El ciclo solar 24 ha registrado en 2011 un nivel de actividad similar al registrado durante el ciclo solar 10, en el que se produjo la mayor tormenta solar desde el inicio de las mediciones de estos fenómenos, en 1755.
Según ha informado el Observatorio de Clima Espacial, los datos de cierre de la actividad solar de 2011, actualizados el pasado 2 de enero, han confirmado estos datos, que han calificado de «inquietantes» ya que «hace tan solo dos años, a mediados de 2009, todavía se pensaba que el ciclo 24 marcaría récords, pero, por su baja actividad», ha explicado.
El estudio revela que el incremento de la actividad solar se produjo ya en febrero de 2011 (cuando se produjo la denominada «tormenta solar de San Valentín») y, a partir de entonces, la actividad no descendió en los meses sucesivos.
Así, a partir de agosto los expertos se pusieron tras la pista de otros ciclos «de inicio retardado», que podrían tener el mismo desarrollo que el actual.De este modo, se comprobó que la actividad coincidía con el ciclo solar número 10. Este ciclo que dio lugar a algunas de las tormentas solares más intensas de las que se tiene constancia, como el temido «evento Carrington» de septiembre de 1859 o la reseñable tormenta solar de la batalla de Fredericksburg, en diciembre de 1862, durante la guerra de secesión americana, presenciada en directo por los miles de soldados atrincherados en los campos de Virginia, en el sur de Estados Unidos.
Sin embargo, el Observatorio del Clima Espacial ha señalado que los datos hechos públicos esta semana «aún no pueden ser considerados concluyentes» y ha reconocido que la evolución del ciclo solar en los próximos meses será «determinante» para terminar de ubicar la situación real.
Así, ha señalado que la concordancia sostenida entre los ciclos 24 y 10 existe, pero también cabe formular varias reservas. En primer lugar que las últimas semanas de diciembre han aportado un repunte a la baja. «Hay que esperar», han apuntado los expertos.