuna aseguró entonces que Cattelan “era un genio”, pero que le reventaba “la cantidad de dinero que ganó con un plátano que costó 20 céntimos”.

Cattelan está pendiente de la resolución de una demanda presentada por Joe Morford, un artista estadounidense que le acusa de plagiar su obra ‘Banana & Orange’, un plátano y una naranja adheridas a la pared sobre un fondo verde con cinta americana y anterior a la intlación de Cattelan. Le pide 400.000 euros, cifra que estima es el beneficio obtenido por el artista italiano por la venta de las presuntas copias de la obra de Monford.

Se come una obra de arte valorada en 110.000 euros porque no había desayunado

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