Un estudio publicado el 31 de agosto en Proteomics Clinical Applications ha revelado que detecta la proteína de pico en los receptores de la vacuna 6 meses después de la vacunación contra el COVID-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han sostenido desde el inicio de la pandemia que el ARNm de la vacuna COVID-19 «se descompone a los pocos días de la vacunación y no dura mucho en el cuerpo» a pesar de la evidencia de lo contrario ( pdf a continuación ). Si bien los documentos regulatorios y Pfizer se refieren al ARNm de las vacunas contra el COVID-19 como “ARN modificado”, los CDC se refieren a él como “ARN mensajero”.

Sin embargo, un estudio reciente reveló proteína de pico en los fluidos corporales de personas que recibieron una vacuna de ARNm COVID-19 seis meses después de la inmunización. Este hallazgo sugiere que el ARNm puede incorporarse o transcribirse en algunas células. Los hallazgos se publicaron el 31 de agosto en Proteomics Clinical Applications .

El grupo de prueba estuvo formado por 20 voluntarios que recibieron dos dosis de una vacuna de ARNm contra el COVID-19, 20 personas no vacunadas que dieron negativo en la prueba de COVID-19 o anticuerpos que indicaban una infección previa, y 20 personas no vacunadas que dieron positivo en la prueba de COVID-19.

En fluidos biológicos como sangre, orina, saliva y fluidos de lavado broncoalveolar de los participantes del estudio, los investigadores luego probaron para distinguir las proteínas de pico sintéticas generadas a partir de vacunas de ARNm de las proteínas de pico naturales, y observaron la proteína de pico inducida por la vacuna después de la vacunación.

La proteína de pico del ARNm difiere de la proteína de pico posterior a la infección

Según el estudio, dos aminoácidos de prolina reemplazaron a los aminoácidos lisina y valina para ayudar a estabilizar el pico sintético producido por la vacunación, que es diferente de las proteínas de pico naturales que circulan en los fluidos biológicos después de la infección. El sitio de digestión tríptico de la proteína de pico normal, que es esencial para la absorción de proteínas, fue eliminado mediante el doble cambio de aminoácidos. Debido a esto, los investigadores afirmaron que la digestión tríptica seguida de un análisis de espectrometría de masas se puede utilizar para distinguir entre la proteína de pico natural y la sintetizada en los fluidos corporales.

Estos métodos permitieron a los investigadores identificar fragmentos de proteína de pico sintética específicos en alrededor del 50% de las personas que recibieron vacunas de ARNm. La proteína de pico artificial se encontró entre 69 y 187 días después de la inoculación. Incluso las 20 personas que dieron positivo después de contraer COVID-19 tuvieron muestras negativas del grupo de control no vacunado.

3 hipótesis sobre la proteína de pico sintética persistente en vacunados

Los investigadores propusieron tres teorías basadas en los hallazgos del estudio para explicar por qué la proteína de pico sintética persistió en los receptores de la vacuna:

• El ARNm de las vacunas contra la COVID-19 puede integrarse o retranscribirse en algunas células.
• Las pseudouridinas en una posición particular de la secuencia pueden inducir la formación de una proteína de pico, aunque los investigadores afirmaron que era una posibilidad remota.
• Las nanopartículas que contienen ARNm pueden ser captadas por bacterias normalmente presentes en el nivel basal de la sangre y producir proteína de pico.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que sus primeros hallazgos podrían ayudar a alguien a decidir si debía tomar refuerzos, aunque reconocieron que las tres teorías requieren más investigación.

En un episodio de su podcast, “The Megyn Kelly Show”, que se emitió el 6 de septiembre, Megyn Kelly confesó que se arrepentía de haber recibido la inyección de COVID debido a una lesión causada por la vacuna.

Otros estudios

El diseño de las vacunas de ARNm contra la COVID-19 permite una biodistribución incontrolada, durabilidad y biodisponibilidad prolongada de la proteína de pico dentro del cuerpo después de la inmunización, según los hallazgos de una publicación que se acaba de publicar en Biomedicines.

