Vivimos en tiempos en los que la espiritualidad es arrojada al abismo del olvido.
Lo importante es lo inmediato, lo nuestro, para conseguir más, lograr más y triunfar y ser feliz. Todas estas premisas que nos meten a diario son falsas.
El resultado es que pasa el tiempo y la felicidad no llega, nos encontramos solos y con esa sensación de vacío.
Nuestro sufrimiento es la consecuencia de nuestros actos anteriores. No podemos dejar que el día a día, transcurra a la deriva. como si flotáramos en un océano a merced de las corrientes y tempestades.
Tenemos que tomar el control, dirigirnos a donde queremos, conocer los rumbos adecuados para conseguir esa felicidad.
El adiestramiento de la mente es el camino, para dirigir nuestros pensamientos, que dirigirán nuestras palabras y dirigirán nuestros actos.
¿Cómo aprender a adiestrar nuestra mente?
El refugio en el Dharma (los caminos de Buda), la meditación o dar al camino espiritual el valor primordial que tiene.
maestroviejo