Jonathan Rose, director ejecutivo de Genesis Gold Group una empresa que busca potenciar la administración financiera impulsada por la fe, ha compartido desde la superficial tranquilidad de Beverly Hills, en California, un oscuro secreto que parece estar en la mente de los más poderosas del mundo: el Apocalipsis está en el horizonte y las élites están acumulando oro para protegerse de un inminente colapso.
Según a revelado al periódico The Sun, figuras prominentes de nuestra sociedad, como los multimillonarios Mark Zuckerberg (META – Facebook – Instagram – WhatsApp) o Sam Altman (OpenAI, matriz de ChatGPT), pasando por atletas profesionales y otras figuras relevantes del mundo del cine, gastan sus fortunas en oro y están construyendo búnkeres como preparación para un evento catastrófico que se avecina. Según Rose, esta tendencia no es solo una moda pasajera, sino una respuesta al temor por la devaluación del dólar y un posible colapso económico global.
En otras palabras: las élites están tomando medidas proactivas basadas en una «hoja de ruta» que proteja sus intereses financieros en un mundo que enfrenta desafíos económicos cada vez mayores. La preocupación se centra no solo en la devaluación del dólar, sino también en la posibilidad de que surjan nuevas monedas respaldadas por el oro, lo que podría desencadenar una reorganización masiva de la economía mundial.
Estos millonarios están comprando oro y construyendo búnkeres y piensas: ‘¿Qué diablos está pasando?’, dijo Rose.
La acumulación de oro, sin embargo, no es una simple medida defensiva contra la inestabilidad económica. Rose señala que eventos recientes, un corte en el servicio telefónico de AT&T, que dejó sin servicio a más de diez ciudades estadounidenses, la amenaza de un conflicto nuclear, los posibles ataques cibernéticos (algunas fuentes creen que apagón de los celulares de AT&T procedían de un ciberataque) u otros colapsos sistémicos, han avivado aún más las preocupaciones de los poderosos. Además, con las elecciones presidenciales de 2024 en el horizonte, el clima de incertidumbre política y social ha exacerbado estas inquietudes, impulsando a las élites a tomar medidas extremas para protegerse a sí mismas y a sus activos.
En un mundo post-apocalíptico donde el dinero puede perder su valor, el oro emerge como un medio de intercambio confiable. Rose describe cómo las monedas de oro de pequeña denominación se están volviendo cada vez más populares entre aquellos que se preparan para el fin del mundo, ya que son más fáciles de negociar y comerciar en situaciones de emergencia. Además, el oro ofrece una forma tangible de preservar la riqueza en un escenario donde los sistemas financieros tradicionales pueden colapsar por completo.
Aunque para muchos la idea de un apocalipsis puede parecer lejana o incluso alarmista, para estas élites adineradas, la preparación es una forma de asegurar su supervivencia y mantener su estatus en un mundo cambiante y potencialmente peligroso. Mientras tanto, el resto de nosotros podemos preguntarnos si estas medidas extremas son simplemente precauciones prudentes o señales de un futuro más sombrío que está por venir.
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