El 2 de noviembre el gobierno alemán disolvió Samidoun , un colectivo al que la policía acusa de festejar en Berlín el ataque del 7 de octubre contra Israel.
El jueves por la mañana el gobierno alemán va al grano y prohibe formalmente cualquier actividad política de Hamas o en apoyo a Hamas, que luego ha sido la señal para el inicio de una carga de la caballería ligera. Cientos de policías registraron los locales de los palestinos y de los defensores de Palestina en Alemania.
Hay que destacar cuatro circunstancias que convierten a la redada en un montaje, otro más. La primera es que si en Euskadi “todo es ETA”, en Alemania “todo es Hamas” ahora mismo, es decir, la política transforma a ciertas organizaciones en fetiches de la represión política.
La segunda circunstancia es que la redada llega inmediatamente después de otra contra el grupo reaccionario Reichbürger (Ciudadanos del Reich), otro de esos espantajos adscritos a la “extrema derecha” que no existe más en las redes sociales.
La tercera es que la intoxicación cierra un círculo de tautologías: los defensores de Palestina son de Hamas, una organización antisemita (yihadista, terrorista) exactamente igual que las de “extrema derecha”, todos los extremos son malos…
La cuarta no se debe nunca olvidar: el actual gobierno alemán que ha desatado la represión contra los propalestinos es, como el español, una mezcla empalagosa de socialdemócratas y verdes, entre otros condimentos.
El servicio secreto alemán asegura que Hamás tiene alrededor de 450 miembros en el país. Según dicen los espías, sus actividades van desde expresiones de simpatía y actividades de propaganda, como la campaña BDS, hasta actividades de financiación y recaudación de fondos para fortalecer a la organización (Hamas) en el extranjero.
Lo que realmente pretende la represión es paralizar las movilizaciones en apoyo a Palestina. Alemania acoge a una de las comunidades palestinas más grandes fuera de Medio Oriente. Las estimaciones la cifran en 175.000 ó 225.000 miembros y el objetivo real de la redada son organizaciones como Samidoun y la comunidad palestina en Alemania. El servicio secreto alemán la describe como “la organización más importante para los partidarios de Hamas en Alemania”. La sede de la asociación se encuentra desde hace décadas en Berlín sin que haya molestado a nadie nunca.
“Continuamos nuestra acción constante contra los islamistas radicales”, dice Nancy Faeser, ministra del Interior alemana. “Al prohibir a Hamas y Samidoun en Alemania, hemos enviado una señal clara de que no toleraremos ninguna glorificación o apoyo al terror bárbaro de Hamas contra Israel”, añadió.
Las redadas, que tuvieron lugar principalmente en Berlín, tenían como objetivo hacer cumplir las prohibiciones e investigar más a fondo a los colectivos propalestina, dijo el Ministerio del Interior alemán en un comunicado.
En total, 500 policías se registraron en 16 localidades en Berlín y en los estados federados de Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein. Sólo en Berlín, más de 300 policías realizaron registros en 11 lugares para incautar pruebas y bienes. Siete búsquedas estaban relacionadas con Hamas y cuatro con Samidoun . Los registros se llevaron a cabo principalmente en las casas de simpatizantes y en las instalaciones de Samidoun .
El gazpacho antisemita, yihadista, chiíta, terrorista, neonazi, etc.
El gazpacho represivo no se acaba ahí. La semana pasada la policía allanó 54 lugares en todo el país. Esta vez la diana había cambiado un poco: comenzaba la investigación sobre una organización con sede en Hamburgo sospechosa de promover la “ideología del gobierno iraní” y posiblemente apoyar las actividades de Hezbollah en Alemania.
“Estamos siguiendo de cerca el escenario islamista”, dijo la ministra. “Los islamistas y antisemitas no pueden ni deben sentirse seguros en ningún lugar aquí”. Dijo que los miembros y partidarios de Hamas en Alemania también estaban comprometidos a influir en el discurso político y social de la propia Alemania.
Publicitariamente la represión contra los propalestinos se solapa cuidadosamente con otra redada contra Reichbürger (Ciudadanos del Reich), que es la única de la que se ha hecho eco la prensa española para confundir.
En diciembre del año pasado, la policía alemana ya detuvo a otros tantos miembros del mismo grupo en Frankfurt, calificados siempre de “extrema derecha” y acusados de intentar un golpe de Estado. El asalto al Congreso de Estados Unidos en 2021 ha debido causar furor entre los fiscales alemanes, que ya han descubierto dos golpes en menos de un año.
Esta vez la policía ha detenido a 20 personas que mantenían diversas cuentas en las redes sociales asociadas a fantasmadas del FBI del tipo QAnon .
En resumen: como dijo Angela Merkel en un discurso pronunciado ante la Knesset en 2008, Israel forma parte de la “razón de Estado” de Alemania .
Redada de la policía alemana contra los colectivos que apoyan a Palestina
Un barco israelí atacado con explosivos por un dron en el Océano Índico
El Océano Índico, escenario de una tensión creciente, se está convirtiendo en terreno de enfrentamientos entre países, como lo demuestra el ataque a un barco israelí por parte de un dron de diseño iraní el pasado viernes.
El barco, uno de los portacontenedores más grandes del mundo, fue el objetivo de un dron Shahed 136 cargado de explosivos, que provocó daños materiales pero no hubo heridos entre la tripulación. El ataque se produce en un contexto de crecientes tensiones, alimentadas por las amenazas de los hutíes yemeníes, apoyados por Irán, contra los barcos israelíes y sus aliados que navegan en el Mar Rojo.
En las últimas semanas, los rebeldes hutíes han aumentado los ataques contra barcos de pabellón israelí o sus aliados. La incautación de un carguero que transportaba a 25 tripulantes en el Mar Rojo, reivindicada por los huthíes, atestigua la escalada. El barco, que enarbola la bandera de las Bahamas y estaba fletado por una empresa japonesa, se convirtió en un peón de una guerra latente, consecuencia directa de las tensiones regionales y los conflictos en curso en el Oriente Medio.
La compleja situación aumenta las preocupaciones sobre la seguridad de las rutas marítimas estratégicas, donde los actos de piratería y los ataques selectivos amenazan el movimiento de los buques comerciales. El ataque al barco israelí en el Océano Índico genera preocupación sobre la posible magnitud de las consecuencias de estos enfrentamientos para los mercados internacionales.
Estos incidentes podrían perturbar aún más el comercio marítimo internacional, afectando el flujo de mercancías y las cadenas de suministro mundiales, ya seriamente afectados desde la pandemia.
La participación de potencias regionales en estos actos de hostilidad en el mar refuerza las cuestiones estratégicas a escala mundial. Las alianzas regionales y las tensiones entre Irán, el apoyo a los huthíes e Israel son elementos clave de la escalada. El riesgo de un mayor deterioro de la situación sigue siendo alto y pone en peligro la seguridad de las rutas marítimas internacionales.
Un barco israelí atacado con explosivos por un dron en el Océano Índico