Aquí llega la Luna Nueva en Virgo con toda su complejidad. En el Hemisferio Sur, recibe la Primavera y en el Hemisferio Norte el Otoño, aunque también marca un comienzo de un nuevo año lectivo para todos aquellos que todavía estudian. Es el momento cuando Persefone se prepara para retornar a su Madre y a la Luz (aparentemente), en el HS y cuando le dice adiós a ella para retornar al Gran Abajo y a la oscuridad (aparentemente). La razón por la cual menciono lo «aparente» de cada propuesta, es que todo en la vida y ciertamente de una manera muy obvia en la Astrología. En el círculo y la mandala de la carta astral, todo los puntos tienen un opuesto o dicho mejor: una polaridad. No se puede ser Leo sin experimentar lo Acuario y viceversa. No se puede ser Virgo sin ser un poco Piscis y así con todos los signos. Casi podríamos decir que hay sólo 6 signos y su opuesto, pues los signos opuestos son las dos caras de la moneda. Cada uno expresa en su lado más «sombra», el otro, el opuesto. Piscis expresa el lado más crítico de Virgo y éste el lado más «víctima» de Piscis. Y es este punto de la victimación de Persefone que me gustaría explorar para esta Luna Nueva en Virgo que curiosamente se forma en oposición a Neptuno, regente de Piscis y en trígono a Júpiter, el otro regente del signo de los peces que nadan en dirección opuesta.
Brevemente el mito:
Persefone, hija de Demeter, la Madre Tierra, es raptada por Hades y llevada al Submundo, y rescatada por su madre, pero sólo parcialmente. Después de un «arreglo» entre Hades y Demeter, quienes son hermanos, a Persefone ( a quien nadie le pregunta nada) se le permite «subir» a estar con su madre, 6 meses del año (primavera y verano) y los otros 6 meses debe retornar al Gran Abajo (otoño e invierno) a reinar con su tío, raptor, marido. En Grecia estos fueron rituales particularmente importantes, celebrados entre Atenas y Eleusis por miles de años.
Los más conocidos eran las Antesforias: La palabra deriva que significa «llevar una flor» aludiendo al rapto de la diosa por parte de Hades, cuando estaba recogiendo flores en el campo, particularmente la flor de Narciso (el deseo). En este festival se celebraba el retorno de Persefone al Submundo y las Tesmoforias: el nombre procede de thesmoi, las ‘leyes’ por las que los hombres deben trabajar la tierra. Las Tesmoforias conmemoraban el tercio del año en que Deméter se abstenía de su papel de diosa de la cosecha y el crecimiento, correspondiendo con los severos meses después del verano de Grecia, cuando la vegetación moría y no llovía, por estar la diosa de luto por su hija, sita en el reino del Inframundo».
En este mito está claro que Persefone es la Víctima, de esta historia, algo que resuena mucho con los signos de Virgo-Piscis y particularmente con lo femenino. Pero es a través de ese acto tan cruel y humillante que ella encuentra su propósito de vida. Es cuando al principio de la Primavera, (para el Hemisferio Sur) que ella retorna a su madre y donde ella llega a conclusión que ella debe «separarse» de su progenitora si quiere recuperar su derecho a Ser, a individuarse y recuperar su poder, ya que en la casa de la madre ella es «hija» y por tanto sin poder. Es cuando retorna al Submundo (para el Hemisferio Norte)que ella encuentra en la oscuridad de su psique, su propósito de vida, o como lo llaman los japoneses, su «Ikigai».
Esta Luna Nueva en Virgo, opuesta a Neptuno en Piscis, nos habla de este proceso interno que en psicología llamamos «individuación», gracias a C.Jung, o «nuestro llamado» o «calling». Aquello que da sentido a nuestra vida. Aquello que Persefone tuvo que averiguar de la forma más dura.
La frase «optimismo cauteloso» parece aplicar al sentimiento que acompaña esta Luna, debido a que tanto el Sol como la Luna, juntos a 21º Virgo 58′ forman trígonos a Júpiter y Urano en Tauro, lo que claramente nos impulsa a seguir luchando por nuestra libertad en busca de nuestra Verdad interna, al mismo tiempo que 6 planetas se encuentran en esa moción retrógrada que nos pide dar un paso atrás, demanda cautela, meditación.
En Leo y la casa 5 es donde radican las posibilidades de encontrar nuestro «Ikigai», y es en Virgo donde buscamos «mejorar», «perfeccionar» eso que encontramos en Leo y donde tomamos consciencia de que todo ese trabajo es para devolverlo a la Humanidad. Sin «mejorar» no hay ilusión, ni energía para continuar y «mejorar» es imposible sin «perseverancia». Virgo nos habla de esa rutina diaria de «repetición», día tras día y en el proceso adquirir excelencia. Sin la repetición y perseverancia nunca llegaremos a la excelencia, dice Virgo. Piscis por el contrario cree en la Inspiración, el «dejar» que ocurra. Piscis procrastina y Virgo «insiste».
Donde tengas el grado 22 de Virgo es donde se te pide «insistir» en estos momentos, Neptuno sin duda puede dotarnos de una visión necesaria para poder entender en qué dirección debemos insistir, pero también nos puede confundir y paralizar. En el proceso, con suerte, quizás descubrimos «donde» «en qué» debemos insistir, y con el trabajo duro que propone una Luna Nueva en Virgo, podemos encontrarnos con nuestro verdadero «calling» o «llamado» y comenzar a poner nuestras energías en ello.
Los Nodos Lunares continuan alineados con Eris, y Ceres y Plutón, lo que describen psicológicamente la soledad y el aislamiento que se siente en este proceso ya que en el interior de nuestra psique aunque parezca que estamos solos también caminamos de la mano de nuestros ancestros y la sabiduría que emana de ellos. Venus y Juno juntas forman una cuadratura casi exacta a Júpiter, por tanto nuestros ideales pueden ser compartido con alguien para facilitarnos el camino y así aprender a vivir con la opinión y la voz de otros aunque no nos guste. Aquellos que piensan diferente y en muchos casos opuesto a nuestros principios, es con quien más aprendemos.
La lucha será callar el lado crítico de este signo representado por Persefone y su viaje al submundo, aceptando con Humildad, que somos simples humanos y aprendemos básicamente de los errores. Todos pagamos por ellos pero debemos aprender a corregir y seguir. El viaje de Persefone también nos recuerda que el continuo ir de la Luz a la Sombra es parte del pedido del alma para evolucionar y cumplir con el mandato divino de enriquecer nuestra divinidad o sea Dios.
Feliz Luna Nueva en Virgo a todas/os!!!!!!!!!!!!