Un estudio reciente ha revelado que las consecuencias de la explosión de uranio empobrecido en Ucrania llegaron a Inglaterra con un aumento de aproximadamente 600 ng/metro cúbico en los niveles de uranio en el aire en el sureste de Inglaterra debido a las partículas liberadas por la explosión de Khmelnitsky.
El 19 de mayo, se escribió un artículo sobre la explosión de Khmelnitsky, analizando datos de radiación gamma de detectores ubicados al noroeste del lugar del ataque. Los datos indicaron niveles elevados de radiación en áreas de Polonia cercanas a la frontera con Ucrania y que se extienden a través de Alemania. La conclusión a la que se llegó sugirió la posibilidad de que un almacén, que supuestamente almacenaba armas de uranio suministradas por el Reino Unido, se hubiera visto afectado. Se planteó la hipótesis de que el uranio explotó, generando una importante bola de fuego, y las partículas resultantes de la explosión se dispersaron con el viento predominante en toda Europa en ese momento.
El artículo desató un importante debate en Internet, en el que numerosos autoproclamados verificadores de hechos y “expertos” cuestionaron las conclusiones. Esto ilustra el estado actual del discurso en Internet. El artículo fue descartado como “falso ruso” (por ejemplo, fakenews.pl).
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que, si bien el uranio emite radiación gamma débil, el elemento hijo Torio-234 puede contribuir al aumento de las señales gamma. Además, el gas radiactivo natural, el radón, puede elevar las señales gamma durante las lluvias y los sistemas de baja presión. Un laboratorio polaco atribuyó el aumento de la señal al radón, informando específicamente de la presencia de la hija del radón, Bismuto 214, aparentemente descartando la afirmación de una nube de uranio sobre Polonia. Sin embargo, se señaló que no había sistemas concurrentes de baja presión que pudieran explicar el abrupto aumento de las señales gamma, dejando el asunto sin resolver.
Por lo general, los niveles de uranio en el aire en toda Europa no se controlan sistemáticamente. Los datos disponibles sobre el uranio en el aire se obtienen de los muestreadores de aire de alto volumen (HVAS) del Establecimiento de Armas Atómicas (AWE) en Aldermaston, Berkshire. Estos muestreadores se establecieron a principios de la década de 1990 después de una investigación pública sobre un grupo de leucemia infantil cerca del sitio. Las obligaciones legales obligan a AWE a medir periódicamente el uranio, el plutonio y el tritio en varios lugares, tanto cerca como lejos de la fábrica de armas. Estos datos se han utilizado anteriormente para identificar el uranio empobrecido de las guerras de Irak que se había dispersado a Inglaterra.
En relación con el incidente de Khmelnitsky, los datos recientes sobre uranio de AWE se obtuvieron a través de una solicitud de Libertad de Información. Los datos, presentados en un archivo Excel, se representaron gráficamente mediante funciones de Excel. La Figura 1 ilustra los niveles de filtro para tres ubicaciones fuera del sitio durante el período del 15 de mayo al 15 de junio, coincidiendo con la explosión. Los resultados confirman un aumento en los niveles de uranio durante ese período. Los datos de ubicaciones in situ también reflejan un aumento similar.
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Los desafíos observados en el proceso de revisión científica por pares reflejan los de los medios de comunicación. Dos revistas, a saber, la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública y Conflicto y Salud, se negaron a considerar o publicar el artículo sobre los aumentos de uranio durante la guerra de Ucrania, a pesar de proporcionar datos sin procesar. Posteriormente, el artículo se compartió en un sitio de preimpresiones donde llamó la atención.
La Figura 1 muestra un aumento de aproximadamente 600 ng/metro cúbico en los niveles de uranio en el aire en el sudeste de Inglaterra debido a las partículas liberadas por la explosión de Khmelnitsky. Aunque parezca poco llamativo, teniendo en cuenta que el tamaño medio de una partícula de uranio es inferior a 1 micrón, la inhalación individual de unos 24 metros cúbicos al día da como resultado una ingesta pulmonar media de 0,432 mg durante un mes. Esto se traduce en 200 millones de partículas por persona en el área y a lo largo de la trayectoria de la columna en el Reino Unido. Teniendo en cuenta los hallazgos en Faluya, un estudio de 2010 demostró un aumento sustancial de cáncer y malformaciones congénitas en los bebés, indicativos de daño genético, tras el uso de armas de uranio en la segunda guerra de Irak de 2003.
La identificación posterior del exceso de uranio en las madres de niños con defectos de nacimiento mediante muestras de cabello y espectrometría de masas respalda aún más los efectos a largo plazo de la exposición al uranio. Este estudio, que se asemeja a un examen histórico de núcleos de hielo, rastreó los aumentos hasta las exposiciones de 2003. La investigación en Irak subraya los importantes efectos genéticos y cancerígenos sobre la salud de las partículas de uranio, potencialmente una causa primaria de cáncer en las víctimas de Hiroshima expuestas a partículas de uranio en la “lluvia negra”.
LOS NIVELES EN POLONIA, ALEMANIA Y EN CUALQUIER OTRO LUGAR EN SU VIAJE HACIA INGLATERRA HABRÁN SIDO MUCHO MÁS ALTOS. PERO NO HAY MEDIDAS DISPONIBLES.
Figura 1: Resultados de filtros de aire cada cuatro semanas para uranio de muestreadores externos en Aldermaston, Tadley y Reading. La explosión de Khmelnitsky Ucrania ocurrió el 14 de mayo de 2023 (1805-1506). El fondo normal es 200.
Fallout From Depleted Uranium Explosion In Ukraine Reaches England