Francia se resquebraja/“Papá, estoy en el mar”: las familias que aún esperan noticias de los cayucos

Teodoro del Valle – Los gobiernos locales socialistas se han negado a aplicar la nueva ley sobre inmigración pactada entre el gobierno y Agrupación Nacional.

Esto no implicaría más que una negación de la realidad legal del país, pero también podría trascender a una situación más caótica para el gobierno.

Concretamente, si los gobiernos socialistas de todo el país deciden negar la ley sobre inmigración, podría acabar convirtiéndose en un acto de rebeldía y un “autonomismo” dentro de la propia Francia.

Y es que ese autonomismo se convertiría en un símbolo, no solamente para los endofobos (de los que también forma parte el gobierno, no nos engañemos), sino de que la democracia sigue fallando como todos los otros intentos franceses (siendo los pioneros en su versión liberal).

7 ministros ya han amenazado con dimitir y pone en peligro el actual gobierno.

Uno de ellos ya ha cumplido su amenaza, concretamente el ministro de salud.

La nueva ley de inmigración contempla la reducción del acceso a las ayudas sociales, también endurece el reagrupamiento familiar y otros accesos sociales para los inmigrantes.

Estas son algunas de las concesiones del gobierno a Reagrupación Nacional, estableciendo incluso que los recién nacidos de inmigrantes no obtendrán la nacionalidad directamente.

Por otro lado, también han posibilitado la regularización con mayor facilidad de aquellos que estén trabajando en gastronomía, en la construcción u otros sectores que antes no se contemplaban.

Independientemente de ello, la nueva ley seguirá manteniendo en Francia un reemplazo demográfico que necesitaría de leyes más duras, aunque esta ya está siendo considerada como anticonstitucional por la propia primera ministra.

Imaginemos por un momento qué es un populista…

Según la dialéctica de los gobiernos liberales, el populista es aquel que promete aquello que la gente quiere escuchar. Aquel que, por conveniencia, cambia de parecer según le sople el viento. Es decir, el populista es aquel que vende sus principios, únicamente por tener el favor del pueblo, aunque no esté de acuerdo con ellos, únicamente por el hecho de mantenerse en el poder.

Los social-liberales, siempre aseguran que Reagrupación Nacional es populista, que Fidesz también lo es, así como también lo son Alternativa por Alemania, VOX, Reconquista, Llama Tricolor, Ley y Justicia, etc…

Pero si analizamos la situación de las democracias liberales, podríamos asegurar que sus gobiernos son más populistas que aquellos a los que acusan de populismo.

El gobierno de Sánchez es un buen ejemplo de ello. Con tal de mantenerse en el poder, el PSOE ha sido capaz de ceder ante todos los frentes posibles, reuniendo el máximo apoyo popular posible, aunque en varias ocasiones han mostrado su rechazo a algunas de las políticas que luego han aprobado.

Ahora, el ejemplo de Macron es otro buen ejemplo. Un gobierno liberal que ha tenido que ceder, no por comprender la realidad que vive Francia, sino porque ante la posibilidad de una rebelión popular en un futuro no muy cercano y que RN venza en las elecciones, han preferido venderse a cambio de una ley que contente a unos cuantos.

Y como estos ejemplos, podríamos poner otros tantos ejemplos actuales e incluso, ejemplos de hace unas décadas. Ya había no hace mucho tiempo un libro titulado “Democracia Show”, que exponía algunos esperpentos parecidos…

Imagina acusar a otros de populismo…

VOX, sin ir más lejos, podrá ser aquello que se quiera, pero lo cierto es que su discurso no ha variado demasiado en el tiempo. La diferencia del VOX nacido, al VOX actual, es más bien mínima o, en todo caso, podríamos hablar de una evolución de las ideas. No así podríamos hablar del PP, que sería como el PSOE.

Lo mismo ocurre con el RN, que únicamente ha variado de ideas dependiendo de su liderazgo. No es lo mismo el FN de François Duprat, de Jean Marie Le Pen o el de Marine Le Pen, pero en cada época predominó una idea que se mantuvo.

Pero esa es la diferencia entre aquellos iliberales con cierto galante (por más que no puedan gustarnos) y aquellos liberales e iliberales (bananeros) que, con tal de mantenerse en el poder, hoy te venden la tradición y al día siguiente vuelven a levantar monumentos a Stalin, o donde un día te prometen muros y al siguiente tienes a más maras que en todo Centroamérica.

Francia se resquebraja

“Papá, estoy en el mar”: las familias que aún esperan noticias de los cayucos

Más de 870 personas desaparecieron en la ruta canaria en 2023, según la OIM. “Todas las familias de Senegal son familias de desaparecidos. No hay nadie que no conozca a alguien que haya muerto en el mar”
 
De izquierda a derecha, Cheikh, Khadim y Papa Doudou. Los tres eran amigos desde la infancia y desaparecieron en el cayuco que salió el 31 de octubre

“Papá, estoy en el mar”. Esta fue la última frase que Badara, el padre de Khadim, escuchó para siempre en voz de su hijo. Eran las 00.00 de la noche del 31 de octubre de 2023. Cerca de la costa de Joal, una ciudad situada al sur de Dakar, Khadim se despidió de su padre sin saberlo, embarcado en un cayuco de colores de 22 metros de largo con más de 100 personas a bordo y en un mar oscuro. Fue el mismo día que partió hacia Canarias. La llamada se cortó repentinamente por falta de cobertura. Tampoco respondió en las sucesivas veces que su familia lo quiso contactar a su teléfono habitual. 

