Desde los tiempos más remotos, el ser humano ha alzado los ojos hacia el cielo con la intención de buscar respuestas a los asuntos que le preocupaban. Nuestros antiguos maestros tenían una frase que reza como sigue: «La imagen de lo que va a ser, ya es, solo falta que se somatice», de ahí que muchos sabios del pasado recurrieran a mirar al cielo en la procura de soluciones, empleando para ello la astrología esotérica tradicional. Esto, por supuesto, involucra a la conciencia de la humanidad, en la cual reside la clave de que muchas circunstancias puedan manifestarse o no. Pero ello no descarta la preexistencia de las tendencias e inclinaciones que marcan los astros. Sin embargo, para interpretar esas inclinaciones astrológicas es necesaria una amplia formación y experiencia.
Comenzaremos el año 2024 con un mapa del cielo que puede proporcionarnos elementos de juicio para hacer predicciones de muy variadas características. Además, el movimiento de cada planeta nos irá acercando a los eventos señalados, de acuerdo a cómo nuestra conciencia nos permita entenderlos. Los movimientos de Plutón a lo largo del 2024 nos llevan a considerar que nuestro planeta va a seguir muy revuelto: los seres humanos estamos inmersos en un proceso que yo no llamaría de reinicio (reseteo), sino que, por razones de practicidad, prefiero denominar «actualización». Tal como ocurre con nuestro teléfono móvil, este se actualiza siempre a mejor y el tiempo de desconexión es el mínimo. Por tanto, el trauma del cambio literalmente es inexistente.
REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
Durante 2023, hemos experimentado descubrimientos científicos con características plutonianas, es decir, transformadoras y extremas, que tendrán repercusiones que ahora no se pueden cuantificar. Entre estos hallazgos podemos destacar la fotografía ultrarrápida o los pulsos de luz de attosegundos (un attosegundo equivale a 0,000000000000000001 segundos), lo que llevará a los científicos a ser capaces de percibir lo que en la actualidad «vive» en lo desconocido… Este y otros hallazgos pueden generar grandes sorpresas en 2024, pues asuntos que actualmente se consideran vinculados con el mundo del misterio y de las anomalías se convertirán en una realidad científica.
Son muchos los avances de los que hemos sido testigos en los últimos años: la aparición de la inteligencia artificial (IA), con todas las consecuencias que ello implica; los descubrimientos astronómicos obtenidos gracias al telescopio espacial James Webb, que nos acercan a los grandes enigmas cósmicos y, por ende, espirituales; el desarrollo de la metabolómica, que marca un hito en los planteamientos avanzados en el tratamiento de la salud, la vida y la longevidad; la fabricación de las vacunas ARNm en su aplicación para enfermedades hasta ahora imposibles de ser tratadas por sus características especiales; la aparición de nuevos catalizadores de fertilizantes que pueden reducir la huella del carbono de forma segura, algo que necesita con urgencia el planeta; la puesta en marcha de misiones lunares exitosas; los avances obtenidos en la producción de energía por fusión nuclear controlada, un campo de estudio todavía en pañales pero que va tomando forma; los progresos en la regeneración de miembros biológicos humanos, hasta ahora solo posible en las películas de ciencia ficción; la creación de la terapia genética CRISPR, que promete una mejora en la calidad de vida del ser humano difícil de imaginar…
Los trabajos de Plutón parecen ocultos, lentos y pausados, no obstante, se manifiestan de forma imparable y sorprendente, arrasando con lo que hay que cambiar e imponiendo las nuevas formas. Esta transformación aumentará para el año 2024. Será más rápida y quizás más violenta. Los cambios y transformaciones en el ámbito de la ciencia ocurrirán de forma visible. Se harán públicos, e incluso existe la posibilidad de que una o varias superpotencias ofrezcan revelaciones muy sorprendentes sobre el fenómeno OVNI.
CAMBIO GLOBAL
A partir del primer trimestre de 2024, se desencadenará un conflicto social, pues a un amplio sector de la población mundial le costará aceptar los desarrollos científicos y tecnológicos que se darán a conocer. Esos avances conllevarán, por ejemplo, mejoras extraordinarias en el campo de la salud, previniendo y curando enfermedades que hasta ahora no tenían solución. 2024 será un año especial para la medicina, la investigación y sobre todo para la cirugía. Por otro lado, saldrán a la luz asuntos ocultos hasta ahora y el tema de la guerra bacteriológica será objeto de debate.
