Laurie Anderson, reconocida artista vanguardista estadounidense, se encuentra explorando territorios que parecen sacados de un episodio de «Black Mirror».Anderson revive la esencia de Lou Reed, su compañero de vida y leyenda del rock, quien falleció en 2013 con la ayuda de un robot. A través de un proyecto que utiliza la IA para imitar el estilo y vocabulario de Reed, Anderson ha logrado una forma de diálogo póstumo con él y dice haberse vuelto adicta a su pareja  en versión digital de ultratumba.

El proyecto comenzó en una colaboración con el Instituto Australiano de Aprendizaje de Máquinas de la Universidad de Adelaide, antes de que la pandemia obligara a Anderson a regresar a Nueva York. Utilizando un extenso archivo de escritos, canciones y entrevistas de Reed, alimentaron a la IA para que «improvisara» respuestas en prosa y verso ante las indicaciones de Anderson. La experiencia, según ella, le ha proporcionando momentos de conexión genuina a través de las respuestas generadas por la IA, que capturan el  estilo de Reed.

Este viaje de Anderson con la IA se ha convertido en parte de una nueva exposición titulada «I’ll Be Your Mirror», mostrada en el State Library of South Australia como parte del Adelaide festival. A través de este trabajo y otros experimentos similares, Anderson reflexiona sobre el legado y la continuidad de la creatividad más allá de la vida, viendo en la tecnología una manera de mantener viva la voz de aquellos que han partido, en un eco digital que trasciende el tiempo y el espacio físico.

Anderson, lejos de temer a la posibilidad de que la IA pueda algún día continuar su trabajo artístico, abraza la idea de la inmortalidad digital como una extensión natural de la vida y el arte, recordándonos que la esencia de quienes admiramos y amamos puede seguir resonando en nuestras vidas a través de nuevas formas de expresión.

Mientras que Andreson está obteniendo ciertos beneficios emocionales de esta situación, algunos creen que la intligencia artificial hace un probre trabajo intentando realmente imitar el genio creativo. Hasta el momento vemos como la IA como puede ser ingeniosa, pero nunca llega al nivel genuino artístico, de conmoción,  evocación y vitalidad que propduce el espíritu humano creando. Si bien esto puede ser suficiente para algunos y brindar cierto consuelo.

Imagen: EW

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