AP.- Detrás de la operación militar y sin lugar a dudas limpieza étnica completa e irreversible de la Franja de Gaza se esconde más cosas que las aparentes. Más allá del tema de la seguridad y el deseo de conquistar nuevas tierras para el estado hebreo hay intereses económicos de gran envergadura. Frente a las costas de Gaza, Israel y Siria hay unas enormes reservas de gas.
No son unos cuantos kilómetros cuadrados en la Franja de Gaza, territorio sin ninguno o escaso valor, el objetivo real de Israel. Israel tiene tierras por colonizar en el Negev. No quiere la Franja de Gaza (360 kilometros cuadrados) para implantar algunos cientos de familias en ese secarral para cultivar pomelos y aguacates. Eso es una broma. El gas es otra cosa: una riqueza colosal al alcance de la mano.
Una vez Israel dueña de la Franja de Gaza (si la comunidad internacional protesta, Israel le hará el mismo caso que le lleva haciendo desde hace 75 años: ninguno), podrá explotar ese filón para su exclusivo beneficio. Hay reservas frente a Gaza por valor de miles de millones de euros en gas. Israel se convertiría en claro exportador de gas. A Israel le corre prisa porque si de alguna manera los palestinos consiguieran (cosa difícil, pero no imposible si contara con los apoyos internacionales adecuados) hacer explotar esos yacimientos en su provecho, eso sería una catástrofe para Israel en todos los campos.
Las inmensas riquezas que los palestinos sacarían de ahí les permitiría estar en unas condiciones mucho mejores que las actuales, en todos los terrenos. Mientras no sean más que unos pordioseros al borde del hambre, unos parias desamparados, Israel puede hacer con ellos lo que quiera, incluso llevar a cabo el genocidio que han planificado y que están llevando a cabo bajo la mirado del mundo. Si los palestinos pudieran salir de su miseria con los recursos de sus legítimas riquezas que hay frente a sus costas, entonces el panorama cambiaría completamente. Israel debe apurarse en dejar zanjado este tema: deshacerse de los palestinos y robarle (una vez más) todo lo que tienen.
Israel piensa negociar con Egipto el traslado de los palestinos de Gaza a cambio de hacerla participar de alguna manera en el negocio del gas. Le dará alguna participación a cambio de que se quede con los dos millones y medio de palestinos de Gaza. Eso y la ayuda internacional (nada nuevo: recordemos que Turquía acogió a dos millones (o más) de sirios por la guerra en ese país).
Dejemos esto de momento. Quiero poner eso en relación con otro asunto que guarda cierta similitud con este caso. Resulta que Marruecos ha descubierto hace poco (un año o poco más, creo) gas frente a las costas de Canarias, en una zona sujeta a controversia (aguas territoriales de Marruecos y España).
Marruecos ha concedido la explotación de estos yacimientos a una empresa… israelí. Por cierto, que esa zona rica en yacimientos submarinos de gas se sitúa también en una zona controvertida por otra cuestión: el Sahara Occidental ocupado por Marruecos. Curiosa similitud con el caso israelí/palestino.
Y esto dentro del marco de la cooperación entre Marruecos e Israel en diversos campos tecnológicos, militares, comerciales, diplomáticos, etc.
Entre Marruecos e Israel nos la van a meter bien profunda a los españoles. Estos dos comparsas se comerán cruda a España. Mientras tanto aquí, este pueblo de pacos cerveceros y futboleros (del rey para abajo, todos) ocupados en gilipolleces propias del tonto del pueblo. España es una sociedad completamente destruida moral, cultural, espiritualmente. Harán con nosotros lo que quieran.
Entre Marruecos e Israel nos la van a meter bien profunda a los españoles