En el campo de la tecnología surgirán técnicas cuyas raíces proceden de la aceptación de tradiciones o conocimientos antiguos hasta ahora descartados como inútiles. A mediados del año, después de muchas contradicciones, la población experimentará un proceso interno de aceptación de esos avances. Llegaremos a ser más conscientes de su utilidad y, una vez superados los miedos, comprenderemos que el mundo está en un proceso de cambio total, imparable y necesario. Todos los seres humanos, instintivamente, sentimos que debemos cambiar (actualizarnos), porque vienen transformaciones que nos obligarán a dejar atrás muchas actitudes, costumbres, conductas, formas de vida, modos de relacionarnos o creencias que considerábamos normales. Los miedos y las dudas acompañan siempre a cualquier cambio. Plutón estará detrás del renacimiento del nuevo ser. Literalmente podemos decir que seremos arrastrados a cambiar, a transformarnos, a renacer a la nueva vida que nos está esperando.
Habrá momentos de mucha resistencia, ya que, al combinarse distintas energías y fuerzas planetarias sin un conocimiento previo ni una orientación adecuada, el proceso será más lento, dificultoso y en muchos casos imprevisible. Los humanidad cometerá todos los errores del aprendiz, del neófito, hasta comprender las pautas de trabajo que la llevarán por el camino ideal hacia la Era de Acuario.
OLEADA DE REBELDÍA
Los conflictos bélicos se calmarán hasta cierto punto a comienzos de 2024, pero estarán esperando cualquier oportunidad para manifestarse nuevamente. Ciertas combinaciones astrales provocarán que nos hagamos más conscientes de la peligrosa situación geopólítica mundial. Muchas personas tomarán conciencia de las situaciones de injusticia, indefensión y abusos que experimentan millones de seres humanos en este planeta, lo que desatará una oleada de rebeldía global. Irá de menos a más, pero su desarrollo dependerá mucho de las decisiones que tomen los dirigentes de las naciones y de su capacidad para manejar las consecuencias de las protestas. En numerosos países millones de personas demandarán públicamente justicia social y las protestas se multiplicarán.
El ser humano buscará cambiarlo todo, bien por algo nuevo o al menos por algo diferente. Esta circunstancia será consecuencia de no entender que es él quien tiene que dar el primer paso en el cambio, realizarlo y expresarlo en sus propios comportamientos. Sin embargo, la situación se irá asentado, no sin antes acarrear algún que otro conflicto, que probablemente comenzará por un uso inadecuado de la palabra.
Entre abril y junio de 2024 es posible que vivamos una etapa de exaltación de este proceso, que si no es bien gestionado puede complicarse y generar mucha intranquilidad. También existirá un severo riesgo de caer en extremismos de muy distintos tipos. Bajo el emblema de la palabra «libertad», lo que realmente se estará buscando es justicia social, cambios y transformaciones. Se podrían escuchar tambores de guerra si los mandatarios no consiguen evaluar seriamente los riesgos.
2023 nos ha traído numerosos movimientos telúricos, erupciones volcánicas, grandes desastres meteorológicos. La Tierra está en movimiento, pues no puede existir una transformación humana que no esté directamente relacionada con una acción respectiva de la naturaleza. La zona volcánica de la cordillera andina seguirá dando muestras de actividad, que aumentará en 2024. Cabe, por lo tanto, esperar un aumento de la actividad sísmica, meteorológica, lluvias, riadas, catástrofes, olas de calor o frío… e incluso estará presente el peligro de que haga aparición un nuevo virus o una enfermedad infecciosa muy peligrosa, y puede que lleguemos a sufrir los efectos adversos del Sol.
MOVIMIENTOS SOCIALES
2024 podría etiquetarse como el año de los grandes movimientos sociales. Plutón y Urano los activarán, de tal forma que durante los doce meses vamos a ser testigos o a participar de muchas acciones de este tipo. Entre mayo y octubre se podrán desencadenar actividades extremistas, fundamentalistas, violencia, terrorismo… cuyo mal manejo por parte de los líderes políticos puede dar lugar a conflictos graves y guerras. Por otro lado, Oriente y Occidente continuarán sumidos en una equidistancia, con todo lo que ello supone para la estabilidad mundial. Como siempre, el ser humano será la clave en todo y el artífice –para bien o para mal– de estas tendencias o predisposiciones.