Khadim tenía 19 años y era pescador. “Esta situación es realmente triste. Khadim se fue para cumplir un sueño y ahora ese sueño ya no lo puede cumplir. Khadim ya no está”, lamenta su padre desde una habitación alquilada en la misma localidad de donde partió el cayuco. Este alojamiento rentado era el principal motivo que llevó a Khadim a embarcarse a las Islas Canarias. Era un joven muy cercano a sus padres, que deseaba comprarles una casa para que dejaran de pagar el alquiler mensual de tres habitaciones y así acabar con la angustia de cada final de mes. Khadim tiene además cuatro hermanos, una de ellas su melliza y otro que reside en Almería y que aún lo espera. 

Khadim es una de las 870 personas que han muerto y desaparecido rumbo al Archipiélago en 2023. Estas son las cifras que maneja la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que también advierte que el dato es mucho mayor. Que los cuerpos se hundan para siempre en el océano hace imposible cuantificar la mortalidad real de la ruta que conecta África Occidental con Canarias.

El año pasado no hubo ningún mes libre de tragedias. Según la OIM, noviembre fue el mes más mortífero, cobrándose la vida de 353 personas. Le sigue julio, con 147 víctimas en el mar. De las personas que perdieron la vida en 2023, al menos una veintena eran niños. La falta de vías legales y seguras para viajar empujó entonces a casi 40.000 migrantes a tomar pateras y cayucos para alcanzar Europa. El naufragio de las embarcaciones precarias en la travesía fue la causa de la muerte de 736 personas. Más de 120 perdieron la vida por las malas condiciones climáticas, la falta de agua, de comida o de abrigo. 

Impacto emocional y económico

La falta de certezas mantiene a las familias en el limbo que separa la vida de la muerte y les impide iniciar el duelo y seguir adelante con sus vidas. Mientras no haya cuerpo, hay un rayo de esperanza. Es lo que se conoce como pérdida ambigua. El informe Familias de personas migrantes desaparecidas de la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) revela que los sentimientos que acompañan a las familias de los desaparecidos son el de tristeza, miedo y rabia. También pueden aparecer depresión, ansiedad, agotamiento y soledad. El documento refleja que hay casos de mujeres que se quedaron postradas en la cama y sin poder caminar tras la pérdida de sus hijos. También hay madres que se quedan sin habla como Nogaye, la madre de Baye, un joven senegalés que salió hacia Canarias en 2021 y no llegó. 

La muerte o desaparición de la persona que migra también deja un impacto económico en sus familias.  Khadim salía cada día a pescar en el cayuco familiar. Lo que capturaba, su padre lo vendía después en la calle. Desde que su hijo se marchó, su padre tampoco ha podido salir a vender. El mismo informe de la OIM desvela que tras la desaparición, muchos padres y madres se quedan sin el apoyo económico que esperaban de sus hijos si hubieran tenido éxito. Muchas personas migrantes hipotecan sus propiedades o adquieren importantes deudas para cubrir los gastos relacionados con sus viajes. Una deuda que no finaliza con la desaparición de la persona. 

El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de las Naciones Unidas contiene en su octavo objetivo el de emprender iniciativas internacionales coordinadas sobre los migrantes desaparecidos. La ONU adopta el compromiso de identificar a las personas fallecidas y desaparecidas y facilitar la comunicación con las familias. Para ello, se establecen una serie de acciones como designar puntos de contacto para que las familias busquen a los migrantes desaparecidos o facilitar la identificación y posterior recuperación de los restos mortales, asegurándose de que los restos de los migrantes fallecidos reciban un trato digno, respetuoso y adecuado. 

Hasta el momento, las familias quedan desamparadas. Los padres de Khadim no han recibido ninguna llamada de las autoridades para conocer el paradero de su hijo. Son las asociaciones y las ONG las que cubren estos vacíos en la actualidad. El colectivo Caminando Fronteras ha diseñado una guía para que las familias víctimas de las fronteras conozcan sus derechos. También Cruz Roja dirige el proyecto Personas desaparecidas en ruta migratoria. 

Boza Fii es una asociación senegalesa que trabaja por la protección de los derechos de las personas que migran. Su presidente, Saliou Diouf, reconoce que este último año las llamadas de familias con seres queridos que han desaparecido se han disparado. Confiesa que cada semana, entre dos y tres familias acuden a la organización. “Todas las familias en Senegal son familias de desaparecidos porque no hay nadie que no conozca a alguien que haya muerto en el mar o que esté desaparecido”. 

 

El trabajo de esta entidad está enfocado también en la sensibilización y la denuncia. Para Diouf, hay dos actores principales en esta dramática situación. Por un lado, gira su mirada hacia los gobiernos europeos. Concretamente, se refiere a los fondos fiduciarios de la Unión Europea (UE) destinados, a priori, a la cooperación al desarrollo, pero que también se asignan a la gestión y contención de la migración con el objetivo de reducir los desplazamientos de personas, fomentar el retorno voluntario o controlar flujos con sistemas de seguridad. “Nuestros gobiernos hablan de cooperación al desarrollo, pero la realidad es que después esos contratos lo que implican es la militarización de fronteras”. Diouf se pregunta a dónde van realmente los fondos de desarrollo enviados a Senegal por parte de la UE. 

Por otra parte, señala a los dirigentes de los estados africanos quienes, según considera, se han doblegado a las peticiones de la UE y de FRONTEX a la hora de llevar a cabo la externalización de fronteras. “Decimos que el estado senegalés está comandado por la UE. Ellos condicionan a nuestros estados. Por eso pedimos a nuestros estados que cojan su responsabilidad para proteger a sus ciudadanos, porque la migración no es un crimen, la gente tiene el derecho a viajar y que no sea violentada y brutalizada”, sentencia.

https://www.eldiario.es/canariasahora/migraciones/papa-mar-familias-esperan-noticias-cayucos_1_10815499.html

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