«La matriz de lípidos y nanopartículas permite una biodistribución generalizada de códigos de genes de ARNm a las células en la mayoría o en todos los órganos» y podría dañar los tejidos y causar enfermedades, concluyeron los investigadores.

14 días después de recibir la vacuna de ARNm COVID-19, según un estudio publicado en noviembre de 2021 en el Journal of Immunology , se descubrió que los exosomas expresaban proteína de pico. Cuatro meses después de la segunda dosis de la vacuna, hubo un aumento en los niveles de proteína que aumentaron después de las dosis de refuerzo.

Los investigadores descubrieron cantidades completas o trazas de ARNm de pico de SARS-CoV-2 en algunas muestras de pacientes hasta 28 días después de recibir la vacuna COVID-19, lo que indica una producción prolongada de proteína de pico, en un estudio publicado en el Journal of Pathology . Microbiología e Inmunología en enero de 2023.

En los ganglios linfáticos los días 7, 16 y 37 después de la inmunización, se descubrió ARNm de la vacuna, con cantidades reducidas pero aún detectables el día 60, según un estudio publicado en Cell en marzo de 2022. Nanopartículas lipídicas de pacientes vacunados con ARNm teñidas inmunohistoquímicamente para detectar En ciertos casos, el antígeno de pico reveló una proteína de pico significativa 16 días después de la segunda dosis, y el antígeno de pico “aún está presente hasta 60 días después de la segunda dosis”, según los estudios.

Una proteína de pico de la vacuna COVID-19 puede pasar del lugar de la inyección a la sangre y acumularse en órganos y tejidos, incluidos el bazo, la médula ósea, el hígado, las glándulas suprarrenales y los ovarios, según un estudio de biodistribución japonés de Pfizer . Desde el día de la vacunación hasta semanas después, el ARNm de la vacuna fue detectable en el torrente sanguíneo.

Los CDC dicen que las vacunas no afectan el ADN, a pesar de la evidencia contradictoria

Además de afirmar que el ARNm de las vacunas COVID-19 se degrada rápidamente en el cuerpo, los CDC también afirman que estas vacunas “no afectan ni interactúan con nuestro ADN” (el material genético que se encuentra dentro del núcleo de las células) porque no “entrar en el núcleo de la célula”.

Los CDC desacreditan la idea de que las vacunas contra el COVID-19 pueden cambiar el ADN en su página web “ Mitos y hechos sobre las vacunas contra el COVID-19 ”.

Según la organización, las vacunas de “ARN mensajero” contra el COVID-19 funcionan “entregando instrucciones (material genético) a nuestras células para comenzar a generar protección” contra el SARS-CoV-2. El cuerpo también descarta todos los componentes de la vacuna después de generar una respuesta inmune, tal como lo hace con “cualquier información que las células ya no necesiten” después de generar una respuesta inmune. Los CDC afirman que este procedimiento es «parte del funcionamiento normal del cuerpo».

Tanto el análisis actual como las investigaciones anteriores refutan esta afirmación. Utilizando líneas celulares de hígado humano, un estudio de febrero de 2022 publicado en Current Issues in Molecular Biology demuestra la transcripción inversa del ARNm de vacunación en ADN. Investigaciones adicionales han revelado que el ARN del SARS-CoV-2 puede transcribirse de forma inversa , integrarse en el genoma de células humanas cultivadas en cultivo y expresarse en tejidos extraídos de pacientes o mediante células portadoras del virus .

Actualmente, la información farmacocinética y farmacológica sobre las vacunas de ARNm contra la COVID-19 es escasa. La farmacocinética es el estudio de cómo reacciona el cuerpo a las sustancias químicas proporcionadas durante el transcurso de la exposición. La evaluación en profundidad del impacto del fármaco en el organismo se realiza mediante farmacodinámica. El extraordinario número de eventos adversos que parecen estar relacionados con la proteína de pico producida por las vacunas puede explicarse si se comprende durante cuánto tiempo el cuerpo produce la proteína de pico y durante cuánto tiempo está presente en los tejidos biológicos.

New Study Detects Spike Protein In Vaccinated 6 Months After COVID-19 Vaccination