Ya sabemos de la importancia del verbo y la comunicación; el verbo es generador de vida, tal como dice la Biblia, pero también lo es de la comunicación entre los seres humanos, razón por la cual puede estar en el origen de cualquier suceso. Durante 2024 vamos a vivir momentos que deberemos observar con atención y prudencia, antes de lanzarnos a realizar apreciaciones gratuitas. Durante las primeras semanas del mes de abril es posible que se desencadenen en todo el planeta ciertos sucesos a causa de una mala gestión de la comunicación en los niveles claves de la política, la prensa, la radio, la televisión, las redes sociales, etc. Los malos entendidos, las confusiones y la utilización de la comunicación como arma de guerra pueden llegar a niveles muy altos, y mucho más cuando el sino de 2024 será la rebeldía y los miedos.
Ha llegado la hora de romper creencias, limitaciones y paradigmas que han sustentado nuestra vida hasta la actualidad. Los lapsos críticos de Mercurio y sus efectos asociados a su retrogradación, simplemente nos alertan para evitarlos o vivirlos; ocurrirán al menos tres veces en 2024, con una duración que no sobrepasará un mes. Estos hechos afectarán a diferentes regiones del planeta y dependerán de distintos factores culturales, sociales, religiosos, etc. Asimismo, tendrán una poderosa incidencia en los hogares y familias, donde deberán tenerse las mismas previsiones o quizás mayores.
DESASTRES NATURALES
Entre los meses de marzo y abril podrían manifestarse desastres naturales como incendios. Serán notorios también algunos accidentes importantes. En abril, como resultado de grandes y antiguas luchas de poder entre personajes y organizaciones muy poderosas, se harán públicas conspiraciones y malas acciones que pueden desencadenar en serias confrontaciones legales, políticas e incluso físicas, sin descartar revueltas sociales. Enseguida descenderá la incidencia de estos hechos, pero en junio y julio los conflictos de grupos bien definidos provocarán acciones muy temerarias y generadoras de confusión, que pueden venir de los efectos de un Mercurio retrógrado.
En este sentido, es previsible que se descubran grandes engaños que han convivido con la humanidad y que ahora deben hacerse públicos, relacionados con situaciones políticas, económicas o de salud no muy bien gestionadas. También podrían tener que ver con otros temas como la existencia de vida extraterrestre, conocida por algunos elegidos en el planeta, pero mantenida oculta. Este año se presta para un enfrentamiento real a causa de esta situación. Buena parte de la población caerá en un desencanto que puede confluir en pasividad social o bien en explosiones de rabia, furia, luchas y revueltas, como respuesta a la ocultación de asuntos tan importantes.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La economía, actividad inmensamente importante en nuestra forma de vida actual, durante todo el año 2024 seguirá con las pautas iniciadas ya desde septiembre del año anterior, siempre manteniendo la situación de inestabilidad e imprevisibilidad. Los parámetros de la llamada economía de mercado sufrirán una transformación que afectará a buena parte de nosotros. Esta circunstancia nos hará asumir que muchas cosas ya no serán como antes, algo que hemos vivido en propias carnes con la actividad de los bancos, los sistemas de pago, las ventas online, los teletrabajos, las reuniones telemáticas de empresa, los nuevos sistemas de supervisión y producción, la robótica y la IA aplicadas a la producción y la gestión de calidad, etc. Hasta el mes de septiembre dará la impresión de que la economía mundial estará en un momento de estabilidad, pero a partir de entonces se desatarán las transformaciones.
Si en 2023 vivimos un proceso de despersonalización en la relación proveedor-cliente, ahora los usuarios tendremos que lidiar con robots (inteligencia artificial). Millones de personas perderán sus puestos de trabajo, pues serán sustituidas por máquinas inteligentes. El factor humano será progresivamente menos importante en la realización de muchas tareas que podrán llevar a cabo ordenadores y toda su familia robótica gracias al avance de la IA. Estos cambios se sentirán sobre todo en el segundo semestre de 2024. En definitiva, todo en el planeta estará sometido a transformaciones y cambios como consecuencia de una fuerza global, cósmica, que está conduciendo al ser humano a otros modelos de vida, con todas las consecuencias que ello conlleva.
