Llantos desconsolados, abrazos, lluvia, Rafaella Carrá, Bizarrap, Pedro Sánchez en su casa y miles de personas frente a la sede. Es complicado saber si el de este abril de 2024 es ya el Comité Federal más extravagante de la historia reciente del PSOE, en competencia directa con aquel otro de 2016 que también giró en torno al futuro de Sánchez. Entonces, el partido lo echó en contra de su voluntad. Esta vez, lo que finge es que no se vaya.
Sí fue con toda probabilidad el más multitudinario de cuantos se hayan celebrado hasta la fecha. Más de 12.000 militantes y simpatizantes llegados de todos los rincones del país, según datos de la Delegación del Gobierno, siguieron en directo desde las pantallas instaladas en plena calle Ferraz un cónclave que supuso una manifestación explícita del cierre de filas con el líder del PSOE. También una petición expresa de que no dimita. Aunque fue, en realidad, muchas más cosas.
Sirvió, por momentos, de terapia colectiva del socialismo. Nadie acierta a disimular que al partido lo envuelve un inmenso desconcierto desde que el miércoles Pedro Sánchez dijo que no sabe si merece la pena quedarse y diera paso a cinco días de reflexión que han dejado al Gobierno y al PSOE como en suspenso.
Porque nadie o casi nadie puede hablar desde hace cuatro días con su secretario general. Así que nadie, o casi nadie, sabe si ya ha concluido su reflexión y si tiene a estas alturas una decisión tomada. Solo hay opiniones, pálpitos, sensaciones. Y ninguna durante el Comité Federal fue optimista respecto a que el presidente permanezca en su cargo, pese a la esperanza de que el mensaje de este sábado acabe por calar de aquí al lunes.
La incertidumbre, en cualquier caso, deja un enorme hueco político. El que intentaron llenar las intervenciones de este sábado con continuas alusiones al “orgullo” de la historia socialista. “Aquí está el PSOE. Somos la izquierda transformadora, la que no se conforma con soñar un mundo mejor sino que lo hace con el Boletín Oficial del Estado”, reivindicó María Jesús Montero, la persona con más poder orgánico e institucional en ausencia del presidente.
Ese hilo de apelar a la autoestima frente a la “campaña de la jauría” lo siguió en sus intervenciones el resto de dirigentes. Uno de los más aplaudidos fue el líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza, que llegó a aludir a las víctimas del franquismo oa las del terrorismo de ETA en su interpelación a los sentimientos de Sánchez. “Me ha venido mucha gente a la cabeza: Rubalcaba, Chacón, Txiki Benegas, los socialistas que perecieron en las cunetas y los que teníamos que mirar debajo del coche. Piensa en todos esos socialistas, Pedro”.
También se retrotrajo en el tiempo Óscar Puente, una de las personas más cercanas al presidente del Gobierno. El ministro aludió directamente a Sánchez por su reflexión sobre si merece la pena o no seguir adelante tras la investigación abierta a su pareja en un juzgado de Madrid por una denuncia que los socialistas consideran falsa y parte de una “cacería” política.
“Yo me hago esa pregunta y me contesto con la historia de mi abuelo Antonio”, dijo. “En el 39 lo detuvieron para matarlo pero un amigo lo bajó del camión y pasó tres años en la cárcel de Valladolid con palizas diarias y manguerazos de agua fría. Y cuando yo pienso en mi sufrimiento, pienso en él y creo que el mío es mucho más liviano. No puedes rendirte, no puedes entregarle a la derecha la cabeza que busca, la del secretario general del PSOE. No puedes permitirlo, Pedro”, clamó Puente.
Incluso el líder de los socialistas en Castilla-La Mancha, el presidente autonómico Emiliano García-Page, participó personalmente de esa conjura en la que acabó convertido el Comité Federal. Page también mostró su respaldo al secretario general, con el que lleva años muy distanciado personal y políticamente y con el que empatizó tras recordarle, eso sí, que no solo él afronta complicaciones por su actividad política.
“Cada uno habla de lo que sufre y nosotros vivimos cuatro años de Cospedal, la amiga de Villarejo. Siempre he reaccionado con la determinación de no dejar ni una sola calumnia sin contestar. Y para contestar a esta campaña vais a contar con todo nuestro apoyo, con el mío particularmente. Porque no se puede consentir”, dijo en referencia a su respaldo personal a Sánchez, al que no llegó a pedir explícitamente que se quedara.
“No vamos a consentir que España retroceda”
La convocatoria también sirvió para que los socialistas lanzaran un aviso a la derecha sobre el futuro político del país, incluso más allá de la decisión del presidente. “No pueden salirse con la suya”, dijo María Jesús Montero, que no hizo referencias explícitas a la hipótesis de qué pasará el hipotético día después sin Sánchez, pero sí quiso alumbrar un futuro de continuidad de las políticas progresistas para alejar la hipótesis de unas elecciones que puedan favorecer un vuelco a la derecha.
“No podemos consentir que España retroceda. Es más: no vamos a consentir que España retroceda. Las democracias retroceden cuando la gente piensa que el verdadero poder no depende de su voto, cuando la política se convierte en lodazal y cuando se deslegitima el resultado de las urnas”, planteó Montero para disipar la esperanza de la derecha y la ultraderecha de un vuelco. político en base a la posible renuncia del presidente.
