Un equipo multinacional, que incluye investigadores de la Universidad de Bradford, está llevando a cabo un estudio en el golfo de México para identificar paisajes sumergidos de la última Edad de Hielo.
La Dra. Jessica Cook Hale durante un viaje anterior al golfo de México. Crédito: Universidad de Bradford.
El proyecto de cinco años, financiado con $1.5 millones por la Agencia Federal de Gestión de Energía Oceánica de EE.UU. (BOEM), busca identificar y estudiar paisajes arqueológicos en la región del golfo de México que otrora estaban sobre tierra firme.
Se ha denominado «Reevaluación de las directrices de BOEM para identificar sitios arqueológicos precontacto sumergidos en el golfo de México: un enfoque geoarqueológico extenso», y cuenta con la participación del Dr. Simon Fitch y a la Dra. Jess Cook Hale de la Universidad de Bradford, junto a socios de la Universidad Estatal de Florida, la Universidad Texas A&M y el Instituto Smithsonian.
Durante el proyecto se llevarán a cabo sondeos en alta mar en el golfo de México, cubriendo las costas de Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida. Se implementarán nuevos métodos para detectar sitios arqueológicos, mientras que los buzos realizarán análisis adicionales en sitios conocidos para perfeccionar las técnicas analíticas.
El Dr. Simon Fitch y la Dra. Jess Cook Hale, del Centro de Investigación de Paisajes Sumergidos de la Universidad de Bradford, participarán en el proyecto en el golfo de México. Crédito: Universidad de Bradford.
La Universidad de Bradford reclutará a un estudiante internacional de doctorado en 2025, que trabajará en el proyecto durante tres años. Se espera que el estudiante seleccionado tenga un origen indígena o experiencia trabajando con estas comunidades.
«Es realmente emocionante. Las personas de orígenes indígenas tienen una cultura que se remonta a decenas de miles de años. Como sociedad, no hemos prestado suficiente atención a esto y es importante reconocerlo», dijo el Dr. Fitch.
Inclusión de tribus locales
A pesar de más de un siglo de investigación, los arqueólogos aún tienen muchas preguntas sobre los sitios que dejaron las personas que vivían en estos paisajes antes de que el aumento del nivel del mar los sumergiera. Menos de 50 sitios sumergidos han sido documentados en el golfo de México y muchos de ellos se encuentran en condiciones semi-alteradas.
Se necesita detectar y analizar un mayor número de sitios para avanzar en la comprensión científica de estos periodos de la historia humana y mejorar las prácticas de gestión del patrimonio cultural. Los resultados del proyecto proporcionarán orientación actualizada a la BOEM para la identificación y gestión de estos paisajes sumergidos, guiando la política federal de EE.UU. en este sector.
La Dra. Jessica Cook Hale, del Centro de Investigación de Paisajes Sumergidos de la Universidad de Bradford. Crédito: Universidad de Bradford.
El proyecto también formará a la próxima generación de arqueólogos de paisajes sumergidos, capacitando hasta a dos docenas de estudiantes en áreas como geofísica, modelado, muestreo geoarqueológico y técnicas de registro. Se reclutarán estudiantes de entornos desfavorecidos y de grupos históricamente subrepresentados.
El proyecto incluirá talleres de capacitación y análisis con comunidades tribales cada año.
«Uno de los aspectos más importantes de este proyecto es la transferencia de conocimiento a las naciones tribales de la región. Sabemos por múltiples ejemplos globales que la gestión indígena de los paisajes resulta en mejores resultados», destacó la Dra. Cook Hale.
El objetivo es aumentar la participación de las tribus en la investigación de paisajes sumergidos. Todos los datos y modelos se analizarán en colaboración con los socios indígenas para definir áreas de interés para estas comunidades.
Sociedades tragadas por el mar
Durante la última Edad de Hielo, la llanura costera del golfo de México era un paisaje muy diferente. Cuando esta era terminó, muchas especies animales desaparecieron o migraron, mientras la región se transformaba de una llanura costera a humedales y, finalmente, a estar bajo el agua debido al aumento del nivel del mar.
Las comunidades indígenas estaban presentes en las Américas durante estas transformaciones y tuvieron que gestionar los impactos del final de la Edad de Hielo, incluyendo múltiples cambios ambientales y la sumersión de paisajes enteros.
La Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Bradford ahora cuenta con el mayor grupo de investigación de paisajes sumergidos del mundo y es uno de los pocos lugares especializados en esta emergente disciplina académica.
La colaboración en el golfo de México es el último éxito del Centro de Investigación de Paisajes Sumergidos de la Universidad de Bradford. Otros proyectos incluyen Life on the Edge, parte de una beca para futuros líderes del UKRI, que el año pasado atrajo más de £1 millón en financiación; y el proyecto SUBNORDICA, un ambicioso programa de investigación centrado en el fondo marino del Báltico y los mares del Norte, financiado por una subvención del Consejo Europeo de Investigación de €8 millones.
Fuente: Bradford. Edición: MP.