Robert E. Howard y el origen literario de la conspiración reptiliana

Más allá de los mitos de culturas antiguas, la noción de una raza reptiliana que reside bajo tierra y tiene la habilidad de transformarse para mezclarse entre los humanos, halla su génesis en El Reino de las Sombras, una extraña historia publicada en 1929.

Junto con H.P. Lovecraft y Clark Ashton Smith, Howard formó los llamados «Tres Mosqueteros de Weird Tales». Su obra, tanto en prosa como en verso, es ingente, y buena parte fue publicada de forma póstuma. Izquierda: Ilustración de El Reino de las Sombras, de Justin Sweet. Derecha: Robert E. Howard en 1934.

Veamos, a modo de ejemplo, un extracto de esta obra escrita por Robert E. Howard y aparecida por primera vez en la icónica revista Weird Tales:

Kull plantó dudoso la mano en la empuñadura de la espada. Se le puso la piel de gallina al apoyar el pie en el horror que yacía en el suelo y, al abrirse la terrible boca, bruscamente movida por un último reflejo muscular, retrocedió dominado por la náusea. Luego, furioso consigo mismo, arrancó la espada violentamente y examinó con atención a la criatura abominable que había conocido con el nombre de Tu, su primer consejero. Con la única excepción de la reptilesca cabeza, aquella cosa era una réplica exacta de un hombre.

—¡Un hombre con cabeza de serpiente! —murmuró Kull—. En ese caso, ¿es un sacerdote del dios-serpiente?

—Sí. Tu duerme, sin preocuparse de nada. Estos demonios pueden tomar cualquier forma que deseen. O, más bien, pueden, por medio de un encantamiento mágico o algo parecido, tejer alrededor de sus rostros una red encantada, como si un actor se pusiera una máscara, para parecerse a aquellos que desean suplantar

—Así que las antiguas leyendas eran ciertas —meditó el rey—, las viejas y terribles historias que un hombre apenas se atreve a susurrar por miedo a la muerte.

¿Suena familiar? Para aquellos que han venido siguiendo el tema de los reptilianos en los últimos tiempos, ¡seguro! Y lo escrito por Howard es, según nos confirma la bibliotecaria e investigadora Débora Goldstern, la primera mención moderna de estos seres en un contexto de ficción/fantasía que hace alusión a una conspiración para controlar a los humanos en secreto.

Eso sí, el autor de El Reino de las Sombras, a pesar de ser considerado como el padre del subgénero de «espada y brujería», no fue quien acuñó el término «reptiliano». De hecho, como puede leerse líneas arriba, estos seres escamosos son mencionados simplemente como «hombres serpiente» —algo que recuerda más a las antiguas leyendas del Uluru—.

El Imperio serpiente

De acuerdo al relato de Howard, los hombres serpiente fueron creados hace incontables eones por la Gran Serpiente. El Imperio original de estas criaturas en la Tierra, basado en un avanzado entendimiento de la magia y de la alquimia, colapsó con el surgimiento de los dinosaurios hace unos 225 millones de años, durante la era del Triásico.

Pero este derrumbe no fue el final de los hombres-serpiente, quienes a lo largo de la historia han intentado retomar el poder en varias ocasiones. Así, estos supervivientes de las «cosas antiguas» se infiltraron en la sociedad humana y gobernaron desde las sombras por un tiempo, pero fueron descubiertos, derrotados y expulsados en una guerra secreta. Más tarde, empero, repitieron la táctica.

Ilustración de Ned Dameron.

En este punto, cuenta Howard, surge una religión del Culto a la Serpiente, la cual ganó poder e influencia dentro de Valusia —una ciudad que ya era antigua en tiempos de la Atlántida—, mientras los hombres serpiente usaban sus habilidades de camuflaje para asesinar y reemplazar a cada monarca humano reinante.

El poder de estos seres sería finalmente quebrantado por el rey Kull, un otrora bárbaro de Atlantis que había conquistado recientemente Valusia, y por el picto Brule el Matalanzas, cuya sociedad era consciente de la infiltración de los hombres serpiente.

Los hombres serpiente escaparon a Yoth, una caverna debajo de K’n-yan en América del Norte. Allí construyeron ciudades subterráneas, de las cuales solo quedan ruinas en la era moderna.

Conclusión

Es seguro que Howard bebió de fuentes mitológicas, teosóficas y ocultistas de la época para escribir El Reino de las Sombras. De hecho, su máxima creación, Conan el Bárbaro, está situada temporalmente en la edad hiboria, «una época fantástica comprendida entre los años del hundimiento de Atlantis y los de las migraciones de los arios».

Su pionera obra, capaz de transformar lo esotérico en exotérico, ha sido una fuente de inspiración para numerosos autores en las décadas posteriores del siglo XX y XXI. Estos escritores han explorado en mayor profundidad el tema de los «hombres serpiente cambia-forma», no solo en el ámbito de la ficción, sino también en el terreno que ha dado origen a diversas teorías de conspiración —teléfono para David Icke—.

Por MysteryPlanet.com.ar.

Robert E. Howard y el origen literario de la conspiración reptiliana

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