Fenómenos Anómalos No Identificados representan una amenaza para los submarinos, afirma oceanógrafo

El almirante retirado y ex administrador interino de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), Tim Gallaudet, destacó la amenaza potencial de los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAPs, por sus siglas en inglés) para los submarinistas.

UAP y submarino.

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

El popular término ovni sufrió una transmutación en los últimos tiempos para ajustarse más a lo que muchos testigos han descrito a lo largo de muchas décadas —si no es que siglos—, que estos misteriosos objetos no solo surcan nuestros cielos sino que tienen un gran interés por nuestros mares y lagos, al punto que se ha llegado a sugerir que estos podrían tener bases submarinas. Es por esto que el término UAP no discrimina dominios, lo anómalo puede estar en el aire, en el espacio y bajo el mar, ser transmedio.

Gallaudet, quien hace poco paso a formar parte de la Fundación Sol dedicada a estudiar el asunto de manera seria y científica, ha escrito un artículo que aborda el aspecto submarino de los UAPs, expresando su entusiasmo por participar en una investigación al respecto dirigida por el gobierno de los Estados Unidos.

https://mega.nz/file/f5VgQLYT#yfxOxIMj4pAcu3SDAmkaowpvInmU_dDIu8sBUzD5YSY

«Quiero buscar en los océanos los UAPs y evidencia de una inteligencia superior no humana porque conozco muy bien el área. Conozco todos los sistemas de recolección disponibles y las universidades y agencias gubernamentales que se dedican a la exploración e investigación oceánica», dijo en declaraciones al medio especializado Liberation Times.

«¿Por qué limitarnos solo a mirar hacia arriba cuando sabemos que si miramos hacia abajo también encontraremos esa evidencia?», se preguntó.

Gallaudet, un veterano distinguido y respetado oceanógrafo, ha participado en discusiones con submarinistas retirados y en servicio activo, quienes le han contado sobre sus experiencias de primera mano con lo que parecían ser naves sumergidas excepcionalmente avanzadas detectadas a través de sistemas de sensores militares sofisticados.

Un submarinista retirado fue referido por Gallaudet a la oficina de UAP del Departamento de Defensa (DoD), conocida como la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO, por sus siglas en inglés).

En la década de 1980, mientras servía a bordo de un submarino estadounidense en el Atlántico Norte, el submarinista retirado presenció un escenario desconcertante: el sonar sugería la presencia de un torpedo ruso acercándose al buque, pero pronto quedó claro que el objeto no tenía una explicación clara.

Tim Gallaudet.

Tim Gallaudet.

«El submarinista estaba en el Atlántico Norte durante una tormenta muy significativa, con olas de 40 pies de altura. Las olas mezclan el agua y crean mucho ruido, lo que hace muy difícil que los submarinos se encuentren entre sí. Aún así, encontró un objeto que comenzó a acercarse rápidamente. Fue tan rápido que la firma tenía todas las indicaciones de que era un torpedo ruso. La tripulación había entrenado para este escenario. Pero no tenía sentido que los submarinos rusos estuvieran en esa área y pudieran detectar su submarino debido al alto ruido y las condiciones del mar», comentó.

Demostrando la gravedad de la situación, Gallaudet explicó cómo la tripulación del submarino se vio obligada a tomar medidas de emergencia:

«Se sorprendieron y terminaron tomando maniobras evasivas. Se sumergieron profundamente cerca de la profundidad de aplastamiento del submarino».

No obstante, para asombro de la tripulación, el extraño objeto disminuyó la velocidad a medida que se acercaba al submarino.

«El objeto disminuyó la velocidad a medida que se acercaba y luego rodeó el submarino hacia la popa y comenzó a seguirlo lentamente. Siguió al submarino durante un tiempo y luego se alejó rápidamente del área», explicó.

Crédito: Andrew Pearce.

Como veterano naval altamente distinguido que tiene un conocimiento y experiencia extensos de los fenómenos submarinos y los sistemas militares, Gallaudet ha luchado por hallar una explicación para el encuentro.

