Claudiu Târziu es una figura pública rumana reconocible y respetada, no solo por su actividad política en el Senado de Rumanía, sino también por su desempeño en ámbito cultural, el periodismo y también en la sociedad civil, sobre todo en la defensa de la vida y la familia. En septiembre de 2019, fue protagonista del lanzamiento, junto con George Simion, de la plataforma política Alianța pentru Unirea Românilor (Alianza para la Unión de los Rumanos), conocida como AUR. Târziu también es presidente del Instituto de Estudios Políticos Conservadores »Mihai Eminescu». Su partido disputa hoy el primer lugar en vista a las elecciones presidenciales y también europeas del 2024, siendo candidato al Parlamento Europeo.
“Familia, Patria, Fe y Libertad” son principios tradicionales del conservadurismo y de AUR, también compartidos por otras fuerzas políticas europeas. En 2024 su partido tiene una posibilidad muy real de entrar en el Parlamento Europeo con un número significativo de parlamentarios. ¿Cuál será su prioridad en Europa? ¿Qué puede hacer AUR para contribuir a la llamada “Revolución Conservadora”?
Claudiu Târziu: El partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), en cuya bandera hemos inscrito los cuatro valores cardinales que ha mencionado, será el primer partido de Rumanía tras las elecciones parlamentarias europeas del año que viene. Esto puede parecer un poco ambicioso, pero puedo asegurarle que es cierto. Esperamos ganar al menos 15 escaños para que, en Bruselas y Estrasburgo, tengamos defensores honrados y cualificados de la nación rumana.
Estoy convencido de que, con un voto coherente, AUR contribuirá al renacimiento y a la reconstrucción de la Unión Europea de acuerdo con sus auténticos valores, con los valores asumidos por sus visionarios padres fundadores. Todos vemos cómo la fe cristiana es perseguida hoy en día, incluso por aquellos que dicen ser amantes de la libertad. Nosotros, que representamos a las fuerzas nacional-conservadoras, tenemos la obligación de frenar esta marea de inspiración bolchevique que pretende esclavizar y destruir nuestras almas.
LO HE DICHO ANTES Y NO DUDO EN REITERARLO UNA Y OTRA VEZ: LOS OBJETIVOS DE LA TRANSICIÓN VERDE SON FANTASÍA, NO TIENEN NINGUNA CONEXIÓN CON LA REALIDAD Y LAS NECESIDADES SOCIALES, PERO SON PROMOVIDOS OBSESIVAMENTE POR LA IZQUIERDA RADICAL
La Revolución Conservadora no es sólo un concepto que suena bien. Es una realidad en pleno desarrollo. Con la adhesión de muchos más diputados para representar a este enorme movimiento y luchar por nuestra causa, le aseguro que ya no seremos esos “marginados” como algunos intentan describirnos. Cuando la normalidad y nuestra propia existencia están bajo asedio, sabemos que no hay tiempo que perder. Por lo que a mí respecta, me presentaré en la lista del partido AUR y me aseguraré de que nuestra lucha se lleve a cabo con todos los esfuerzos y recursos de que dispongamos.
Su partido ha tenido un crecimiento muy importante en muy poco tiempo. ¿Cuál es la razón principal de este fenómeno?
Claudiu Târziu: Sí, fue un aumento que sorprendió a algunos, pero no a nosotros. De hecho, en menos de un año desde su fundación, el partido AUR entró en el parlamento rumano obteniendo el 10% de los escaños parlamentarios, lo que puede haber resultado chocante para parte de la opinión pública. Creemos, sin embargo, que este extraordinario resultado, este milagro de San Nicolás, como lo seguimos llamando (las últimas elecciones parlamentarias en Rumanía tuvieron lugar el 6 de diciembre de 2020, cuando los cristianos celebran San Nicolás), fue la consecuencia directa y natural, por un lado, de un continuo y creciente espíritu favorable a la corriente nacional-conservadora y, por otro, de un creciente descontento de la sociedad con el comportamiento y las decisiones, a veces irracionales, de los partidos socialista y liberal. Hoy, más de dos años y medio después de nuestra entrada en el parlamento rumano, la mayoría de los sondeos de opinión -encargados por nuestros propios adversarios políticos- nos dan entre el 25 y el 30% de las opciones de voto de los rumanos. Es una evolución que consideramos natural.