ASTROLOGÍA MUNDANA
La astrología mundana es una rama especializada de la astrología que se enfoca en el análisis de eventos y tendencias a nivel global, centrándose en la influencia de los cuerpos celestes en asuntos colectivos y la sociedad en su conjunto. Al aplicar principios astrológicos a nivel planetario, la astrología mundana desempeña un papel crucial en el estudio de las predicciones anuales para el planeta. En primer lugar, la astrología mundana permite una comprensión más profunda de los ciclos cósmicos que afectan a la humanidad. La posición relativa de planetas como Júpiter y Saturno, así como los eclipses solares y lunares, se consideran indicadores clave de cambios significativos en los asuntos mundiales. Estos eventos celestes sirven como marcadores temporales que los astrólogos mundanos utilizan para prever posibles transformaciones en la política, la economía y la cultura global. Además, la astrología mundana ofrece una herramienta interpretativa valiosa para entender las dinámicas geopolíticas. Los tránsitos planetarios sobre ciertas áreas geográficas pueden señalar tensiones, acuerdos internacionales o incluso desastres naturales. Por ejemplo, la entrada de Marte en una región específica del zodíaco puede sugerir conflictos o disputas, mientras que la conjunción de planetas en una posición estratégica puede indicar períodos de cooperación y desarrollo.
En el ámbito económico, la astrología mundana también se utiliza para pronosticar tendencias financieras a nivel global. Los ciclos de planetas como Júpiter, asociado con la expansión, y Saturno, vinculado a la restricción, pueden ofrecer pistas sobre los períodos de crecimiento económico o recesión. En conclusión, la astrología mundana desempeña un papel fundamental en el estudio de las predicciones anuales al proporcionar una perspectiva holística de las fuerzas cósmicas que influyen en la sociedad a nivel mundial. Al analizar los patrones celestes, los astrólogos mundanos pueden ofrecer ideas valiosas sobre eventos globales, permitiendo una comprensión más completa y profética de los acontecimientos que darán forma al futuro del planeta. Por cierto, mucho de lo presentado como tendencias puede cambiar, porque dichas tendencias tienen una íntima relación con la conciencia humana. De ella depende que una predisposición se convierta en realidad. Por eso muchas veces parecen fallar las predicciones.
LA ERA DE ACUARIO
La Era de Acuario, un concepto astrológico que ha capturado la imaginación de muchas personas, se asocia con cambios significativos en la conciencia colectiva y la forma en que la humanidad se relaciona con el mundo. Aunque la astrología es a menudo vista con escepticismo, la Era de Acuario representa simbólicamente la transición hacia una era de pensamiento tecnológico, científico, humano, progresista y colaborativo. En esta era se espera que los valores de la humanidad evolucionen hacia la igualdad, la tolerancia y la comprensión mutua. Se dice que la energía acuariana fomentará la innovación y la tecnología, promoviendo soluciones creativas para los desafíos globales. La cooperación global y la conexión entre las personas se consideran aspectos centrales de este periodo. La importancia de la Era de Acuario radica en su potencial para transformar la sociedad hacia una mentalidad más inclusiva y sostenible. Al inicio de su implantación se cometerán muchos errores y desaciertos, sin embargo, paso a paso, irá manifestándose desde los más sencillos actos de los seres humanos. Se espera que las barreras culturales y sociales se desvanecerán a medida que la empatía y la colaboración se conviertan en pilares fundamentales de la sociedad. Además, la Era de Acuario también está asociada con el despertar espiritual y el desarrollo de la conciencia individual. Aunque algunas personas pueden interpretarla de manera más literal, como un cambio astrológico concreto, otros la ven como una metáfora poderosa para inspirar cambios positivos en la forma en que vivimos nuestras vidas y nos relacionamos entre nosotros y con el planeta. En última instancia, la importancia de la Era de Acuario radica en la oportunidad que ofrece para redefinir nuestra relación con el mundo y construir un futuro más armonioso y equitativo para las generaciones venideras.
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