En este extracto de Respuestas del corazón , Thich Nhat Hanh aborda cómo ve la visión budista de la homosexualidad y cómo podemos liberarnos del sufrimiento causado por la discriminación.
P. ¿Cuál es la visión budista de la homosexualidad?
A. El espíritu del budismo es la inclusión. Mirando profundamente en la naturaleza de una nube, vemos el cosmos. Una flor es una flor, pero si la miramos profundamente, vemos el cosmos. Todo tiene un lugar. La base, el fundamento de todo, es la misma. Cuando miras el océano, ves diferentes tipos de olas, de muchos tamaños y formas, pero todas las olas tienen agua como base y sustancia. Si naces gay o lesbiana, tu base de ser es la misma que la mía. Somos diferentes, pero compartimos la misma base de ser. El teólogo protestante Paul Tillich dijo que Dios es la base del ser. Deberías ser tú mismo. Si Dios me ha creado como una rosa, entonces debo aceptarme como una rosa. Si eres lesbiana, sé lesbiana. Mirando profundamente en tu naturaleza, te verás como realmente eres.
Si eres víctima de discriminación, entonces tu camino hacia la emancipación no es simplemente clamar contra la injusticia. La injusticia no puede repararse solo con el reconocimiento, sino con tu capacidad de tocar el suelo de tu ser. La discriminación, la intolerancia y la represión se derivan de la falta de conocimiento y la falta de comprensión. Si eres capaz de tocar el suelo de tu ser, puedes liberarte del sufrimiento que se ha creado en ti a través de la discriminación y la opresión.
Alguien que te discrimina, por tu raza o por el color de tu piel o por tu orientación sexual, es un ignorante. Él no conoce su propia base de ser. No se da cuenta de que todos compartimos la misma base de ser; por eso puede discriminarte.
Alguien que discrimina a los demás y les hace sufrir es alguien que no es feliz consigo mismo. Una vez que hayas tocado la profundidad y la naturaleza de la base de tu ser, estarás equipado con el tipo de comprensión que puede generar compasión y tolerancia, y serás capaz de perdonar incluso a aquellos que te discriminan. No crea que el alivio o la justicia vendrán solo a través de la sociedad. La verdadera emancipación reside en tu capacidad de mirar profundamente.
Cuando sufres a causa de la discriminación, siempre existe la necesidad de hablar. Pero incluso si pasas mil años hablando, tu sufrimiento no será aliviado. Solo a través de una comprensión profunda y la liberación de la ignorancia puedes liberarte de tu sufrimiento.
Cuando te abres paso hacia la verdad, la compasión brota como una corriente de agua. Con esa compasión, puedes abrazar incluso a las personas que te han perseguido. Cuando estás motivado por el deseo de ayudar a aquellos que son víctimas de la ignorancia, solo entonces estás libre de tu sufrimiento y sentimientos de violación. No esperes a que las cosas cambien a tu alrededor. Tienes que practicar la liberación de ti mismo. Entonces estarás equipado con el poder de la compasión y la comprensión, el único tipo de poder que puede ayudar a transformar un entorno lleno de injusticia y discriminación. Tienes que convertirte en esa persona, alguien que puede encarnar la tolerancia, la comprensión y la compasión. Te transformas en un instrumento para el cambio social y el cambio en la conciencia colectiva de la humanidad.
Lo que ocurre con el budismo es lo mismo que ocurre con todas las demás religiones, que una cosa es predicar y otra dar trigo.
En el mensaje, en la teoría, todo es bonito, amable, perfecto,….. pero cuando se da el caso que una, cualquiera, religión alcanza poder, mucho o poco, la cosa se tuerce y empiezan a ser » humanos, demasiado humanos » como decía Nietzsche.
El cristianismo es perfecto, todo amor y comprensión, hasta que llega la Inquisición, la conquista de América, el supremacismo blanco…..
El Islam es perfecto, todo amor y comprensión, hasta que llega el fundamentalismo terrorista, la Sharía, los burkas…..
El judaísmo es perfecto, todo amor y comprensión, hasta que llega el elitismo racial, Cisjordania, muros de vergüenza…..
El budismo es perfecto, todo amor y comprensión, hasta que llega Myanmar con violaciones y matanzas étnicas, la esclavitud tibetana, Camboya…….
Cuando no se tiene poder, es fácil ser buenrollista y vender amor y comprensión, pero cuando se llega a tener algo de mando, caen las caretas y aparecen las naturalezas escondidas tras todo ése verbo.
Los discursos de las religiones solo tienen como finalidad venderse y atraer adeptos. Luego ya la cosa se vuelve menos idílica y más mundana.
Hola Jose:
Si es verdad que el poder corrompe, ya que estimula el ego y el aferramiento propio.
No existe la perfección en el samsara, ni de las religiones, ni de las políticas o filosofías, todo y todos estamos contaminados.
Pero si hay diferencias entre las religiones.
Por ejemplo la religión cristiana establece el pecado, la culpa, el castigo, considera culpable al ser y se le condena o absuelve si promete ser bueno.
El budismo no asigna la culpa, ni castiga, ni absuelve o perdona. Considera que el ser es ignorante y está confundido cuando su conducta se aleja del camino virtuoso. Sin embargo un dirigente político, que se autoproclame budista, como cualquier otro, lo tendrá mucho más difícil, para permanecer en el camino virtuoso que un monje dedicado a enseñar Dharma.
El budismo es el camino, la intención y las cesaciones, si las sigues no caerás en las conductas contaminadas, pero la decisión es tuya y las consecuencias serán tu karma, sólo con la repetición y depuración del karma, el propio ser llegara al camino correcto.
El judaísmo, el cristianismo, los musulmanes, utilizan las leyes del Antiguo testamento, el ojo por ojo. o el perdón de Dios gratuito a cambio de vasallaje.
El budismo siempre te ayuda estés donde estés y hayas hecho lo que hayas hecho. Pero serás tú el que tengas que ganarte tus realizaciones.
Los budistas no somos perfectos, como humanos, todos erramos y nos equivocamos, igual que los demás, hasta que el karma nos permita salir de este océano de sufrimiento.
Según mi opinión no son iguales las religiones, aunque si es verdad, que el camino virtuoso cristiano, judío o musulmán puede conducir también a estados virtuosos.
Un saludo