Como partido parlamentario, AUR ha actuado como principal fuerza de oposición y ha demostrado, tanto a través de sus mensajes públicos como de las doscientas propuestas legislativas que ha iniciado y apoyado, que es el único partido político que comprende las necesidades y los deseos de los rumanos. De hecho, AUR es un fenómeno. No tanto por su ascenso -espectacular, según algunas voces, o normal, según otras-, sino sobre todo porque refleja el auténtico espíritu rumano. AUR es el movimiento de una nación que ha despertado a la realidad.
¿Cuál es la visión del pueblo rumano sobre la actual Unión Europea?
Claudiu Târziu: La mayoría de los rumanos está a favor de la Unión Europea, pero de esa Unión que implica una estrecha cooperación económica entre Estados soberanos e iguales, tal como fue concebida originalmente. Lo que vemos hoy -y el proceso no es en absoluto reciente- es un plan bien trazado para completar lo que intentó la Rusia soviética, extendiendo un comunismo 2.0 a toda Europa. El globalismo es otra forma de imperialismo ateo, que desprecia y ataca directamente la especificidad nacional y la identidad de los pueblos.
La idea de una posible salida de la Unión Europea -como RO-EXIT- no tiene partidarios en nuestro país. ¿Y cómo podría tenerlos cuando hay varios millones de rumanos viviendo en los Estados miembros, muchos de los cuales tienen padres, hermanos y familias enteras que aún viven en Rumanía? La pregunta esencial, que probablemente se hacen todos los europeos, no sólo los rumanos, es: ¿Qué tipo de Unión queremos para nosotros y para nuestros hijos? ¿Una UE neo-soviética en la que los ciudadanos estén sometidos a una vigilancia absoluta y a los dictados de una ideología delirante y deshumanizadora? ¿O una Unión Europea en la que vivamos con seguridad y respeto mutuo, en la que prosperemos y nos sintamos verdaderamente en casa? La pregunta es, por supuesto, retórica.
Las normativas comunitarias como las leyes sobre el clima, la Restauración de la Naturaleza, el llamado Green Deal, o aquellas más relacionadas con la ideología de género, ¿son discutidas o aceptadas en general por los rumanos?
Claudiu Târziu: Todas estas tonterías ideológicas, que la izquierda globalista trata de imponer, son recibidas con mucho escepticismo y, en general, son rechazadas por la mayoría de los rumanos. De hecho, AUR es el primer partido político que pone estos temas en la agenda pública, desde una perspectiva diferente a la que hoy apoya Bruselas. Si la sociedad está dividida, no es por culpa del partido AUR, sino por esas medidas y políticas evasivas promovidas por la élite globalista y sus grupos de presión.
Tomemos, por ejemplo, la llamada transición verde. Lo he dicho antes y no dudo en reiterarlo una y otra vez: los objetivos de la Transición Verde son fantasía, no tienen ninguna conexión con la realidad y las necesidades sociales, pero son promovidos obsesivamente por la izquierda radical. La pregunta fundamental -y retórica- es: ¿Por qué socavar e incluso destruir nuestra propia industria, con consecuencias devastadoras para la sociedad, cuando lo que deberíamos hacer es perseguir estrictamente nuestros intereses nacionales, como está haciendo Polonia, y pedir a Bruselas que muestre el respeto que nos corresponde? No estamos en peor situación que los demás Estados miembros.