A falta aún de una decena de las intervenciones previstas, el Secretario de Organización tomó la palabra para adelantar por sorpresa la final del Comité Federal y pedir a los dirigentes que bajaran a sumarse a la movilización junto a la militancia que guardaba bajo la lluvia. “Creo que es el momento de que salgamos a la calle con esos miles de compañeros y compañeras para fundirnos en un abrazo y gritarle a nuestro secretario general que merece la pena”, ordenó Santos Cerdán.
En la calle, dirigentes y ministros como Félix Bolaños, Óscar Puente o Teresa Ribera no pudieron contener las lágrimas. Las personas allí congregadas recibieron a la cúpula de su partido entre aplausos y gritos de apoyo a Pedro Sánchez. En los altavoces sonó entonces una lista de reproducción con temas como ‘Quédate’, de Quevedo y Bizarrap, ‘Pedro’, de Rafaella Carrá o ‘Papá cuéntame otra vez’ de Ismael Serrano. Y a esas alturas ya nadie sabía muy bien si estaba en una fiesta o en un funeral, si asistía a un intento de estímulo para Pedro Sánchez oa un homenaje de despedida.
La dirección de comunicación del partido subió minutos después a sus redes sociales un vídeo con las imágenes de ese momento y un tema del grupo Supersubmarina , cuya letra implora: “Así que manda una señal, algo que sirva como luz”. La señal llegará, por fin, el lunes. Otra cosa será la luz.
https://www.eldiario.es/politica/psoe-conjura-no-sucumbir-desconcierto-futuro-pedro-sanchez_1_11325362.html
El fracaso de la movilización sanchista infunde optimismo en el PP: «Es muy difícil que siga»
El partido se prepara para la posible dimisión de Sánchez ante el pinchazo socialista.
El Partido Popular ve agotado al sanchismo. Al margen de la decisión que pueda adoptar mañana el presidente del Gobierno, el número de persona congregadas ayer en Ferraz para arropar al líder lleva al partido de Alberto Núñez Feijóo a asumir que «es muy difícil que siga«, dado el «fracaso» cosechado, según trasladan fuentes del partido.
El PSOE apenas logró reunir a unas 10.000 personas, según las cifras más generosas, de los que al menos 6.000 habían sido fletados en autobuses por el propio partido desde distintos lugares de España. Unos datos que llevan al PP a concluir que «no han logrado darse el baño de masas que pretendían», lo que imposibilita que puedan «defender su continuidad».
«La imagen que ha quemado son 120 autobuses llenos a razón de 50 personas por vehículo, unos 6.000», recuerdan en el partido donde ya hablan de que «lo de ayer complica mucho más el relato de su continuidad». «Haga lo que haga Sánchez, no ha logrado la adhesión ciudadana«, aseguran desde el partido en lo que entienden como «un fracaso evidente» en su intento por «evidenciar que España entera salía en defensa de la democracia en favor de Sánchez».
A pesar de la exaltación de dirigentes socialistas como María Jesús Montero, en el PSOE cunde el desánimo ante la precipitación de unos hechos que hacen difícil poder remontar la imagen del partido y de Pedro Sánchez. La formación no ha conseguido movilizar a los suyos en favor del líder ni en sus horas más bajas, empleando de nuevo la táctica utilizada el 23-J de presentarse como dique de contención de la «ultraderecha».
Feijóo, lejos de aminorar la crítica, acusó ayer al presidente de «tics autoritarios» por su embestida contra los jueces y los medios de comunicación, y recordó que «tiene que rendir cuentas a la Justicia porque, si no, lo que quiebra es la democracia, la separación de poderes y la igualdad de los ciudadanos ante la Ley».
El presidente del PP aprovechó un mitin de campaña en Tarragona junto a su candidato, Alejandro Fernández, para denunciar que «el show de Sánchez es impropio de un líder europeo» y advertir de que «Sánchez, el PSOE y el Gobierno se creen impunes ante todo y ante todos». «Señor Sánchez, la pregunta no es si merece la pena ser presidente de España. La pregunta es si España merece un presidente como usted», aseguró Feijóo.
En el partido se preparan para cualquier escenario, incluida la posibilidad de que «el sanchismo de segunda generación» aspire a continuar si su líder, lo que llevará al PP a exigir elecciones, además de no descartar la posibilidad de postularse para una nueva investidura. El partido prepara ya la ofensiva judicial, además de la política, contra el presidente, el Gobierno o su entorno.
https://www.libertaddigital.com/espana/politica/2024-04-28/el-fracaso-de-la-movilizacion-sanchista-infunde-optimismo-en-el-pp-es-muy-dificil-que-siga-7121526/
Cada vez que veo nuevas películas norteamericana desarrolladas en Reino Unido o películas británicas, antes decían «tenemos que viajar al continente» o «tenemos que viajar a Francia, Alemania, Italia, etc.» o «tenemos que viajar a París, Berlín, Roma, etc.», pero ahora dicen «TENEMOS QUE VIAJAR A EUROPA…», como si ellos no fuesen Europa, que lo fueron, lo son y lo serán, otra cosa distinta es que no sean (por lo menos en estos momentos), Unión Europea (o como mucho y siendo correctos, podrían decir, «tenemos que viajar al resto de Europa»), pero esto no deja de ser «curioso», por decirlo de alguna forma.