La campaña de verano de 2024 muestra un claro patrón de moderación en el gasto entre los consumidores españoles
La campaña de vacaciones de verano de 2024 arranca con una notable contención del gasto y estancias más cortas por parte de los consumidores españoles. El desembolso medio de cara a la temporada estival caerá un 5% respecto al año pasado, situándose en 634€ por persona, frente a los 671€ de 2023, según revela el último estudio realizado por la app de bienestar financiero Plazo.
Estancias más cortas y ahorro en los gastos de viaje
Aunque la mayoría de los consumidores no está dispuesta a renunciar a unos días de desconexión, muchos reducen también el tiempo de estancia. Así, un 33% asegura que este año sólo se irá de vacaciones una semana y un 32% disfrutará de una escapada de tan sólo unos días, mientras que sólo un 19% estará fuera dos semanas. Curiosamente, es algo superior el porcentaje de los afortunados que se ausentarán un mes (10%) frente a quienes estarán fuera tres semanas (6%).
Chollos y paquetes todo incluido para reducir el gasto
El 74% de los encuestados acusa un encarecimiento relevante en lo que respecta a las reservas de alojamiento. Teniendo en cuenta que sigue siendo la partida más costosa para la mayoría de los consumidores, el estudio refleja una clara apuesta por chollos y planes low cost (47%) y paquetes vacacionales con todo incluido (30%) con el fin de reducir el gasto todo lo posible (esta pregunta admitía más de una respuesta). Sólo un 26% reserva el desplazamiento, por un lado, y el alojamiento, por otro. Además, la mayoría planifica y reserva online, mientras que sólo un 7% acude a una agencia de viajes para que le asesoren y configuren unas vacaciones a medida.
Hoteles de 2 a 3 estrellas y alquiler vacacional a particulares
El estudio de Plazo revela también un cambio de preferencia por alojamientos más económicos que en 2023. El alquiler de casas o apartamentos vacacionales a particulares sigue liderando las opciones de alojamiento (23%) junto con hoteles de 3 o 2 estrellas (23%), marcando un cambio respecto al año pasado, cuando la segunda opción más popular eran los hoteles de 4 o 5 estrellas. Este año, sólo un 19% opta por un hotel de categoría alta.
Alojarse con amigos y familiares para reducir costos
Además, otro 22% de los encuestados se decanta por quedarse en casa de amigos o familiares, lo que les permite reducir considerablemente el desembolso durante las vacaciones de verano. En cuarto lugar, se posicionan las casas rurales, siendo la opción preferida de un 13%.
Preferencia por los pagos flexibles y la financiación
Otro cambio significativo que se desprende del estudio de Plazo reside en la forma de pago. Todo apunta a que los consumidores buscan una mayor flexibilidad a la hora de hacer frente a los costes de las vacaciones. En este sentido, la mayoría de los encuestados (25%) paga a plazos, un aumento en comparación con las preferencias del año pasado. Un 18% recurre a su tarjeta de crédito y un 10% solicita un préstamo. En cambio, entre los que prefieren no recurrir a alguna forma de financiación, un 24% lo paga todo por adelantado y otro 23% reserva el viaje y paga una señal del alojamiento, que termina de abonar a su llegada al destino.
La playa, destino estrella
En lo que respecta a las destinaciones favoritas, la playa se mantiene un año más como el lugar predilecto de la mayoría de los consultados (40%), mientras que un 16% opta por salir al extranjero y un 13% por visitar otra ciudad en territorio nacional. Sólo un 8% hará turismo rural y un 2% se irá de crucero. El 21% restante asegura que este año se quedará en casa y aprovechará para realizar actividades de ocio en su ciudad.
La campaña de vacaciones de verano de 2024 muestra un claro patrón de moderación en el gasto entre los consumidores españoles. La tendencia hacia estancias más cortas, la búsqueda de ofertas y la preferencia por opciones de alojamiento más económicas reflejan un esfuerzo por equilibrar el deseo de vacaciones con la necesidad de controlar el gasto. Este enfoque prudente parece ser una respuesta lógica al entorno económico actual, permitiendo a los consumidores disfrutar de un merecido descanso sin comprometer su estabilidad financiera.
Incremento del 25% en el pago a plazos para costear las vacaciones de verano