La guerra económica contra Rusia fracasó parcialmente debido a que Europa pagó un alto precio para efectuar un boicot parcial del petróleo y el gas rusos.
Hubo mucha alegría en Occidente esta semana cuando el desfile del Día de la Victoria de Vladimir Putin en la Plaza Roja incluyó solo un tanque, en sí mismo una reliquia de un museo. La inferencia fue que Rusia ha perdido tanto equipo militar en Ucrania que es una sombra de la superpotencia militar que solía ser la Unión Soviética.
Rusia ciertamente ha soportado grandes pérdidas (aunque cualquier país que lleve a cabo una guerra en el extranjero presumiblemente tendría su equipo militar en servicio activo en lugar de un desfile ceremonial). Pero debemos evitar ser engreídos. La verdad es que la guerra tampoco va bien para Occidente, al menos en un aspecto.
Cuando Putin envió tanques a Ucrania el 24 de febrero del año pasado, los países occidentales adoptaron rápidamente una estrategia doble. Una vertiente era que no participarían en un conflicto militar directo, sino que apoyarían a Ucrania con armas y otro equipo militar. Algunos países fueron más rápidos que otros, pero esta parte de la estrategia ha sido un éxito notable. Ucrania ha logrado resistir a las fuerzas rusas y hacerlas retroceder en muchas áreas, incluso si el resultado aún está lejos de ser seguro.
OCCIDENTE SE EMBARCÓ EN SU GUERRA DE SANCIONES CON UN SENTIDO EXAGERADO DE SU PROPIA INFLUENCIA EN TODO EL MUNDO.
Sin embargo, la otra punta resultó ser contundente: el plan para librar una guerra económica con Moscú, desatando un shock financiero y un asombro en una escala nunca antes vista. Rusia iba a ser aislada casi por completo, con sanciones y boicots a todas las importaciones y exportaciones, salvo las humanitarias, como las medicinas. La Rusia de Putin, decía la teoría, se empobrecería hasta la rendición.
Pocas personas en Occidente son conscientes de lo mal que va este aspecto de la guerra. Europa misma ha pagado un alto precio para efectuar un boicot parcial del petróleo y el gas rusos. Las importaciones de combustibles fósiles del Reino Unido desde Rusia totalizaron £4.500 millones en 2021; en el año hasta enero de 2023, eso fue, oficialmente, hasta 1.300 millones de libras esterlinas. En 2020, la UE obtuvo el 39 % de su gas y el 23 % de su petróleo de Rusia; en el tercer trimestre del año pasado se redujo al 15 por ciento y al 14 por ciento respectivamente.