«No tenía explicación», afirmó. «Nuestra tecnología no podía hacer eso. Los rusos no tenían esto en la década de 1980, ni lo tienen ahora, así que no se puede explicar».

Después de la entrevista del submarinista retirado con la AARO, se le informó que investigarían los conjuntos de datos acústicos, que están en manos de la Universidad Johns Hopkins. Desde que tuvo lugar la entrevista, la Oficina no ha proporcionado más información ni actualización.

«No sé cuál es el estado de eso. Estoy casi seguro de que no se ha resuelto la naturaleza del movimiento del objeto que fue detectado en el sonar».

Encubrimiento de inteligencias no humanas

La forma en que el Pentágono ha manejado tales amenazas ha llevado a la frustración entre numerosos funcionarios militares y de inteligencia activos y retirados.

Muchos de ellos se han comunicado con personas que tienen altos niveles de seguridad, quienes afirman haber participado en programas encubiertos centrados en el rescate y análisis de naves y entidades biológicas de inteligencia avanzada no humana. Gallaudet, por ejemplo, mantiene contacto con informantes de primera mano altamente creíbles.

«Sé, por las personas en las que confío, que han tenido acceso a algunos de estos programas, que hay diferentes tipos de inteligencias no humanas visitándonos cuyas intenciones desconocemos», dijo el experimentado oceanógrafo al Liberation Times.

«Todavía no entendemos sus intenciones, lo cual es digno de una investigación y discusión seria, en lugar de esconder la cabeza en la arena», añadió.

Gallaudet cree que la frustración en torno al reciente intento de la AARO para descartar las acusaciones sobre una inteligencia no humana avanzada visitando la Tierra, debería dirigirse hacia la Casa Blanca y su Consejo de Seguridad Nacional.

A través de su antiguo cargo en la NOAA y su experiencia trabajando con la Casa Blanca, piensa que el Consejo de Seguridad Nacional, bajo la autoridad del presidente, tiene el potencial de influir y redirigir la trayectoria de la AARO y sus investigaciones sobre UAPs.

«El Departamento de Defensa se mueve en la dirección que dice el Consejo de Seguridad Nacional, y por orden del presidente. Mucha gente culpará a la AARO por no ser completamente abierta y transparente. Pero sus órdenes vienen directamente del Consejo de Seguridad Nacional, así que la falta de transparencia proviene de la Casa Blanca», comentó Gallaudet.

«El último informe confirmó que ellos (el Consejo de Seguridad Nacional y el Presidente Joe Biden) quieren mantener el conocimiento de los UAPs sin reconocer, lo cual tiene sentido. Este presidente no está luciendo bien en las encuestas en este momento, y no creo que quiera revelar de repente en este año electoral que, “oye, no sabemos qué hay en nuestro espacio aéreo o en el espacio acuático y no podemos controlarlo, que tengan un buen día, América”», concluyó.

En su reciente documento informativo, Gallaudet abogó por que la Casa Blanca tome medidas proactivas, incluida la emisión de órdenes ejecutivas para facilitar la recopilación, reexaminación y eventual divulgación de conocimientos pertinentes mantenidos por agencias oceánicas como NOAA, NASA, la Oficina de Inteligencia Naval y la Oficina Oceanográfica Naval.

Además, recomendó incorporar los fenómenos anómalos de todos los dominios como área de enfoque en el Memorando de Prioridades de Investigación y Desarrollo de la Casa Blanca para el presupuesto fiscal del año 2026. Además, propuso dirigir al Comité de Política Oceánica a priorizar los UAPs transmedio y los Objetos Sumergidos No Identificados (OSNIs) en el Plan de Implementación de la Estrategia Nacional para el Mapeo, Exploración y Caracterización de la Zona Económica Exclusiva de EE.UU.

Fuente: LT. Edición: MP.

Fenómenos Anómalos No Identificados representan una amenaza para los submarinos, afirma oceanógrafo

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.