El mundo del dron se prepara para que, dentro de menos tiempo del que se podría imaginar, entre en acción el que algunos especialistas ya consideran como el modelo definitivo. Porque, en este caso, se tratará de un dron con mucha más capacidad de la habitual y con funciones que, hasta ahora, se habían limitado a vehículos tripulados. Eso le permitirá ser tan mortal en ataque como polivalente en otro tipo de acciones, desde el espionaje hasta el transporte.
La empresa fabricante de este dron es Mayman Aerospace, la cual lo ha bautizado como Razor. Se acaba de presentar oficialmente con motivo de la SOF Week 2024, un evento que está dirigido a los miembros y profesionales que forman parte de las Fuerzas Especiales en todo el mundo. Allí, el dron se ha transformado con rapidez en uno de los proyectos más interesantes por mucho que solo se haya presentado en la forma de una maqueta en 3D. Eso demuestra el gran interés que suscita por lo que puede representar para los combates bélicos del futuro.
Un dron de combate con IA
Para los ejércitos del mundo, tener un ejército de drones que puedan llevar a cabo misiones peligrosas sin que implique arriesgar la vida de pilotos, es un gran avance. Se trata de una forma de prepararse para un tiempo futuro en el cual los combates se disputarán de manera muy distinta a la actual. Por ello, en Mayman Aerospace creían necesario crear un dron de despegue vertical que pueda responder a las misiones más exigentes y que esté preparado para realizar distintas funciones.
Con el Razor, el cual estará disponible en varios tamaños y modelos con distinta capacidad, proporcionarán ese arma que necesitarán los gobiernos. La inteligencia artificial se ocupará de hacer realidad las misiones que sean encomendadas al dron previa programación del sistema. Dicen desde las oficinas del fabricante, que el dron llevará a cabo cada encargo de una manera precisa y de confianza incluso en aquellos casos en los que se le encomienden tareas más complicadas.
La futura guerra autónoma
En Mayman Aerospace lo definen con claridad y hablan de ello como la guerra autónoma del futuro. Insisten en que sus drones estarán preparados para los momentos de mayor tensión en los que la IA tenga que analizar datos a gran velocidad para tomar decisiones de última hora. Esto implica que se podrá confiar en estos drones de vuelo y ataque tanto como en las decisiones que podría tomar un piloto si llegase a verse amenazado o si se encontrase con que su misión no se puede llevar a cabo debido a algún tipo de obstáculo inesperado.
Además de esto, estos drones podrán volar y desarrollar sus misiones incluso cuando se encuentren en zonas en las que los ejércitos enemigos hayan bloqueado las señales de GPS. Esto es fundamental a la vista de que se trata de una de las primeras lecciones que ya parecen haber aprendido los gobiernos del mundo entero a la vista del crecimiento de las amenazas en forma de dron. También hacen mención a que el Razor podrá ser utilizado tanto de forma totalmente autónoma como con una supervisión permanente por parte de un piloto humano a distancia. Eso garantizaría que no hubiera situación en la que no fuera una herramienta ideal para llevar a cabo cualquier tipo de misión.
Es importante tener en cuenta que habrá distintos modelos de dron Razor y que esto permitirá que cada gobierno personalice sus filas de la forma en la que lo crean más conveniente. Algunos de los Razor dispondrán de una mayor capacidad para levantar peso, lo que los convertirá en drones ideales de transporte. Otros dispondrán de más potencia de fuego o de un nivel de velocidad superior. También se habla de versiones equilibradas en todas las tareas, lo que hará que sea el dron perfecto para, como decíamos, tareas de espionaje, de acción y combate o de transporte.
Los Razor podrían llegar a transformar la guerra tal y como la conocemos para que las decisiones estratégicas de los gobiernos pasen a ser la forma de ganar los próximos enfrentamientos. Dicho esto, hablamos de drones que pueden llegar a los 800 kilómetros por hora, cargar con un peso de hasta 450 kg y disparar misiles Hellfire que son conocidos por su enorme potencia de fuego. Además de esto, hay que tener en cuenta que el sistema creado alrededor de los Razor está pensado para que los ejércitos se vuelquen en su uso no de forma individual, sino en en escuadrones y en otro tipo de planteamientos.
Debido a ello, este sistema permite que los Razor se controlen en grupos de hasta 1.000 drones. Eso implica que los combates del futuro, si se materializan tal y como se espera, acaben siendo una carrera por ver qué país reúne más drones, organiza flotas más poderosas y crea estrategias más elaboradas para exprimir todas sus posibilidades. Lo que está claro es que empresas como Mayman Aerospace van a empezar a hacer negocio de una manera extremadamente rentable.