La Coalición Científica para Estudios UAP (SCU) anunció la conclusión de un estudio de dos partes sobre la actividad entre los fenómenos anómalos no identificados y los activos de guerra atómica estadounidenses posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Una pregunta sin resolver sobre los ovnis, que ha permanecido igual durante unas ocho décadas, es si las actividades descritas en los informes sobre el fenómeno demuestran inteligencia e intención. Teniendo esto en cuenta, un equipo de la SCU finalizó el segundo de dos estudios que explora una interesante variable de dicha cuestión: la relación entre los reportes de ovnis y el complejo estratégico de guerra atómica de Estados Unidos.
Los investigadores se valieron de estudios históricos revisados por pares y datos gubernamentales, centrándose en incidentes reportados oficialmente entre 1945 y 1975; es decir, el pleno auge de la Guerra Fría.
El primer estudio de la SCU, intitulado UAP Pattern Recognition Study: 1945-1975 US Military Atomic Warfare Complex, reveló una ráfaga de informes de actividad anómala de ovnis en sitios donde se estaban desarrollando y desplegando nuevas capacidades nucleares —un patrón que los investigadores no habían considerado en estudios gubernamentales o universitarios anteriores—.
Específicamente, estos estallidos temporales de actividad de los no identificados ocurrieron en sitios de desarrollo de misiles y cohetes e instalaciones de prueba de Estados Unidos; y durante el despliegue inicial de misiles balísticos intercontinentales y ojivas MIRV. Por el contrario, no hubo patrones similares de actividad elevada de informes ovni en bases militares convencionales sin armas atómicas para el periodo analizado.
La segunda parte del estudio señaló que el patrón inicial de actividad reportada en plantas de materiales radiactivos aptos para armas y ubicaciones iniciales de arsenales de armas atómicas, no se repitió con el tiempo. Tampoco hubo un patrón de informes sobre acercamientos de ovnis y enfrentamientos con aviones militares. En cambio, se reportaron patrones anómalos de actividad a medida que se introdujeron sistemas de lanzamiento, incluida la construcción de complejos internacionales de misiles balísticos y el armado de misiles balísticos con múltiples ojivas atómicas de reentrada.
Nos están estudiando
Tras llevar a cabo un análisis exhaustivo de los patrones y actividades, el equipo de la SCU llegó a la conclusión de que la explicación más plausible con respecto a los incidentes de avistamientos de objetos voladores no identificados apunta hacia un estudio estratégico e inteligente del complejo de armas nucleares, así como de su capacidad de combate asociada.
«La metodología utilizada en este análisis de indicaciones fue adaptada de las herramientas y prácticas utilizadas dentro de la comunidad de inteligencia nacional para estudios de amenazas y advertencias. El análisis proporciona un enfoque para evaluar informes de actividades que no son reproducibles ni predeciblemente repetibles», se lee en un comunicado publicado esta semana.
El estudio completo puede verse y descargarse a continuación:
https://drive.google.com/file/d/1-Zqhp7Pc2IUsCCKyS0GokwFa1EmuUU2s/view?pli=1
Por MysteryPlanet.com.ar.
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