¿Ideología de género? Un disparate de cabo a rabo, cuyos objetivos son lavarnos el cerebro para que perdamos nuestra conciencia y los valores que heredamos de nuestros padres y antepasados. Gracias a Dios, los rumanos, en su mayoría, rechazan inequívocamente tal distorsión. A excepción de una minoría, agresiva y que se beneficia de enormes subvenciones del extranjero, nuestros compatriotas no quieren ni oír hablar de estos desvaríos de algunas mentes descarriadas.
Los partidos conservadores, soberanistas, patrióticos e identitarios europeos están avanzando, acercando posturas e intentando cambiar las mayorías en Bruselas. ¿Cuál es su visión sobre este proceso? ¿Cree que será posible cambiar las mayorías parlamentarias de la Unión Europea, gracias a los acuerdos y acciones de los grupos de partidos conservadores e identitarios?
Claudiu Târziu: Como he dicho, esta tendencia está creciendo en toda Europa. Este es un momento histórico y definitorio, y el resultado de las próximas elecciones europeas será decisivo para la evolución de la UE. Creo no sólo que este cambio es posible, sino que es absolutamente necesario si queremos revivir Europa sobre los cimientos sobre los que se construyó. El cambio de mayoría en el Parlamento Europeo provocará también un cambio en la composición de la Comisión.
Nosotros, AUR, somos plenamente conscientes de las sensibilidades e incluso animadversiones entre ciertos partidos conservadores que harían casi imposible la unidad a nivel europeo. Sin embargo, somos de la opinión de que las diferencias bilaterales deben permanecer en un segundo plano y que debemos intentar encontrarles una solución más adelante. Nuestra prioridad, la de todos, debe ser una auténtica y profunda reforma de la Unión. Pero no podremos conseguirla a menos que las fuerzas nacional-conservadoras ganen la mayoría en el Parlamento Europeo y en la Comisión. La votación de junio de 2024 será crucial. Una victoria de los socialistas y sus aliados y el mantenimiento del statu quo traerán la ideologización forzosa, el empobrecimiento y la ruina a toda Europa.
¿Qué Europa necesita Rumanía? ¿Qué Rumanía necesita Europa?
Claudiu Târziu: Rumanía es el sexto país más poblado y el octavo de la Unión Europea. Como he dicho antes, millones de rumanos viven en los Estados miembros, y las comunidades más numerosas viven y trabajan en España, Italia y Alemania: en total, hay más de 3,5 millones de rumanos étnicos en estos tres países. Hago estas observaciones para subrayar que, además de su posición geopolítica, de vital importancia para la estabilidad de todo el continente, Rumanía debe desempeñar el papel que le corresponde en la escena europea. Pero Europa es mucho más que la Unión Europea, y mientras ésta no vuelva a sus raíces, a sus fundamentos y a la normalidad, todos perderemos. La única solución para la UE es convertirse en una Unión de Naciones, basada en los valores y tradiciones de la derecha cristiana. Esa es la salvación de la UE.
Una Unión Europea moral-espiritual y sociopolíticamente sana garantizaría el respeto mutuo, la seguridad interior y una cooperación eficaz y justa entre las naciones. El alma de Europa es cristiana, y debe seguir siéndolo. Necesitamos una Europa así: fuerte y justa, próspera, que garantice la paz y dé a sus ciudadanos confianza y tranquilidad. Una Europa en la que caminar y explorar con amor. En cuanto a mi país, no exagero en absoluto cuando digo que Rumanía es uno de los países más ricos, con unos recursos naturales y humanos por los que somos envidiados. Una Rumanía digna en una Europa fuerte es lo que queremos y lo que creemos que conseguiremos. Para ello necesitamos un gobierno que persiga estrictamente el interés nacional y estadistas que defiendan su tierra nacional y persigan el bienestar de toda la sociedad. ¡Que Dios nos ayude!
Foto: Christian Lue.
«El resultado de las próximas elecciones europeas será decisivo”