La física, esa disciplina incesantemente curiosa que bucea entre los misterios del Universo, marcó un hito trascendental en su larga historia de descubrimientos. Investigadores de la Universidad de Southampton, en colaboración con colegas de la Universidad de Leiden en los Países Bajos y del Instituto de Fotónica y Nanotecnologías de Italia, abrieron la puerta a un nuevo campo: la gravedad cuántica.
Esta proeza científica, cuya trascendencia difícilmente será sobrestimada, promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos y sus leyes fundamentales. Este avance se materializó gracias a un enfoque innovador que implica el uso de imanes levitantes, una tecnología sofisticada que permitió detectar la presencia de gravitación en partículas de diminuto tamaño. Los científicos lograron observar una atracción gravitacional débil en una partícula minúscula.
Un hito sin precedentes que desafía las premisas establecidas por Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad. Einstein sostuvo que ningún experimento realista lograría exponer una versión cuántica de la gravedad. No obstante, este grupo de investigadores demostró lo contrario.
El experimentó que midió la gravedad cuántica.
El experimento involucró partículas microscópicas lo suficientemente pequeñas como para situarse en el limbo entre el mundo convencional y el dominio cuántico. Esto se logró mediante el uso de superconductores magnéticos y dispositivos conocidos como trampas. Junto con detectores sensibles y una meticulosa protección contra vibraciones, crearon las condiciones ideales para hacer levitar una partícula de solo 0.43 miligramos a temperaturas extremadamente bajas, apenas un centésimo de grado por encima del cero absoluto.
En este escenario surrealista, los científicos midieron una fuerza de atracción de apenas 30 attoNewtons (30×10-18 N) sobre la partícula levitada, un logro monumental en la física.
Hazaña científica.
Tim Fuch, investigador líder de la Universidad de Southampton, articula este triunfo científico como un paso gigante hacia la unificación de la gravedad y la mecánica cuántica. Dos pilares de la física que hasta ahora seguían caminos separados. Este descubrimiento abre la posibilidad de comenzar a explorar la escala de la fuente utilizando esta técnica, con el objetivo de penetrar aún más profundamente en el mundo cuántico.
“Ahora que medimos con éxito señales gravitacionales en la masa más pequeña registrada hasta ahora, estamos un paso más cerca de finalmente entender cómo funcionan en conjunto”, señaló el investigador. La promesa de comprender la gravedad cuántica equivale a potencialmente descifrar algunos de los enigmas más profundos del Universo. Como el origen del cosmos, los misterios que se ocultan en el corazón de los agujeros negros y la búsqueda de una teoría unificada que armonice todas las fuerzas fundamentales.
Descifrando el cosmos.
Hendrik Ulbricht, profesor de Física en la Universidad de Southampton, refuerza esta visión al afirmar que están ampliando las fronteras de lo conocido y aventurándose en terreno inexplorado. Lo cual podría facultar nuevas percepciones sobre la gravedad y el comportamiento cuántico. La metodología aplicada, que enfatiza temperaturas cercanas al cero absoluto y una aislación avanzada contra vibraciones, se perfila como el abordaje definitivo para desentrañar los misterios de la gravedad cuántica.
Con este avance, la ciencia se asoma al umbral de un nuevo horizonte de conocimiento, uno que promete revelar el tejido mismo del universo en una escala hasta ahora imposible de observar. Este logro no solo representa una proeza técnica de monumental importancia, sino que también nos acerca un paso más a responder algunas de las preguntas más fundamentales sobre nuestro lugar en el cosmos.
https://marcianosz.com/investigadores-miden-gravedad-cuantica-por-primera-vez/